Myriam Montoya (Colombia)
Por: Myriam Montoya
(Inéditos)
De Sueños y epifanías
Entre tus sueños y mi lecho
hay un hilo tensado
con la pez del alba
Del otro lado del umbral
hago equilibrios
sobre la cima del peñasco
que he ganado
arañando la extensa noche
con precisión de sierra
el rayo la piedra cuartea
Abajo una lama pleistocénica
cause de abrasante lava
alza sus fauces
Del ápice último
que el talón aún palpa
caigo desplomada
en la espuma vestida
de mi cama.
Volar un metro sobre el suelo
Gracia concedida a quien persigue
El pez fosforescente
Que nada por las galerías de la vieja casa
Ver su aletazo de llamarada
Escapando en la oscuridad
Con la guía
De su estela
Visto el hábito blanco
De la muerte
Pero de mis manos
Sale el brillo
Y vuelo.
De Ciudad Transfigurada
También a la guerra jugaron
los chiquillos del barrio
simulando con el dedo índice y pulgar
la pistola sacada de la cartuchera de sus bolsillos
lanzas cuchillos y espadas invisibles
de muchas batallas los vi salir
extenuados y victoriosos
muchas muertes imaginarias
presencié desde la ventana
una bala perdida rompe los cristales
pasos acosados perturban la calle
recuerdo que en la infancia
Tan sólo era un juego.
Todos sacudimos el árbol
Una lluvia de naranjas cae bajo la fronda
El cesto se llena
El fruto desborda en la palma de la mano
Brilla ahora en la sonrisa de los hermanos
El mayor hace malabares
El otro las parte en rodajas rociadas de sal o azúcar
Aquel come casco por casco
Los menores las chupan por el ombligo
Hasta el zumo último desjugado entre sus dedos
Mi boca se hace agua ante estas imágenes
Después de sacudir el recuerdo
El cesto queda vacío bajo aquel árbol.
*
De Brújula del día
Acudimos
a una irrealidad
donde creemos palpar
el rostro de un ancestro
La entraña de mi madre
restituida en mi hija y en mí
o es tu esperma
esta fuerza oscura y antigua
que me empuja a ser rebelde
hasta desear las armas
por justicia y por crueldad
Hay un trasmundo
que por momentos habito
imposibilitándome el presente
beso la llanura
la palma de una mano
En la semilla del verbo me recobro
*
ÍNFIMA ENTRE las murallas de las lenguas
recorro los bulevares de la Babel que habito
firmes fachadas ceden paso a mi albedrío
Cruzan mujeres y hombres de todas
las migraciones
de todos los frentes de guerra
de todos los remansos
y edades de la civilización
Destella en las ventanas
el tesoro de las luces
mas al franquear ciertos dinteles
amenazantes muros se estrechan
constriñen
acechan el diálogo interior
Forcejean cuerpo y mente
por maniatar o expulsar de sí
el doble que nos posee
que interminable nos cuestiona
hasta el desdén
En el tórax toma posesión el asma
y el cielo raso conspira
con desplomarse
La aglomeración instiga
Cosas inservibles
invaden la discreción de todo rincón
atestan la libre vista de los balcones
En reducidos metros cuadrados
plegamos la cama
para desplegar sillas y mesa
plegamos mesa y sillas
para desplegar la cama
No hay cabida para demasiados invitados
ni para mucha alharaca
ni desbordamientos de melancolía
y mucho menos excesos de euforia
A la mesura de las cuatro paredes
deben desbocarse las voces
Myriam Montoya nació en Bello, Antioquia, Colombia en 1963. Vive y escribe en París. Sus poemas han sido incluidos en la Revista Prometeo. Ha publicado los libros Desarraigos, Fugas, Editions L'Harmattan, Paris, 1997; Vengo de la noche/Je viens de la nuit, 2004.