English

Coral Hull (Australia, 1965)

11º Festival Internacional de Poesía de Medellín. En primer plano Coral Hull. A su lado: Antonio Colinas, Georgina Herrera, Galsan Tschinag.

Por: Coral Hull
Traductor: Rafael Patiño

Inéditos en español

Octubre 31, 1997, Exploración

Los Franceses han inventado una nueva tradición culinaria, comen avecillas canoras, las privan de comida y luego las engordan en la oscuridad, por una semana; antes del asesinato de sus voces, son aderezadas en un festival gastronómico; al romper sus tendinosos pechos, sus dedos se cubren de grasa, es como tratar de sacar un almuerzo de una almendra o de una pequeña concha; estando algunos de los pájaros en el horno todavía, uno de los invitados pregunta, "¿Cómo sabe usted cuándo están cocidos?", "Usted escucha al horno,"dijo el chef, "Usted sabe que están listos cuando empiezan a cantar”. Ellos exploran las entrañas de un pajarito, el interior de ellos mismos y sus sistemas digestivos; más que una tradición eso es una exploración, de una forma similar a la del explorador Redmond O´Hanlin quien admitió haber chupado los ojos de un mono; él contó que estuvo en una fiesta tradicional de algunos indígenas del Amazonas y le dispararon a un Macaw o mono araña, -el grito y el batacazo sobre la espesura de hojas verdes-, "hicieron una sopa," dijo él, "al bajar el nivel de la sopa apareció el cráneo del mono y sus ojos aún permanecían salidos de las órbitas"; los indígenas dijeron que es una tradición que el invitado chupe los ojos, dijo Redmond, "así que llevé el cráneo hasta mi boca y succioné, el nervio óptico cedió y los ojos bajaron deslizándose por mi garganta", entonces un indio examinó el cráneo y dijo, "eso es repugnante, eso es realmente repugnante, los hombres blancos harían cualquier cosa para hacerse amar". Redmond dijo: "no vayan nunca directamente al oro"; él me hizo recordar a todos esos estudiantes exploradores que acostumbran pujar hasta la cima de las montañas, o hasta el fondo de los valles a través de senderos de roca muy gastados, deshaciéndose de todo a través de la ruta quieren completar la caminata, en este sentido Redmond había completado parte de sí mismo cuando succionó los ojos del mono, pero la verdadera completación fue alardear de ello al mundo entero a través de la televisión internacional; él había ido verdaderamente directo al oro, porque, ¿qué más puedes hacer en esta vida después de chupar los ojos de un cráneo de mono? ¿qué más puedes darle al mundo o esperar que él te enseñe? ¿Qué más puede chocarte o argumentársele a tu conciencia?; después de tal suceso es indispensable una gran pausa, después de tal acción hay completación, luego que los pájaros dejan de cantar en el horno, él se convierte en un hombre más pleno, completo en un sentido, -porque algunas veces empeoras antes de aliviarte-, aún después del suceso de este explorador chupando los ojos de un mono, hubo el simple alivio de que ello ya había pasado; durante ese lapso tuve el valor de dominarme, y seguir en un mundo que tan a menudo llega al oro, -es como sobrevivir una podrida resaca-, después que te recobras de ella, y el sol está sobre tu piel, una vez que el sol para de herirte, estás agradecida por ello, la primera cosa que yo noto tras el trauma es la luz o la cantidad de humedad en el aire de un parque en donde llueve, entonces mis perros galopantes y los pajaritos color marrón se mueven a través de esta luz y esta humedad, es una cosa muy simple, y ser agradecido es muy elemental, cielo, lodo, flores, nada que haya sido y ahora no sea, merece ser meditado, tras una larga enfermedad puedo esforzarme por vivir.

 

El matadero de la nueva era

a una de las novillas en el camión de transporte
le leyeron las cartas del tarot & y
la carta de la muerte apareció/

  no una carta negativa de ningún modo sino

una carta que significa grandes cambios en su vida,

su niño ternero tauro con ascendente capricornio está bramando
en una fábrica de carne de ternera/

  sus cuatro patas desgarbadas rotas

quiroprácticamente crepitada en la cintura/

  confinado a

un empaque de embalaje orgánico (aprovechamiento maderero
sostenible, tan sólo)/

un cristal de cuarzo rosado sujeto a cada
articulación rota para equilibrar el chacra del corazón/

mientras tanto la novilla es marcada sobre el anca
con su signo solar & su carta numerológica/

las vacas son conducidas desde el camión & entran al matadero
de acuerdo al brillo de sus auras individuales/
las luces eléctricas son matizadas con un color lavanda/

& una esencia floral -álamo temblón: para el miedo & la premonición
del futuro/ se le echa a cada hocico espumante
con un gotero/

  & la sagrada motosierra es

llamada excalibur/

  & cada trabajador lleva el

pentáculo (el lado derecho arriba por supuesto) & ellos
jamás cortan en sentido contrario a las agujas del reloj/

  no se necesita

un gurú/ existe la libertad individual/ el
administrador proscribe los óvalos de electrocución por
razones éticas/

