Miguel Méndez Camacho (Colombia)
Por: Miguel Méndez Camacho
Para Natalie Wood
Nunca supiste que tuvimos amores hacia finales del cincuenta y siete.
Eras entonces una actriz de reparto y yo simplemente un extra, en el rodaje de mi rumboso sexto de bachillerato.
Por eso tu recuerdo, en la falsa neblina de los fumadores aprendices, eran tan pegajoso como los chiclets Adam's, tan enervante como el coctel de ron con cocacola y más contagioso que los boleros de los Panchos.
Tengo viva la rabia por tus incumplimientos a mis fiestas de rumbas y nostalgia, donde estuve esperándote. Y no acepto todavía tu tonta excusa de filmar en Hong Kong o viajar a la metro goldwin meyer a recibir el Robert Wagner que te habías mandado hacer sobre medidas.
Te fui entonces infiel con una colegiala, que impedida de copiarte los senos te plagiaba el peinado y prometí incumplir las descaradas citas que me dabas en el neón tristón de los teatros.
Sin embargo, seguimos tropezando en las penumbras de mi cine continuo de los sábados y era evidente que algunas de tus miradas más picantes tenían la dirección de mi butaca. Pero tu escandalosa vida de farándula me obligó a desistir de ofrecerte el papel estelar en la película de mi historieta provinciana.
Ahora, un poco más antiguo pero igual despistado, me entero de tu muerte, ahogada en un lago de uisqui y el colegial que ocultan mis solapas me ordena enlutecido que te escriba esta carta.
Kampeones
En la revista del colegio
una fotografía de treinta años atrás
donde estamos posando sudorosos
después de la victoria.
Todos tenemos un aire de grandeza
que hemos ido gastando:
El gallego Tomás
el pecoso Pedroza
el maracucho Antonio
que hizo un gol memorable
y ahora tiene
una casa de citas en Valencia.
El tatareto Vega
que era puntero izquierdo
y ahora juega a político
por el ala derecha.
Siboney el negrito centro-medio
Y Juan Ramón "Pocillo"
-porque tenía una oreja, solamente.-
Al respaldo con mi letra de entonces
una larga leyenda que comienza:
Campeones (con K)
el nombre y los apodos del equipo
los goles y su hazaña
-con fecha y hora-
de esa tarde de marzo
cuando fuimos
brevemente inmortales.
Noche de viajero
Sudas, maldices en voz baja,
cierras los ojos y
persigues un sueño grato que tuviste
en la última temporada de vacaciones.
Maldices otra vez
para apagar la luz
implorando que acabe la vigilia.
Entretanto
la noche se diluye en ruidos vanos:
el quejido del tren que sirve de cuchillo
para punzar la oscuridad,
el ajetreo de pasajeros y equipajes,
los minutos marcados por el reloj de agua
de un grifo que gotea.
Sudas copiosamente
y alargas la mano en la penumbra
Miguel Méndez Camacho nació en Cúcuta, Colombia, en 1942. Es poeta, abogado, periodista, y profesor universitario en diversas ramas. Fue ministro consejero d e la Embajada de Colombia en Buenos Aires. Ha publicado dos libros de poemas: Los golpes ciegos (1968) y Poemas de entre-casa (1971) y dos libros de crónicas y reportajes: Papeles (1978) y Perfil y palote (1983). Instrucciones para la nostalgia recoge algunos de los poemas publicados.