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Eleonora Requena (Venezuela)

Fotografía tomada de La Parada Poética

Por: Eleonora Requena

 

te preguntas para qué has de escribir
si ante el libro de poemas predilecto
todas las palabras nombran lo que
tus sueños dibujaron.

y estas pleno de imágenes ajenas

te conmueves con un mínimo sonido
el soplo de las cosas persistiendo
mientras entras en la tarde
y ya es imperativa tu renuncia
entonces entiendes que callar
es el poema

*

 

Te encuentras entre letras para ahogar mermado don
en compañía y distracción la vida se acompasa
clarea tu desdén      y arrecia
sin embargo en un minuto probo paladeas el matiz
de tus ausencias      tu opción
hacer contigo paces o hacer guerra

 

Mandado

Se me dijo bébete la risa      drágate serena en tu butaca      sin levantar la voz  arrúllate   
mora como un vaso que recibe      deja abierta esa puerta      ella es calladita   
no te palpes   
mójate en el agua tibia      sin vacilación      no te demores      sal de ahí      cúbrete
la piel mojada      y  siempre asiente
casi obedecí      pues vivo

 

*

 

no puede  inmiscuirse un verso saludable en esta tarde tironeada  por el tedio
imposible convocar a pajarillos  cobijarse en la cornisa     un hombre tambaleante escupió
toda su molicie en mi zapato     deben ser las seis  reverbera     aturde tanto atisbo     
mejor será colarse en un café
y en paz sorberse

 

En levitante exploración de un sueño
pacen  en  la  charca  mis  escombros   aúnan al clamor de estos desechos
más sanguaza  y  ristras de improperios
yerguen  los  guindajos de un dolor  que bajo gasas 
es oculto  a  la  mirada  de un extraño
Son estos despojos el festín de un buitre  
manan del gran cuerno de la noche

 

*

Me dice la espera
no me aguardes
no sabrás
por donde vengo
ni a cual hora
en menoscabo
de tus noches

Ayer tuve los ojos
quebrantados
inaudita madurez
contemplativa
y no ver nada

yo me duermo
con los ojos encendidos

llega
 

 

 

Sed

Aqueste la verdad no hay voz ni oreja
Boca sentenciosa ronda angustias
Córrete franquicia del dolor manido
Sala cicatrices  Mora en un silencio
quebrantado
Borde del vocablo
no nacido hinca tu colmillo 
excreta
Dicta con murmullo al peregrino
canto aletargado la querencia
Hoy se ha amurallado la esperanza
grávida de esperas
derruida

 

Aurea mediócritas

               
Ayer      hace diez años debo confesar me hice algún fraude      trabé una arenga
con mis pasos 
y poco escatimé en recursos para hacer de mi memoria un breve y denso
cúmulo de horrores
y no fue justo alimentar de oprobios mis recuerdos
se me es dada la oportunidad de renombrar la historia
harta de apetitos matinales y nocturnos      arrellanada
en la  apacible medianía      no podré      sería insulso en este cómodo sillón
intervenir  tales despojos
ahora he de tomarlos con mis dedos      les dejaré pacer en el olvido

 

*

               
En levitante exploración de un sueño
pacen  en  la  charca  mis  escombros  aúnan al clamor de estos desechos
más sanguaza  y  ristras de improperios
yerguen  los  guindajos de un dolor  que bajo gasas 
es oculto  a  la  mirada  de un extraño
Son estos despojos el festín de un buitre 
manan del gran cuerno de la noche


Eleonora Requena nació en Venezuela en mayo de 1968. Con el libro de poemas Sed (1998), obtuvo una mención en el Concurso Literario Semana de la Juventud. Con el libro Mandados, obtuvo el Premio de la V Bienal Latinoamericana de Poesía José Rafael Pocaterra (1998-2000). También publicó: Es de día El Pez Soluble, 2004; La Noche y sus agüerosEl Pez Soluble, 2007; Ética del aire (bid & co. editor, 2008). Reseñas sobre su obra poética han aparecido en diferentes revistas y diarios venezolanos. Curso estudios de Literatura en la Universidad Católica Andrés Bello. Participó en los talleres de Creación Literaria del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (CELARG), donde publicó en su colección Voces Nuevas (1995-1997), Caracas, 1999.

Última actualización: 22/11/2021