Elmo Valencia (Colombia)
Por: Elmo Valencia
País de las neblinas
Concierto de Rock en el Vaticano Extraña mujer ha llegado a mi vida.
Tiene la nariz de Atenea
esculpida por Fidias.
La mirada de Greta Garbo
buscando amor en el blanco telón de un cinematógrafo
y canta con la sensualidad de Madonna.
Me dice: Espérame ya regreso,
debo dar un concierto de rock en el Vaticano.
Es verdad. Veo el concierto por televisión
Las once mil vírgenes gritan histéricas
desgarrando sus vestiduras
Esta extraña mujer se pasea por todas las habitaciones, desnuda.
Fuma marihuana, desnuda.
Baila sobre mi libro preferido ¨Histoire d' O¨, desnuda.
Cansada la acuesto
y tengo que besarle las nalgas para que se quede dormida.
Ella, en cambio, no besa, muerde.
Mi cuerpo está lleno de cicatrices.
Cuando me desea, no dice: "Ven, penétrame".
Comienza a rugir como una leona en celo.
Antes de que saque las garras y me devore
me le monto encima.
Y así nos quedamos meses enteros haciendo el amor
Hasta que el Papa la manda a llamar
Para que dé otro concierto de rock en el Vaticano.
El arte de amar
Si hacemos el amor
encima de un puente
es posible que el puente se caiga
Si lo hacemos en un arrozal
la humanidad se quedará sin arroz
durante un siglo
Si lo hacemos encima de un huevo
pobre huevo
Y si lo hacemos frente a un cuadro de Picasso
al instante un embarazo
Si lo hacemos en el baño de un avión
ese avión no llegará nunca a su destino
Si lo hacemos en un automóvil último modelo
existe la posibilidad de que el automóvil
haya sido robado
Y si lo hacemos debajo de un árbol
es posible que un pájaro
nos cague
Para no tener ninguno de estos inconvenientes
lo mejor que podemos hacer tú y yo
yo y tú
es hacerlo aquí donde nos encontramos
abrazados y desnudos
hasta que la muerte nos separe
Concierto de rock en el Vaticano
Extraña mujer ha llegado a mi vida
tiene nariz de Atenea
esculpida por Fidias
La mirada de Greta Garbo
buscando amor
en el blanco telón de un cinematógrafo
Y canta con la sensualidad de Madonna
Me dice: Espérame ya regreso,
debo dar un concierto de rock en el Vaticano
Es verdad. Veo el concierto por televisión
Las once mil vírgenes gritan histéricas
desgarrando sus vestiduras
Esta extraña mujer se pasea
por todas las habitaciones, desnuda
Fuma marihuana, desnuda
Baila sobre mi libro preferido ”Histoire d’Oro”, desnuda
Cansada la acuesto
tengo que besarle las nalgas
para que se quede dormida
Ella, en cambio, no besa, muerde
Mi cuerpo está lleno de cicatrices
Cuando me desea, no dice: Ven penétrame
comienza a rugir como una leona en celo
Antes de que saque las garras y me devore
me le monto
Así nos quedamos meses enteros haciendo el amor
hasta que el Papa la manda a llamar
para que dé otro concierto de rock en el Vaticano
Oda al condón
Condón de la ternura y la decencia:
No te imaginas cómo estoy de agradecido
contigo por proteger mi bálano y mi tierno prepucio
Eres más importante que Luis XV
un rey que en realidad no fue muy importante
Y que Madonna
Cuando abro la hermética envoltura donde habitas
al instante brotas como flor de peyote
Y cuando con mis manos te coloco
en mi sexo y saxofón
comienza el concierto
para incendiar la soledad de dos cuerpos
La historia reconocerá tu empeño
por evitar que ese virus nefasto
del cual se habla con miedo en las alcobas
nos pegue la enfermedad del siglo
que es el siglo más oscuro que ha tenido la tierra
No hay ano ni vagina que no reconozca tu deseo
de que el amor sea una dicha
y no un arrepentimiento
Lástima que Miguel Angel
el de la capilla Sixtina
esté angelicalmente muerto
Si viviera te estaría pintando
en forma de cohete nuclear
volando con dirección al útero de la vía láctea
Pero estas son puras imaginaciones mías
porque nací poeta
especie que se extingue
Te admiro mucho por la misión que cumples
a sabiendas que una vez terminado el acto
los hombres siempre desagradecidos
te tiramos con asco a la taza del inodoro
ese artefacto que Marcel Duchamp
embelleció con su arte
Lo mágico de la evolución
y de la transformación de la materia
es que al otro lado de las aguas negras
los recicladores de la industria moderna,
te reciben con los brazos abiertos
para que mañana
ya no seas un humilde condón de látex transparente
sino una bolsa de plástico
donde en los supermercados nos meten la comida
Poema Infinitesimal
Amémonos al pie de la letra
de una canción de los Beatles
Al pie de un verso surrealista
O de un volcán sacando chispas
Al pie de un ejército de pájaros
Al pie de mis zapatos viejos
Al pie de tu brassiere de cuero de rinoceronte,
cazado por Heminway
antes de que se pegara un tiro,
decepcionado de los fusiles
Para que tú y yo no nos decepcionemos,
amémonos al pie de un cañón del museo
O al pie de un reloj despertador
porque el polvo del amor
tiene un sueño profundo
Amémonos en las buenas o en las malas
Detrás de la computadora, regalo de tu madre,
que en paz descanse
Cómo me gustaba verla descalza
dándole de comer a las palomas
blancas como tus senos, tu ombligo
y tus aristocráticas nalgas
Amémonos lejos del mundanal ruido
O cerca del aeropuerto
para oír el rugir de los motores de los aviones
cuando estemos unidos con los cuerpos ardiendo
En fin,
amémonos hoy jueves
porque mañana lunes es imposible
Elmo Valencia (Cali; 29 de marzo de 1926 - 12 de septiembre de 2017). Fue cofundador del movimiento nadaísta colombiano, junto a Gonzalo Arango, Jota Mario Arbeláez, Eduardo Escobar y otros poetas y escritores. Poeta, novelista y ensayista, tuvo contacto tempranamente con los escritores Beats de la generación del 50 en Estados Unidos. Se graduó en Ingeniería electrónica. Cuentos del universo humano es uno de sus libros publicados. Según su opinión, si no hubieran matado a Jorge Eliécer Gaitán, no hubiera surgido el Nadaísmo.