  & antes del aplastamiento de su frente/

miramos dentro de sus ojos de largas pestañas tan profundamente como
podemos: como enseñanza universal de amor &
compasión/

  pero no hay mucho tiempo/ ahora

para curar con algún color púrpura a los trabajadores/

mientras todos nosotros la lanzamos a su muerte en una
experiencia extra corporal/

  o quizás ella es abducida por

ángeles guardianes en un ovni/ cómo podemos saber?

todo la pausa con la cual la canción de la ballena jorobada
suavemente abandona sus océanos sobre el sistema de matadero de
la nueva era/

  se detectó entre los trabajadores que

se estresan menos cuando esto se hace jugando e
incluso trajeron macetas de marihuana al salón de té/

el pesado cuerpo de la vaca (aún estremeciéndose) es arrastrado
arriba sobre el gancho/ con su nuca abierta en dos
no puede retener aire & sangre/

  & un grito de los trabajadores

te libera a ti mismo a la fuerza vital universal!/

para este húmedo renacimiento su piel es desollada al vapor/
y la sumergimos en algo de jalea real & hierba de la vida/

esta noche celebramos su muerte & masticamos su grasa
& digerimos su cadáver/ sabiendo que somos uno con
ella & que ella está en paz/

  & para aquellos que

quedaron atrás: un lindo masaje con aceites esenciales para relajarse
de su estrés.
 

¿Cómo hacen el amor los detectives? 


¿Cómo hacían mis padres el amor/ era al estilo de los 50’s/ 
en piyama y bajo las sábanas/ podía mi 
padre desconectarse del trabajo así como apagaba 
la luz/ cuando hacía el amor con mi madre en la 
oscuridad/ reían ellos/ aun cuando él me dijo 
que apenas se la podía clavar cuando estaba borracho/ aún 
recogía él los trocitos & pedazos de la gente 
debajo de los trenes/ o las sobras de los accidentes de motocicletas/ 
muslos ensangrentados & mujeres sin piernas & torsos 
sin ojos/ acariciaba él los pechos sueltos de tumefactos cadáveres 
con botas de concreto sacados de los ríos?/
     ¿era el cuerpo de mi madre la autopsia o la imitación 
pornográfica de su blue movie/ & era 
su pene la 38 automática o el bastón negro que 
utilizaba para apalear/ era su lecho marcial como el frío 
fondo del río agitando los cuerpos de muertos 
no encontrados?/¿cómo hacen el amor los detectives?/¿hablaba en clave
entre su suave lóbulo o susurraba una dulce parla doble 
entre sus labios/ grababa él sus suspiros 
nocturnos & sus palabras comprometedoras/ escribiéndolas en 
la libreta de informes de su corazón para ser retenidas/& usadas en una corte 
judicial como evidencia legal contra ella/ la mantenía él
contorsionándose extraviada de sí  misma bajo estricta vigilancia?/

¿podía él amarla/ abriendo su blusa azul o sacando su vestido 
entero por arriba/ arrojando sus armas enfundadas sus 
esposas & su escarapela de identificación/ podía él olvidar 
las prostitutas, los drogadictos, las criadas que gritan, 
las esposas golpeadas, disparos, escándalos & suicidas/ las mujeres en 
prisión & las violadas & sangrantes mujeres asesinadas/ podía 
él desconectarse de ellas/ como apagaba la luz de 
la alcoba/ qué sentía él en la oscuridad/
con el tibio cuerpo de mi madre a su lado/ se permitiría a sí mismo dejarse ver
completamente desnudo/ por sus adorables y sexis ojos 
semientornados/ o por las duras sentencias de la corte &
las miradas del bajo mundo/ amenazando 
delatarlo & destruirlo/ iba él encubierto por miedo 
de ser hallado?/
                              ¿tomaría él sus señas o acaso la siguió/ podría haber 
él dado una descripción completa de 
la mujer que lo amaba/ encontró mi madre un hombre 
tembloroso & vulnerable/ tomó ella sus huellas & 
y lo enfiló/ se delataba acaso él un segundo antes del 
orgasmo/ sólo para ser montada rompiendo & entrando/ 
antes de su propia pequeña muerte, antes del estruendoso sonido 
telefónico/ antes de la llamada de la infracción de cada día / 
la toma apresurada de su uniforme/ en el frío 
& cortante aire/ el impaciente llamado a la puerta?/ 

¿podía él amarla del modo que ella lo amaba/ o 
le pondría él una infracción/ su frío corazón 
prohibía/ congestionado entre escombros de carros/ solitario 
y perseguido por criminales sobre grises plataformas de tren/ 
apaleado en clubes nocturnos o en los burdeles de kings cross/ sollozando 
en vacías radio-patrullas o en sombríos y enormes furgones policiales/ 
oscuramente enamorado, completamente solitario/ 
con la uña del pulgar mordisqueada en las rondas por el vecindario/ 
en las más tempranas horas de la mañana/ los dudosos silencios de su 
espera / el radio de dos bandas, abandonado/ captando interferencias, 
desconectado/ el corazón prisionero/ ella suspira, él tose?

