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Oscar Hahn (Chile)

11º Festival Internacional de Poesía de Medellín

Por: Oscar Hahn

 

                       Del libro Antología Retroactiva

Tractatus de sortilegiis

En el jardín había unas magnolias curiosísimas, oye
unas rosas re-raras, oh,
y había un tremendo olor a incesto, a violetas macho,
y un semen volador de picaflor en picaflor.
Entonces entraron las niñas en el jardín,
llenas de lluvia, de cucarachas blancas,
y la mayonesa se cortó en la cocina
y sus muñecas empezaron a menstruar.
Te pillamos in fraganti limpiándote el polen
de la enagua, el néctar de los senos, ¿ves tú?
Alguien viene en puntas de pie, un rumor de pájaros
pisoteados, un esqueleto naciendo entre organzas,
alguien se acercaba en medio de burlas y fresas
y sus cabellos ondearon en el charco
llenos de canas verdes.
Dime, muerta de risa, adónde llevas
ese panal de abejas libidinosas.
Y los claveles comenzaron a madurar brillosos
y las gardenias a eyacular coquetamente, muérete,
con sus dureza y blanduras y patas
y sangre amarilla, ¡aj!
No se pare, no se siente, no hable
con la boca llena
de sangre:
que la sangre sueña con dalias
y las dalias empiezan a sangrar
y las palomas abortan cuervos
y claveles encinta
y unas magnolias curiosísimas, oye,
unas rosas re-raras, oh.

En una estación del Metro

Desventurados los que divisaron
a una muchacha en el Metro

y se enamoraron de golpe
y la siguieron enloquecidos

y la perdieron para siempre entre la multitud

Porque ellos serán condenados
a vagar sin rumbo por las estaciones

y a llorar con las canciones de amor
que los músicos ambulantes entonan en los túneles

Y quizás el amor no es más que eso:

una mujer o un hombre que desciende de un carro
en cualquier estación del Metro

y resplandece unos segundos
y se pierde en la noche sin nombre

Lapidario

Mostrada sea la naturaleza de las piedras
y la fuerza que reciben de las estrellas

Mostradas sean sus virtudes y poderes
y sus formas y sus brillos y sus signos

La piedra llamada congelamiento
se aloja donde están los hondos miedos

Si el sujeto la ve abre ojos y boca
y no vuelve a cerrarlos nunca más

Pero si sobre ella se posa la tórtola en llamas
se le acaba el poder para siempre

A la piedra que dicen de la abstinencia
ni siquiera el diamante puede romperla

Cuando brilla engastada en el dedo
ahuyenta a las bestias lascivas

Su cuerpo es caliente y húmedo
y su color aúlla en la noche

A la piedra nombrada del sueño
ni aun el odio puede hacerle daño

Durante el día se asoma por el oído
De noche es clara semejante al fuego

El que la carga en el pecho se queda dormido
y no despierta hasta que se la quitan

A veces es llamada piedra de la muerte

Por último hay también la piedra de la locura
que se halla donde está la gran tiniebla

Sana al endemoniado que se la ata al cuello
y camina en el aire cuando sale la luna

Si la mueves y mezclas con el agua del mar
podrás untar tu pluma y escribir tu epitafio

A-E-I-O-U
para que salgas tú
y la lleves tú

 

¿Por qué escribe usted?

Porque el fantasma porque ayer porque hoy:
porque mañana porque sí porque no
Porque el principio porque la bestia porque el fin:
porque la bomba porque el medio porque el jardín

Porque góngora porque la tierra porque el sol:
porque san juan porque la luna porque rimbaud
Porque el claro porque la sangre porque el papel:
porque la carne porque la tinta porque la piel

porque la noche porque me odio porque la luz:
porque el infierno porque el cielo porque tú
Porque casi porque nada porque la sed

porque el amor porque el grito por qué no sé
Porque la muerte porque apenas por que más
porque algún día porque todos porque quizás

 

