Laura Yasan (Argentina, 1960)
Laura Yasan (Argentina, 1960)
genealógica
las hijas del nuevo mundo son blancas como las luces de los shoppings pálidas como los panes de mc donals translúcidas lágrimas finales de best sellers
las madres huérfanas de las hijas del nuevo mundo fuimos oscuras habitantes de hotel tuvimos negras maneras de mirar queríamos la vida en símbolos extraños películas de bergman
las paridoras frígidas de las madres huérfanas de las hijas del nuevo mundo querían una historia sumergida en channel casarse vírgenes con una réplica de cary grant tener muñecas rubias de mejillas rosadas mascadoras de chicle leyendo mujercitas
las hijas huérfanas de las madres frígidas del viejo mundo queríamos las curvas mullidas de la marylin y el aspecto latino de una amante del che
pero ellas las nietas de la decadencia las hijas del imperio del nuevo mundo sólo desean ser delgadas como un tallo livianas como el ala de una mariposa anhelan despertar con los dedos más largos cada día para hundirlos hasta el fin de sus amígdalas y vomitar sin voluntad lo que resta del siglo
loba negra
viene la loba es cada día más voraz salgo a cazar su presa disfrazada de loca no más de mí para entregar la noche cabe entera en su respiración se rasga en el aullido si llegara a dormirme viene la loba y no hay regreso me pongo el brillo de su ojo feroz y salgo a mendigar disfrazada de burla le traigo pan y ruge carne le traigo sangre y gime agua negra loba de mí no tengo más monto al sudor de su pelaje me arrojo a depredar disfrazada de lástima
palabras no
no hay nada verdadero en las palabras
todo lo que conozco es este parador en medio de la ruta un bloque de concreto bajo el cielo infinito
todo lo que deseo es arrancarme de los pies este vendaje sucio estos zapatos húmedos
lo poco que comprendo viaja de la belleza a la locura de la locura a la belleza y no termina nunca de llegar
tengo ese hábito un tránsito frenético a la luz el fulgor que no existe y me sigue alumbrando como una estrella muerta
todo lo que persigo termina devorándome es el atardecer y no quiero saberlo no quiero moderar el estallido no quiero que se extinga no llegaré a la noche esperando palabras ya fui sequía
si es necesario un bosque para que el fuego arda un día más ahora seré rayo