Angélica Ortiz López (Nación Huichol, México)
Por: Angélica Ortiz López
Los peyotes hablan
El tambor suena en -Aitsarie,
el elote y la calabaza danzan,
con pasos hacia atrás dan vueltas,
levantándose uno al otro ríen sin cesar.
Mientras Kauyumarie les canta a los dioses,
en Wirikuta se escucha el tambor,
haciendo hablar a los peyotes,
y Nube Blanca nace, |
así lo manifiesta el Águila volando.
Si yo fuera águila
Si yo fuera águila andaría en el cielo.
Moviendo mis alas iría lejos al otro lado del mar,
hacia el poniente, donde se oculta el sol.
Cuidaría los animales de mi abuelo
sentada en la punta de los pinos,
iría a bañarme en el mar.
Desde la cima del peñasco cuidaría
a todo lo que hay en la tierra,
a todo ser viviente,
a todo aquello que camina.
Seguiría el canto del mara´akame
hasta llegar a Pariyatsie.
No importa que alguien queriendo obtener sabiduría me matara,
mis plumas seguirían hablando junto con el mara´akame.
No sería yo quien hablaría, sino mis plumas;
ellas ven,
ellas escuchan,
ellas escriben nuestro camino.
Tus palabras
Recuerdo tus palabras,
sentados junto a Tatewarí.
Tú, en tu equipal,
yo en mi petate.
No recuerdo cuántas veces
me dormí escuchándote,
tus palabras
se seguían grabando en mis sueños.
Como semillas
las dejabas caer
sobre mi corazón de niña.
Ahora ha crecido y tiene sus propios poderes.
Igual que tú se sienta en su equipal
a sus hijos entrega su palabra,
y éstos se duermen escuchándolas.
Jamás los despierta,
sabe que sus palabras
penetran en los sueños
como semillas.
Estoy llorando
Estoy llorando sentada aquí en esta piedra
el llorar aquí vale la pena, se llora bien:
mis ojos ya están hinchados.
Todos lloramos por algo; unos poco, otros mucho,
hoy, lloro sin dejar de mirar a través de mis lágrimas.
A veces no .quieres llorar,
pero te hacen llorar,
el llanto nos persigue y morimos con él,
No hay día especial para llorar,
por eso, hoy lloro, mientras puedo,
mientras sé llorar,
mientras mis ojos no se han secado.
El llanto no se vende,
el llanto es sagrado para aquel que lo llora,
y una lágrima bien llorada merece respeto por aquel
que no la llora.
Tatei Yurienaka
Tú, Madre Tierra que sabes hablar
dicen que el Sol cuida de tus días,
que la Luna conoce de tus noches,
que las Estrellas han sido tu canto;
así dice el murmullo de aquellas montanãs,
que los humanos en vano tentamos
de comprender.
Si yo fuera águila
Si yo fuera águila andaría en el cielo,
Moviendo mis alas iría lejos al otro lado del mar,
hacia el poniente, donde se oculta el sol.
Cuidaría los animales de mi abuelo
sentada en la punta de los pinos,
iría a bañarme en el mar.
Desde la cima del peñasco cuidaría
a todo lo que hay en la tierra,
a todo ser viviente,
a todo aquello que camina.
Seguiría el canto del mará 'akame
hasta llegar a Pariyatsie.
No importa que alguien queriendo obtener sabiduría me mate,
Mis plumas seguirán hablando juntamente con el
mará'akame.
No sería yo quien hablaría, sino mis plumas;
Ellas ven,
Ellas escuchan,
ellas escriben nuestro camino.
Esta es tu tierra
—Esta es tu tierra— me dijo mi papá;
en los días venideros tienes que cuidar
a este pedazo de tierra que estás pisando,
que te da de comer, que te viste.
¿Y tú qué le das, qué le platicas
cuando vas caminando por la vereda
y cuando tomas agua de sus manantiales,
te acuerdas de darle las gracias?
¿Verdad que nos acordamos?
por eso yo te digo, cuida tu tierra,
por que ella nos cuida
y cuando muramos ella nos va a cubrir.
Es la costumbre de nosotros los wixáritari
darle de comer a la tierra
por que ella nos da alimento
Así me dijo mi papá.
Angélica Ortiz López nació en Santa Catalina, Mezquitic, Jalisco, Nación Huichol, México, el 3 de febrero de 1969. Poeta, narradora, profesora e investigadora del Departamento de Estudios en Lenguas Indígenas de la Universidad de Guadalajara, en proyectos sobre Adquisición del huichol como lengua materna. Realizó estudios de Licenciatura en Educación Primaria, Medio Indígena, modalidad semiescolarizada. Entre sus libros publicados se encuentran: Ne Werika Xika Nehikitinike (Si yo fuera águila), 1992; Iki mi'akwie (Ésta es tu tierra), 1995; Tatei Haramara (Nuestra Madre la diosa del mar), 1995; y Antología de textos, 1995. Wixarika Niawarieya (Poesía Huichola). Ha escrito y publicado diversos libros de lectura y textos escolares en lengua huichol. Ha participado en diversos encuentros, entre ellos el encuentro de Creadoras de sueños y realidades Mujeres indígenas en el arte popular, 2002, y en el Encuentro Continental de Escritores en Lenguas Indígenas, 2002. Becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FON-CA) en los períodos 2000-2001 y 2003-2004.