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Iren Baumann, Suiza

Fotografía tomada de la web del Hotel Altstadt.ch

Por: Iren Baumann
Traductor: Jona y Tobías Burghardt para Prometeo

Equilibrio

En esta casa
me asalta el vértigo
aunque amo las puertas abiertas de par en par
pasillos largos
y ventanas vibrantes
las barandillas bajas de las terrazas
de viguetas turquesas

Cuidado, no te caigas
le dijo el padre al niño,
cuando se inclinó sobre el hoyo
fue a la tarde
nos habíamos reunido
en los pulidos herrajes
se espejaba el aire

 

El paraíso

El paraíso
para unos alimento
un techo sobre la cabeza
para otros cajas fuerte llenas
y para otros más
un sueño ingenuo de un jardín
consagrado a los muertos
que deambulan
sin echar sombras
murmurando callados

Lo pisan pies vivos
en un instante de felicidad terrenal
destiñe el rojo aterciopelado
tremolan las praderas
de las alas azules del martín pescador
se despeñan plumas
el pavo blanco grita
espanto se apodera del ciprés de Cachemira
sacude al cedro libanés un temblor -
el guardaparque
te indica la puerta

 

La señal

Bajo la catarata
desde el verde manantial
saltó un ojo guiñoso
con patitas de araña
a la roca
oteó
cruzando el estrecho
los troncos talados por la tormenta
las ramas pendientes
la brecha de luz
en ascenso empinado al mediodía
sombras de búfalos
recostados sobre la piedra
sumergidos en el agua
con majestuosos lomos
sobresalientes
huyó
huyó hacia lo desconocido
a las ciudades
se prendió de un portal
un muro
bajo los rieles
te está miran-
do

 

Mujeres

Me visto de seda roja
para que sepan, con quien se meten
tomo en el brazo a la muchacha junto a mí
y les hecho una ojeada
busco la del cartel con
escenas sorprendentes
y se quedan atónitos, giran la cabeza y murmuran
Ajá, piensan
es una de esas
e intercambian miradas
y hurgan en las carteras
cae un portazo
de golpe estruendoso

 

El convite


Convido a todas mis angustias a la mesa
me siento enfrentándolas ojo a ojo
y converso seriamente con ellas -
 
Así no va, digo
esos asaltos a mansalva
tan pronto me abandono al sueño
 
Como debemos mudarnos constantemente
por los precios estrafalarios de los terrenos
tienen un juego demasiado fácil -
 
Giran la cuchara en la taza y murmuran
asienten y pellizcan
los velos negros como la noche -
 
Podemos hacer un convenio, digo
cómo podré aplacarlas
no pedirán el primogénito -
 
Agradecen corteses
los bocadillos crocantes
y se despiden con las manos -

Quizá tengan compasión, pienso
muchas veces ayuda un gesto amistoso
o reconocer su impotencia -
 
Entonces golpea la puerta cerrada por precaución
y la decimotercera, no convidada
echa una maldición

 

Galatea


Qué miran
flores de granadilla
pimpollos de oleandro
desde vuestro rojo
tinto bermellón
el mío
que traicionero
sube por mis mejillas
cuando él de pronto
da un salto sobre
el muro
mi muro
mi murito
mi parecita
mi mejorno
mi obuenosí

 

Burlados

 
Depositados en sótanos mohosos
abrigos usados por mucho tiempo
ellos, que nunca lo han hecho
comienzan a respirar, andan
en sus agujeros
que no se pueden pasar a otros
ni usarlos
ni mucho menos
tirarlos
 
Basta ya de lastre fue la divisa
no guardarlos, siempre listos
dejarlo todo
los trastos se acomodaron
se independizaron
representan obras de teatro
imitan intrigas
hacen de humanos

Ciertos días

 
En aquel libro había un pasaje
sobre el encuentro con Giulietta Masina
parecía enajenada
acosada por imágenes sombrías
mientras que a la vista de la visita
su esposo famoso residía
 
Busqué esa parte
para leérsela a alguien
volví a leer todo el libro
página por página
ni una palabra sobre aquella
casa en Roma
 
Me pregunto si cambian los libros
aletargados en su estancia
al releerlos a menudo presentan
párrafos adicionales
una escena fuera de la memoria
o baches
 
como el amigo que en ciertos días
hace volar palomas de bolsillos invisibles
y en otros, como si por poco
se hubiera salvado de la cárcel,
se queda lánguido y ensimismado
quieto


Iren Baumann nació en 1939 en Cobham, Inglaterra, aunque es de nacionalidad Suiza. Estudió pedagogía e hizo varios viajes a Italia, Polonia, Francia, Inglaterra, Checoslovaquia, Nueva York y Sarajevo. En 1999 dejó su empleo para dedicarse exclusivamente a la escritura. En antologías y revistas se fueron publicando sus poemas desde 1987. Tres años más tarde aparece su primer libro de poemas "La habitación azul" en Renania, Alemania. En 1991 la ciudad de Zurich le posibilita un año laboral como poeta y es huésped de honor del cantón de Zurich. En Renania vuelve a salir un libro, titulado "En dirección desconocida". En 1994 recibe el premio de "La conferencia internacional de literatura en el lago de Constanza" y es docente de lectura de la Universidad Popular de Zurich. Luego de participar de la 36° Jornada de Poesía en Sarajevo, publica "Los zapatos precalentados" y reside por un año en Berlín. Recientemente fueron publicadas partes de su obra en revistas y antologías.

Última actualización: 25/01/2022