LA MUERTE ESTÁ SENTADA A LOS PIES DE MI CAMA

Mi cama está deshecha: sábanas en el suelo
y frazadas dispuestas a levantar el vuelo.
La muerte dice ahora que me va a hacer la cama.
Le suplico que no, que la deje deshecha.
Ella insiste y replica que esta noche es la fecha.
Se acomoda y agrega que esta noche me ama.
Le contesto que cómo voy a ponerle cuernos
a la vida. Contesta que me vaya al infierno.
La muerte está sentada a los pies de mi cama.
Esta muerte empeñosa se calentó conmigo
y quisiera dejarme más chupado que un higo.
Yo trato de espantarla con una enorme rama.
Ahora dice que quiere acostarse a mi lado
sólo para dormir, que no tenga cuidado.
Por respeto me callo que sé su mala fama.
La muerte está sentada a los pies de mi cama.

 

INVOCACIÓN AL LENGUAJE

Con vos quería hablar, hijo de la grandísima.
Ya me tienes cansado
de tanta esquividad y apartamiento,
con tus significantes y significados
y tu látigo húmedo
para tiranizar mi pensamiento.
Ahora te quiero ver, hijo de la grandísima,
porque me marcho al tiro al país de los mudos
y de los sordos y de los sordomudos.
Allí van a arrancarme la lengua de cuajo:
y sus rojas raíces colgantes
serán expuestas adobadas en sal
al azote furibundo del sol.
Con vos quería hablar, hijo de la grandísima.

 

Anotaciones en el diario de Rimbaud

I. África, 1880 - 1891

He llegado hasta aquí navegando por el Mar Rojo
después de darle muerte al indeseable

Tenía 20 años y era una de las vírgenes locas

Adén es el cráter de un volcán apagado
sin una brizna de pasto sin una gota de agua

No hay nada que ver o tocar excepto lava y ceniza

Monté en mi caballo y atravesé las arenas de Somalia
Ahora me encuentro en Harar la ciudad prohibida

Le llevé rifles y municiones al rey de Soa
pero no me pagó lo convenido el muy cabrón

Me han brotado várices en la pierna
Me duelen mucho y no me dejan dormir

Mientras me afeitaba frente al espejo
vi que el indeseable estaba detrás de mí
con el pelo teñido y las cejas depiladas

Me di vuelta de golpe pero no había nadie

En el desierto los espejismos se burlan de nosotros
Yo me burlo de los espejismos

Me dicen que la pierna se ha gangrenado
que tengo mucha fiebre que debo salir de aquí

Los nativos hicieron una litera de lona
y me cargaron los 300 kilómetros
que separan las montañas de Harar y el puerto de Zeila


II. Hospital de Marsella 1891

Vuelvo a mi país después de 16 años de ausencia
Parezco un esqueleto y la gente se asusta de mí

Las mujeres cuidan a los feroces inválidos
que retornan de lugares tórridos

Hoy me amputaron la pierna derecha

La vida es un horror interminable
No sé para qué nos empeñamos en seguir viviendo

El Esposo Infernal se me apareció en un sueño
Tenía un rosario entre los dedos

Tres horas más tarde Dios fue negado
y sus 98 heridas empezaron a sangrar

He tratado de caminar con muletas
pero no he podido avanzar ni un centímetro

Yo que atravesé montañas y desiertos
ríos y mares ciudades y reinos
y a quien llamaban el suelas de viento

Los curas no quieren darme la comunión
Temen que me atragante con la carne de Cristo

Desde mi cama vi la silueta del indeseable

Venía caminando con la pierna que me cortaron
y traía un barco de papel en la mano

Tú estás muerto le dije furioso
Y él dijo: "Yo estoy vivo el muerto eres tú

Pondrás el barco de papel en ese charco de agua
y llegarás a donde nunca has llegado"

 

 

Cafiche de la muerte

Cómo carne de cóndores hirvientes
o de tordos quemados como cresta
del rojo al negro se cambió la fiesta
y en silencio se fueron los clientes.
Se nos vació no más todo el prostíbulo
se vaciaron las camas y los bares
y todas las que estábamos de a pares
sollozamos de a una en el vestíbulo.
Por el pasillo viene la señora
siempre tan maternal siempre a la hora
con su taza de té y un trago fuerte.
Para qué te moriste desgraciado.
Mira mi pobre cuarto desolado
tipo traidor: cafiche de la muerte.

