Rómulo Bustos, Colombia
Por: Rómulo Bustos
Lo eterno
Lo eterno siempre está ocurriendo
ante tus ojos
Vivo y opaco como una piedra
Y tú debes pulir esa piedra
hasta hacerla un espejo en que poder mirarte
mirándola
Pero entonces el espejo ya será agua y escapará
entre tus dedos Lo eterno siempre esta en fuga ante tus ojos
Un Paco-Paco
El paco-paco canta con las patas traseras
Recuerdo un paco-paco que alegró la noche a todos
los niños de la cuadra
porque confundimos su canto con los crótalos de una cascabel
Con palos y mochas la buscamos entre los matojos
hasta que descubrimos el engaño
En realidad
él ya nos había descubierto antes con sus grandes ojos de mirar el mundo
sin entender nuestra alharaca, y entonando el más perfecto de los silencios
que alguna vez hubiéramos escuchado
Pero este paco-paco que ahora miro sobre la ramita del matarratón
ha perdido una pata. Su ambigua pata para el salto para el canto
Es curioso que la voz de un animal
esté en sus patas
Miro al animalito tratar en vano de frotar la una con la no-otra pata
y me es inevitable evocar el conocido epigrama zen
que enigmáticamente se pregunta: ¿ Cómo es el sonido de una
sola mano que aplaude?
¿Existe, acaso, ese sonido?
Y tú, Bustos, tratas también de frotar, de desplegar tus dos patas traseras, tu ala única
y entonces escuchas ( o imaginas o crees o quieres escuchar )
ese otro insondable sonido que te responde
desde qué matojo
desde qué inescrutable esquina del paisaje, desde qué silencio
Sacrificial
El carnicero se va en lenguas
hablando de las bondades de cada una de las carnes del animal. Casi saborea las palabras
El cliente señala difuso un punto en el dibujo que se exhibe en la pared
donde sabiamente aparece seccionada la res en sus diferentes partes para golosa guía del comiente
Sin duda el comido no ha sido consultado sobre la publicidad de sus vísceras
Ah, el comiente
Con sus pulcros caninos, sus radiantes incisivos y sus 356 molares
Pero hay algo de torva beatitud en la demora con que, a veces, el carnicero
rasga una entretela, contempla al trasluz y retira delicadamente
un trozo de pellejo
Quizás, en esos instantes , alguien dentro de él ensueña :
un día cualquiera
un desorientado arcángel, confundido en el tiempo, vendrá y me relevará
de este sucio mandil, detendrá mi mano en el aire de la
mañana y dirá fulgurante : basta, ya ha sido probada tu fe
El cliente, recostado en el mostrador, lo mira con expectante fulgor
Y el ensoñador quisiera indagar ¿ acaso eres tú mi liberador ?
pero dice oferente : ¿ palomilla o punta de nalga ?
Ahora, el carnicero tararea indolente mientras pule sus enormes cuchillos
De la dificultad para atrapar una mosca
La dificultad para atrapar una mosca
radica en la compleja composición de su ojo
Es el más parecido al ojo de Dios
A través de una red de ocelos diminutos
puede observarte desde todos los ángulos
siempre dispuesta al vuelo
Parece ser que el gran ojo de la mosca
no distingue entre los colores
Probablemente tampoco distinga entre tú
que intentas atraparla y los restos descompuestos en que se posa
Escena de Marbella
A Juan Marchena
cartagenero del otro lado del mar
Junto a las piedras está Dios bocarriba
Los pescadores en fila tiraron largamente de la red
Y ahora yace allí con sus ojos blancos mirando al cielo
Parece un bañista definitivamente distraído
Parece un gran pez gordo de cola muy grande
Pero es solo Dios
hinchado y con escamas impuras
¿ Cuánto tiempo habrá rodado sobre las aguas?
Los curiosos observan la pesca monstruosa
Algunos separan una porción y la llevan
para sus casas
Otros se preguntan si será conveniente
comer de un alimento que ha estado tánto tiempo
expuesto a la intemperie
Rómulo Bustos nació en Santa Catalina de Alejandría, Bolívar, Colombia, en 1954. En 2004 la Universidad Nacional de Colombia compila su Obra poética en el volumen Oración del impuro. En 2016 el Fondo de Cultura Económica publica su obra poética reunida bajo el título La pupila incesante. En 2017 publica su octavo poemario: Casa en el aire (Pre-Textos), y el ensayo Muerte de Dios y poesía Moderna en Colombia. Este último, además de una indagación sobre la poesía en el mundo moderno, es un estudio sobre tres clásicos de la poesía colombiana contemporánea: Héctor Rojas Herazo, Jorge Gaitán Durán y Álvaro Mutis. Sus más recientes antologías: De moscas y de ángeles (Pontificia Universidad Javeriana, 2018) y Monólogo de Jonás (El Taller Blanco, 2019). En 1993 le fue otorgado el Premio Nacional de Poesía, concedido por el Instituto Colombiana de Cultura, y en 2019 este mismo Premio nacional concedido por el Ministerio de Cultura.
Su obra ha circulado en muestras antológicas, revistas y eventos nacionales e internacionales, así como en traducciones parciales a otros idiomas. De esta ha dicho el poeta y crítico Juan Manuel Roca: "Gracias a la seducción de un lenguaje de alta precisión, en un juego en el que no sabemos si la flecha da en el blanco o el blanco da en la flecha, como dicen que lo logran algunos arqueros orientales, sus poemas atrapan nuestros sentidos, al mismo tiempo que lo hacen la inteligencia del cerebro y la inteligencia del corazón".
Magister en literatura hispanoamericana por el Instituto Caro y Cuervo. Doctor en Ciencias de las religiones por la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente es profesor de literatura en la Universidad de Cartagena (Colombia), donde dirige la Colección El reino Errante Biblioteca de Literatura del Caribe Colombiano y el Taller de Poesía el ala que no cesa.