El país de los muertos
El país de los muertos
hablo
no hay respuesta
lloro
no hay piedad
miro
no hay color
escucho
no hay sonido
el país de los muertos
Grito, el eco golpea
la muerta roca
sobre secos muñones
pateo, mi artejo mutila
lloro, no hay piedad
el país de los muertos
he buscado la salida
pero no escucho búhos
ni loros, las olas golpean lejos
sobre despojos de barcos
la arena observa conmigo
el país de los muertos.
Sonoras misiones
Te envié una gargantilla
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con un toque de mis venas |
que cantaba el tenor
esperados por una paloma
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que flota sobre las chimeneas |
Te envié un perfume
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con un suspiro de mi aliento |
soprano canturreado
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que rezuma por encima del océano |
y espera una sirena
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que flota más allá de los corales |
Te envié un mensaje
que titila en el espejo
en medio de escollos
Entonces vete
Vete entonces, del modo que escojas, flor de hibisco
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aquí estaré, donde ladran los perros |
justo aquí, donde las ranas croan
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esos senderos pavimentados de plata |
bandas de onda ininterrumpida
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aquí estaré, aquí, con las lluvias del niño |
y la cosecha echada a perder.
Vete entonces, por la senda del nuevo sonido, cúspide del mapa
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se abrirá para ti un nuevo firmamento |
una nueva galaxia para tocar los planetas
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vete entonces, vete por la nueva vía láctea |
encontrarás a aquellos que se fueron antes
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retornando a través de un sendero inusual |
pero aquí estaré, aquí donde aúllan las hienas
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justo aquí, donde la escoria social |
rescata los montones de basura de abandonados patios
Vete entonces, por la vía de los nuevos destellos, túnel en servicio
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que te llevará al jardín de leche y miel |
vete entonces, sigue el aroma del nuevo maná
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que durará hasta el final del otoño |
y allí estaré, donde los inviernos vienen
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y todas las ramas se secan hasta otra primavera. |
Traducciones desde el inglés de Rafael Patiño.