Américo Ferrari, Perú
Por: Américo Ferrari
De Casa de nadies (1988-1999)
Para nadie ciego
Ahora es cuando se produce por fin el eclipse perfecto
y el planeta esplendente oculta el astro opaco
cuerpo de luz descansando en féretro fugaz
ceguera ardiendo en luz
? ya tacto es ver
boca de noche sobre sexo aspirante lamiendo
limo lento | lamento | cajón nadante |
ventana abierta a nada
que esté
está :
nada esta vez está ?
estrella fugaz estallando
cuando
nunca es visión
del revés
del ver reverso de verso perfecto si
un cajón nada por cielos abiertos
cuando
fulgor oculto |
negror y cuerpo lumíneo y boca ciega y astro astroso otro
opaco
están
en un cajón de cielo:
entonces
nunca |
nadie |
ve |
nada |
Nada pasa en la inminencia
Una cosa ha estallado en el aire
qué cosa ? nada : cualquier cosa
un objeto volante no identificado.
Nada ha pasado
sólo entre el aire y nuestra piel algo
ha pasado como cuando
se sale al frío y respiramos
un aroma helado y tan sólo un instante
nos sentimos como llenos de aire perseguido
presagiado
como si desde la piel el aire eructara un sarpullido
una plaga de puntitos rojizos y blancuzcos
hemos dicho no pasa nada
porque nada pasa y es verdad
pero hemos quedado inflados
de ese aire maligno
y sabemos que ahora
falta poco:
una cosa en este aire que nos llena va a estallar
Círculo de poetas nihilistas y su gramática
un color de sangre comprimida nace del relámpago y la lujuria abrupta de la tierra
lo borramos
un surtidor de agua nocturna nos disuelve en una lluvia de dicha
y ansiedad
lo cortamos
una concha de madreperla libera en su destello el misterio exhaustivo del placer
la hacemos polvo
un mar de fondo nos arroja a la única playa donde nunca es siempre
lo secamos
una llama muerde voraz a una mujer o una loba resucitada en el amor
la apagamos
perennes el color el agua erecta el destellar de la madreperla la ola
indetenible el deseo llameante son
un montoncito de polvo calcinado atestigua el tránsito de un verbo
conjugado
y su escondido pronombre personal
Pensamiento despedido
La pensée, c'est une image éconduite
Henri Michaux
Por tonto
por abusivo
por presuntuoso
por engañoso
por lo del gato y la liebre
por dárselas de imagen
lo han puesto de patitas en la calle
no a la imagen: a él
residuo de una imagen sin hogar
para que aprenda a ser
lo poco que es
y nada más.
Imagen, señora,
vuelva a su casa.
Poesía intelectual
Se sacan versos
del intelecto
como gotitas de leche
del pene semierecto
la musa-araña
ya fecundada
duermen muy bien
Hombre poema
Este hombre es un poema
eso se ve
tiene cara de página
y si lo rascan o le escriben encima
no dice nada sino quizás a veces
da un crujidito como quien dice que le gusta
y se derrama bonachón en líricos silencios
para eso está el hada página
para absorber silencios
nació algo esquinado el hombre
y en sus malos momentos
lo único que sabe decir
si le pedimos una oda sonora
es
cállate idiota
sal de mi página
y no vuelvas más
959216781
César Moro
César
rey moro
morador de la luz signado
por un signo de luz negra en la frente
mientras bajabas a vivir
buzo aéreo
en las moradas invivibles del amor –
en el éxtasis
en la gracia de amor que hay en el ángel
y en la fuerza de amor que hay en el pájaro
y el alma nuestra volando hacia tal fin
a mor o
morir
a
vida
muerte:
rey moro demorado en el templo del fuego
que preñó a la noche
amante
tuya: el desierto
nocturno por donde anduvimos
errando
a veces por las calles subterráneas
de Lima a orillas
de un mar distante distinto
que llevabas metido en tus ojos de vidente
ciego
rehén de la sombra
creador de la luz que traías
contigo
en una botella llena
de plumas de pájaros que al moverse
entre tus manos
creaban el color de todos los colores
de la vida y el
sincolor de la muerte
esperadora con la que luchaste dura
lucha y ella creyó vencerte y la venciste
tú
emperador esperador de la muerte
vencida en la inminencia en
la eminencia del poema
donde naciste fuiste y eres y
seguirás siendo
tú: rey
tú: César
Moro demorado en
el éxtasis que está
siempre más allá de todo
lo que está
ahí –
César imperante
imperador de la luz nocturna
que rodea en su halo a
la tortuga divina y cretina
que fuiste tú que fue la otra
que fuiste tú y que fuimos
también nosotros – todos
los otros
en torno a ti:
emperador de la sombra
esperador
de la luz que
tú abriste en el poema que fuiste
que es
y será
siempre
tú
irradiante
en nosotros y en los otros
y todos los que en tu verso y su reverso
somos
aún
Lecrtura en el 11º Festival Internacional de Poesía de Medellín: Angustia existencial
Américo Ferrari nació en Lima, Perú, en 1929. Poeta, traductor y ensayista. Entre sus libros de poesía publicados, se encuentran: El silencio de las palabras (Málaga, Cuadernos del sur, Publicaciones de la Librería Anticuaria el Guadalhorce (1972); Espejo de la ausencia y la presencia, Cuadernos de María Isabel (1972); Las metamorfosis de la evidencia (Lima, Ediciones de la Clepsidra, 1974); Tierra desterrada (Lima, Arríbalo, 1980); La fiesta de los locos (Barcelona, Auqui, 1982); Para esto hay que desnudar a la doncella (Obra Poética 1949-1997. Barcelona, Los libros de la Frontera. El Bardo Colección de Poesía, 1998); y Casa de Nadies (Lima, Gonzalo Pastor Editor, 2000). Ha traducido del alemán a poetas esenciales como Novalis (Himnos a la noche - Cánticos espirituales) y y George Trakl (Sebastián en sueños). Algunos libros de ensayo: César Vallejo (en colaboración con Georgette Vallejo. Paris, Segher éditeur. Collection Poétes d'Aujourd´hui, 1967); Los sonidos del silencio. Poetas peruanos del siglo XX (Lima, Mosca Azul, 1990) y El bosque y sus caminos. Estudios sobre poesía y poética hispanoamericanas (Valencia, España, Pre-textos, 1993).