Elicura Chihuailaf (Nación Mapuche, Chile)
Por: Elicura Chihuailaf
Hablando con la gente de la tierra de arriba
Cabalgo en círculo, llevado por el aliento
de los animales
que te ofrecí en sacrificio
Galopo, galopo, soñando voy
por los caminos del cielo
De todos lados vienen a saludarme
las estrellas
¡Oh!, Anciana, Anciano
Doncella y Joven de la Tierra
de Arriba
en vuestro Azul se regocija mi sangre.
En este suelo habitan las estrellas
En este suelo habitan las estrellas
En este cielo canta el agua
de la imaginación
Más allá de las nubes que surgen
de estas aguas y estos suelos
nos sueñan los antepasados
Su espíritu -dicen- es la luna llena
El silencio su corazón que late.
Iniciación
Mi sueño se ha convertido
en la energía que vive y abre
las puertas de mi alma
Su aire estas palabras
el Azul que su canto sostiene
La luna puede tener tu nombre
Tu cuerpo es la naturaleza, me dices
pues el día de la despedida
me salvaron los árboles del parque
Tal vez nunca podré hablar de tus visiones
al otro lado del oeste |
porque mi pena es como el ruido terrible
de la bomba de Hiroshima
No sé, te digo. Yo estoy aún mirando
a mis antepasados muertos
sobre nuestros campos de 1883
En el homenaje a la vida
sin duda, ambos dirían lo mismo:
Silencio |
El silencio sagrado como pasos
sobre le bosque |
Atardece y la llovizna se detiene
en mis palabras |
en le cielo, más allá, en la casa de oro
la Luna y yo, brillando, yacemos
en el ojo azul de una tormenta.
Para sanarte vine, me habló el canelo
Para sanarte vine, me habló al árbol sagrado
Vé y recoge mis hojas, mis semillas
me está diciendo De todas partes vinieron tus buenas machi
mis buenos machi
desde las cuatro tierras, desde las cuatros aguas
mediaremos, me están diciendo sus poderes
en tus nervios, en tus huesos, en tus venas
¿O deseas acaso abandonar a nuestra gente?
Elevaré mis rogativas, le digo
Ay, mis pensamientos se apartaron de
los apacibles ríos de mi corazón:
Piedra Transparente será éste, por mí, dijiste
Oo! Ngvnechen, envíame tu aliento
tu resollar de aire poderoso
Este va a ser cantor, dijiste, entregándome
el caballo Azul de la palabra
Hasta la Tierra de Arriba llegará en sus sueños
confundiendo al mensajero de sus enemigos
Me oirá cuando hable desde la savia
de las plantas y de las flores. Así dijiste
Mas yo quise alvidar el consejo de las Ancianas
y de los Ancianos
por eso estoy enfermo ahora
Mis pensamientos se alejaron de los apacibles
Ríos de tu Corazón
Mírame, estoy soñando que he subido
por tus hojas
La cascada azul de la mañana vino a mojar
mis labios con sus aguas
Subí, subí con ellas, pero me sujetó el
murmullo
de los peces
Caminé luego sobre el aroma de los bosques
Después bailé. En él estaba colgado mi poder
Las buenas visiones y los buenos sueños
lo rodeaban
Lloré entonces, lloré, abrazado por el espíritu
de mi canelo
licura Chihuailaf nació en Quechurewe, IX Región, Chile, en 1952. Realizó sus estudios superiores en la Universidad de Concepción, cultivando paralelamente el oficio de la poesía. Obstetra de profesión, ha sido docente universitario y secretario general de la Agrupación de Escritores Indígenas. Ha publicado, entre otros, los libros: El invierno y su imagen (1977); En el país de la memoria (1988); El invierno, su imagen y otros poemas Azules (1991); De Sueños Azules y Contrasueños (1996); Todos los cantos, Antología, prólogo y versión en mapuzungun de poemas de Pablo Neruda (1996); La palabra: Sueño y Flor de América, Antología de Literatura Indígena de América (1998). Fue invitado a Poetry International en Rotterdam, en 1993. Algunos de sus poemas han sido vertidos a varios idiomas, entre ellos el italiano, alemán, francés, inglés, holandés, sueco, croata y húngaro. Dirigió la Revista de Arte y Literatura Mapuche Espíritu Azul / Kallfvpvllv. En 1997 fue elegido Secretario General de los Escritores en Lenguas Indígenas de América (período 1997-2000).