 

Ciudad en llamas

Entrando en la ciudad por alta mar
la grande bestia vi: su rojo ser
Entré por alta luz por alto amor
entréme y encontréme padecer
Un sol al rojo blanco en mi interior
crecía y no crecía sin cesar
y el alma con las hordas del calor
templóse y contemplóse crepitar
Ardiendo el más secreto alrededor
mi cuerpo en llamas vivas vi flotar
y en medio del silencio y del dolor
hundióse y confundióse con la sal:
entrando en la ciudad por alto amor
entrando en la ciudad por alta mar

Video de la lectura de su poema Hueso 11º Festival Internacional de Poesía de Medellín


Oscar Hahn (Iquique, 5 de julio de 1938) es poeta, ensayista, crítico literario y profesor chileno perteneciente a la generación literaria del 60. Como poeta ha publicado los libros: Arte de morir (1977); Mal de amor (1981); Imágenes nucleares (1983); Estrellas fijas en un cielo blanco (1989); Tratado de sortilegios (1992);  Versos robados (1995); La primera oscuridad, Fondo de Cultura Económica; 2011; Esta rosa negra y otros poemas, Editorial Pfeiffer, (reedición del poemario de 1961, más 27 textos posteriores que abarcan de 1967 a 2011) 2011; Todas las cosas se deslizan, antología, Publicaciones Cultura, Santiago; No hay amor como esta herida, antología de sus poemas eróticos; Tajamar Editores, Santiago; 2012; La suprema soledad, Mago Editores, 2012; Poesía completa (1961-2012), LOM, Santiago, 2012; Trilogía de amor, antología que reúne Mal de amor (1981), Flor de enamorados (1987) y No hay amor como esta herida (2012), 2014; Catalonia, Santiago, 2014; Los espejos comunicantes, Visor / Fundación Loewe, Madrid, 2015; Poesía fundamental, selección y prólogo de Camilo Marks; editorial de la Universidad de Talca, 2016; La primera oscuridad y otros poemas, Visor, Madrid, 2018; Reencarnación de los carniceros, Visor, Madrid, 2018; Imágenes nucleares y otros poemas, Madrid, 2021; Cartonera del escorpión azul, 2021. 

Como crítico, es autor de varios libros como: El cuento fantástico hispanoamericano en el siglo XIX (1976); Texto sobre texto (1984);  Antología del cuento fantástico hispanoamericano. Siglo XX (1990); Retrato hablado, conversaciones con el periodista y poeta Mario Meléndez; Fondo de Cultura Económica, Santiago, 2017; Palabras sin fronteras, Tajamar Editores, Santiago, 2018. En 1989 la Editorial Universitaria de Santiago publicó Asedios a Oscar Hahn, de Enrique Lihn y Pedro Lastra, compilación de diversos estudios sobre el poeta. En 1991 fue designado miembro correspondiente de la Academia Chilena de la Lengua. Sus poemas han sido vastamente antologados. Ha recibido, entre otros, el Premio Casa de América de Poesía Americana 2006 por En un abrir y cerrar de ojos; Premio de Poesía José Lezama Lima 2008 por En un abrir y cerrar de ojos; Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2011; Premio Altazor de Poesía 2012 por La primera oscuridad; Premio Nacional de Literatura 2012; Premio Loewe 2014.

Se ha desempeñado como profesor de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Iowa. Hasta 1973 fue profesor de la Universidad de Chile. Durante 10 años fue co-editor del Handbook of Latin American Studies de la Biblioteca del Congreso de Washington D.C.

Última actualización: 09/11/2021