Blanca Castellón (Nicaragua)
Por: Blanca Castellón
Pendiente
Baja por la tensa cuerda del lenguaje
con todo el peso de tus palpitaciones
llega hasta el extremo mismo del asombro
te darás cuenta
que la tarde se sostiene en la blasfemia
que las estrellas son deseos incumplidos
que la angustia
es en realidad el futuro
entiende de una vez
cuanto cuesta ser humano
Sereno
Alguien me vigila desde el agujero
que el mismo ha perforado
en el centro de mi hora larga
dilata su pupila
cuando me ve morder los barrotes de la noche
para dejar entrar el fantasma de un arcángel
observa paso a paso
con morboso placer
mi manía de recoger
la pelusa que suelta la desolación
lee sin permiso todas las notas
que me envían los siglos anteriores
ya sabe donde escondo la flor de la esperanza
y eso es lo que me asusta
no vaya a ser la mala suerte
que en descuido de mi parte
se la lleve orilla opuesta.
Ella y yo
Mi enemiga tiene nombre de luna. Escribe y le gusta mirarse en las frutas cuando deciden abandonar la rama. Les sigue la pista hasta verlas convertirse en fuego donde funde cadenas que sus pies no soportan. Siempre esta merodeando las piedras y las interrogaciones y los silencios. Con esa sustancia embadurna las hojas y cuidadosamente las esconde del viento. Jura y perjura que las aguas del río corren felices hacia tus manos para obligarlas a posarse en su vientre. Mi enemiga es blanca y te ama igual que yo cuando no pienso en nada. Cuando cierro los ojos y me besas simplemente la frente.
De SINÓNIMO ANTONIMO Ediciones 400 elefantes 2002
Sin embargo
A veces la tierra es cariñosa
Que hermoso abandonarse
a los besos que la tierra
con sus labios hinchados
le regala a los pies
antes de escupir y hacernos
temblar con sus reclamos
para acariciarla descalza
le froto
el vientre
el ocre
la grama
el fruto
abro ventanas
y le grito
-¡ te quiero!-
a veces se queda callada
como cuando estas ausente
a veces me contesta
con florecillas blancas
o algún durazno
y otras veces se humedece
de puro cariño que me tiene.
Luciérnagas
Como pedernales
frotáronse
palabra y piel
y se encendió
el amor
Abracadabra
Vuelvo a la punta
de una palabra tuya
cualquiera que rescate
lo que olvidé
de una copa derramada
en la piel de la esperanza
del humo de un cigarro
dibujando figuras suculentas
entre dos bocas
de todo aquello
que se va
que sube y baja
en lo íntimo del forcejeo
y el abracadabra
que abre sus puertas
al todo contra todo.
Gajes del oficio
Sentirse bajo la lupa escrutadora
de una sombra indefinida
no mover la pluma ni los labios
que suenan como hielo
al contacto del cristal
andar de puntillas en la casa
para no despertar sospechas
para no engordar la duda
que flota en el ambiente
la duda en cuanto al oficio
parasitario y nada noble
de escribir
y volar
y suspirar
y decir
y decir
que en un brote
de tinta
se erige
la esperanza
contorno
certero
y verde
inalterable
de la razón
y el corazón
que a paso lento
camina hacia la cima
iluminada
con el foco
Amnistía
He salido de la cárcel
pocas veces
no tengo mucho que ofrecer
para cubrir la fianza
sin embargo he visitado otros
espacios que conservo aquí en mi celda
un disco de Gardel
un recipiente para el mate
con pajilla de plata
las obras completas Borges
de Girondo y de Cortazar
son velas encendidas en
mi altar a Buenos Aires
un Alebrije
y un traje completo de Tehuana
es el trozo de Oaxaca
aquí en mi encierro
un sombrero de mariachi
semillas de chile jalapeño
y un frasco de mole
sin usar es el México
que renace en mi jardín
Huidobro
Neruda
Zurita la Mistral y un litro de pisco
conservado en un Moais es Santiago
mi Chile sudando
en esta hoguera
Nueva Orleáns
Washinton y la Florida
colorean el mismo álbum
donde encienden sus luces
Boston y Nueva York
de Colombia guardo cumbia y ballenato
ondeo una bufanda terracota
que un joven en pleno festival de Medellín
intercambio por un poema que escribí
Centroamérica entera con su voz y su color
decora los barrotes que frecuentes ceden paso
a la palabra, al vuelo y a la libertad del canto.
extraño Paris Madrid y Roma
respiro la esperanza de cruzar el charco
morir cualquier día del que no tengo noticia
bajo lluvia o en la plenitud de la sequía
tratando de llegar a la otra orilla.
Blanca Castellón nació en Managua en 1958. Entre sus libros publicados están: Ama del espíritu, 1995; Flotaciones, 1998 y Orilla opuesta, 2000 -Primer Premio Internacional del Instituto de Estudios Modernistas, en Valencia-; Los juegos de Elisa (2005). Fue cofundadora del Centro Nicaraguense de Escritores.