 

Gimiendo en los enrielados 

Ustedes dejen ya de gemir, mientras uno por uno son descuartizados,
rampas de madera arriba hacia la trampa de muerte & está bien eso
de golpear sus cuernos curvos contra la tina.
& ya es suficiente para sus cascos polvorientos & rajados que estampan su último trueno
entre este silencio que llamamos Ngemba.

De qué modo me llamabas, con tus manchas brillantes & tus peludos abrigos.
De qué modo llamabas con tus ojos silenciosos.
Pero tu rescate estaba por fuera de mi alcance,
mientras yo te miraba, enmudecida, entrar en la máquina de pelar y rebanar.

De qué modo te dije adiós, mientras eras muerto & descuartizado,
mientras eras engullido por la industria.
Así que ya basta para mí de llanto,
& entre el peligroso sol ardiente, seco las lágrimas que corren por mi clavícula
& está bien para mí de arruinarme & desfallecer & llorar por una vez.

Existe siempre el chivo que te penetrará,
que mirará dentro de ti, ojos vidriosos, recuperado,
insumiso a la cuchilla, a la rotura del cuello.
& al lado de su sobrecogido terror,
siempre hay el chivo que temblará interiormente,
mientras sus viejas rodillas se traban y pelan
& éstos son los chivos que tienes que dejar atrás,
mientras sus vías respiratorias se llenan de sangre.

En el lugar que llamamos Ngemba,
donde los cuervos se posan sobre el enrielado & se inclinan a los lados en el calor,
sudando entre las plumas, a través de las armazones retorcidas de cajas,
rellenando su día con mi performance.
Pero estoy demasiado estremecida para espantarlos, blandiendo contra el enrielado,
la estiba que hay al fondo de la línea.
Mi sangre corre honda & fría
& los cuervos eran muchos cuando el sol cayó
finalmente en Ngemba

& cuando un millón de estrellas frías restalló tras el tanque de agua
& cuando la escarcha silenciosa & plantada sobre las peludas pieles 
& cuando los chivos dormían su última noche de pie en los reclusorios,
al lado del vacío & frío aparato de sacrificar dejado 
por los hombres que habían partido a casa en Bourke,
con la sangre en sus botas
& sus manotas oliendo a aceite 
de la cerviz de los chivos,
mientras sus cuellos eran forzados a romperse.

Está bien, en la arenosa mar del desespero, resistir, hermana.
Mi cuerpo el vehículo para sollozar, para el desfile de chivos salvajes,
Es como un árbol viejo sacudiendo, esparciendo sus semillas a la altura.

Es como madera podrida rompiéndose por dentro.
Sus, está frío ese viento, está helando. Unas pocas estrellas mayores merodean ya.
Todos los viejos cuervos negros causando inquietud, desde hace siglos.

Muy a menudo, un gemido del matadero había estremecido el aire,
entonces los cuervos volaban para luego posarse de nuevo,
mientras aquellos chivos morían, ocultamente.
Desde aquí, es fácil de ver,
que más allá de la forma del cuerpo,
& de los lugares que escojamos para habitar,
el grito fue tanto de humano como de chivo.

& los cuervos negros dijeron: Está bien, hermana, ya basta de llorar & por un momento
estar decrépita, en el lugar derruido que llamamos Ngemba.


Coral Hull nació en Paddington, Sidney, Nueva Gales del Sur, Australia, en 1965. Es la autora de 25 libros que incluyen poesía, ficción en prosa y fotografía digital. Su trabajo ha sido publicado en revistas literarias de Estados Unidos, Canadá, Australia y el Reino Unido. Ella ha leído poesía en diversos Festivales y encuentros tanto en su país como en el exterior. Libros publicados: In The Dog Box Of Summer in Hot Collation, Penguin Books Australia, 1995; William's Mongrels in The Wild Life, Penguin Books Australia, 1996; Broken Land, Five Islands Press, 1997; How Do Detectives Make Love?, Penguin Books Australia, 1998; Remote, Thylazine Publishing Australia, 2000; y Zoo (con John Kinsella), Paperbark Press, 2000. En prensa, se encuentran, «A Note For Johnny,» (Chapbook), River Press (USA), 2001; Inland, Zeus Publications, 2001; Bestiary, Salt Publishing, 2001; y Holy City, (Chapbook), Vagabond Press, 2001. Coral es editora de Thylazine, una revista literaria electrónica que difunde artículos, entrevistas, fotografías, y el reciente trabajo de escritores australianos y artistas que trabajan en las áreas del paisaje y de los animales.

Última actualización: 06/12/2021