Renato Gómez (Perú)
Por: Renato Gómez
abolición de la muerte
en lo inmediato hay quizás un primer paso no a la redención mas si a un lazo estrecho entre el deseo y las fuerzas físicas que dominan la materia. redención es por otro lado la constante subversión del uno mismo en un apartado propósito de abolir no a la muerte más si al estatismo frente a lo real, factor que produce casos de condicionamiento, opresión constante y degenerativa. el paso más certero estará entonces en forzar las facultades propias hasta el grado exacto de explosión en cadena, aumentando así la desproporción entre lo absoluto y la urgencia de sentido. lo que refiere a la distensión moral podrá reconocerse entonces como un degenerativo de cierta redención, es decir la descomposición de clasificaciones de todo orden. el problema siguiente será el de la memoria lo ideal sería contemplar directamente el pensamiento, ahondar en sus mezclas falsas sin desconocer la profundidad y trascendencia acuosa de sus propiedades. urgirnos a dejar de lado la contundencia de lo abstruso y escatimar, fríamente sobre los zócalos y sistemas neutrales de nuestra raza una posible lucha, sus costos y la cantidad de muertos necesarios para diluir la permanencia del ser sobre la tierra-propagar una ceguera calma y fría entre los hombres)
la relación del hombre con el objeto no es en absoluto sólo de posesión o uso.
no, sería demasiado sencillo. es mucho peor.
la cuestión está en develar cada objeto hasta el hartazgo, de la manera más ordinaria.
entiéndase una extremidad del cuerpo. una protuberancia de la masa de fluidos y carne y hueso que nos transita. como cualquier objeto la extremidad cumple
las mismas funciones a diario, al grado de no percatarnos que
sin siquiera un pedazo de esta extensión de masa podríamos cifrar cierta armonía
desde la creación (y hasta en sus límites). el ala recta de un animal por el contrario, evade el juicio que podamos recrear sobre nosotros. como cabo imposible es la reiteración de lo que no ha sucedido aún en la tierra.
reorganiza al vuelo una nueva dimensión del firmamento, acercándonos acaso
a la falsa memoria de algún paraíso exhausto.
y mientras reanudaba al radiante abismo que aquí lo condujo, tuvo el poder y pensó: es cierto, el mundo soy yo"desprovisto de identidad"atrapado en las junturas de esta dimensión estéril, inexacta, acaso el único animal viviente.
abandonados los cuerpos habrá que reparar en algún idioma que proponga como límite extensas franjas de ruido- - - (abolido el silencio quedará recapacitar sobre los verdaderos colores del universo. se habrá desgajado el conocimiento en dos factores primordiales: la densidad y el vacío, propiedades de todo organismo que no escatima precisamente en el desarrollo de procesos sensoriales, sino más bien en la ausencia de, en la sola acumulación de facultades ultra terrenas suficientes para negar al sol, al hombre y al origen del uno.) una línea recta al hueso de la órbita nos tranquiliza en proporciones desiguales no es en el transcurrir de hechos que acometemos sin descanso sin embargo es en la insipiencia y costumbre que acaba y se pierde el deseo las superficies y bordes, cada cambio de color y volumen
Renato Gómez nació en Lima, Perú, en 1977. Bachiller en Literatura por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Dirige desde 1998 la revista de poesía Girabel. Publicó la plaquette El Hueso de la Órbita (2002) a través de El Artefacto Literario (http://go.to/artefacto), revista digital de poesía desde Suecia, dirigida por Mónica Saldías. Ha realizado traducciones de los poetas William Blake, Lenore Kandel, Delmore Schwartz, Adam Zagajewski, Diane di Prima y William B. Yeats. Colabora con la revista argentina Tsé-Tsé, que dirige el poeta Reynaldo Jiménez. Ha participado de diversos proyectos editoriales así como publicado en revistas como Etcétera, More Ferarum y Taller. Actualmente prepara su primer libro además de realizar estudios sobre el poeta peruano Juan Ojeda. Traduce L'Ombilic des Limbes, de Antonin Artaud.