Iztok Osojnik (Eslovenia, 1951)
Iztok Osojnik (Eslovenia, 1951)
Padre
Nada dijiste nuncay yo nunca escuché nada
pero no existe duda alguna:
que lo que está más allá dentro de mí
viene desde
el crepúsculo de tu
silencio.
Allá adentro brilla la medida
para el profundo final de la memoria,
para las miradas inquisitivas por debajo de las cejas,
para el crujido de bosques sobre las empinadas lomas verde oscuro,
para las salvajes alturas envueltas en niebla
y más lejos aun, como el chillido de un pájaro
que se precipita de una sombra húmeda hacia el sol,
por las lomas entre las uvas, tambaleándose entre vino
bajo el peso dorado del otoño.
Afuera de ti crece la remembranza del Tirol ansiando
el Mediterráneo, |
sobre Bozen. |
afuera de las cuales los sueños se esparcen hondo en el tejido
de otra realidad,
noches, fuera de las cuales desperté temblando,
taciturno, abatido,
un testigo de estados prenatales,
incapaz de comunicarlos bien,
tartamudeando y húmedo aun de los sollozos reales/ciertos de mi alma.
Más tarde empero, casi imperceptiblemente, abajo de
los valles de nalgas verde oscuro
y filosas rocas, vapuleado por el hielo y el sol.
Pudiste haber sabido todo,
de la cadena de padres e hijos y cómo la experiencia
acumulada se transforma en semilla y va desde un alma a la otra.
Valle arriba, a lo largo del río, las olas de
la historia mundial penetraba, tocando el núcleo de las células,
marcándolas.
El mundo es desequilibrado/carente de centro.
Un ancestro, absorto por pensamientos, levantó sus ojos y
erigió una capilla para un santo en la boca del río,
en el barranco edificó un signo
que la gente venía a ver desde lejos, queriendo aprender de
La historia menguaba y fluía como una corriente,
nombraba hijos e hijas, dejándolos indeleblemente marcados.
Todos nosotros estamos marcados,
con frentes enfocadas todos hemos escrito
lo que siempre entendimos.
Hemos dejado tumbas atrás, cubiertas con arena de pedernal,
abrasadas ahora por el sol fragmentado. (Estamos) inmóviles como
un pichón de halcón sobre una rama.
La vista de los muertos contuvo también nuestra confianza y poder.
Esta presencia, esta medida, se mueve a través del silencio como
el venado en la oscuridad,
a través del invisible interior que habita distintamente y
viaja distintamente.
Y no como tú y yo, todos tiemblan atemorizados por aquellas
vistas, por el espíritu que sopla a través del valle,
vívido desde los árboles frutales florecidos,
barroco como el carruaje real del Castillo Statenberg
que hizo una parada en la casa,
oscura como el claustro y el parque de enfrente,
donde una vez, sintiéndote ansioso, habrías esperado
a tu madre regresar de la confesión,
mientras en la choza del viñedo,
que fue nacionalizada después de la guerra con el resto de
la propiedad, papá estaba haciendo vino galardonado
con el diploma que cuelga aún sobre el muro y al que ahora
estoy mirando.
Sonata de Violín
El sol cuelga de las nubes con dedos de cebada.Caminé adentro de mi cabeza,
a lo largo del silencio de rocío gualdo cuyas botas se le pegan.
Un hombre pulveriza su sexualidad en el bolsillo de su chaqueta,
una idea lo rebasa en el lindero de un campo
y desaparece entre el crepúsculo que se avecina.
Las botas muerden entre la pendiente debajo de los pinos verdinegros
y la llama del verano se desvanece en un mízcaro de brillo naranja
en el césped pisado. |
¡pero nada de expectativas! |
en una simulación tetra dimensional de vuelo de pájaro
o de pez dando un paseo por tierra. |
de la aplicación completa de nuestro potencial. |
El cielo se pone el cuarto menguante,
dos valles caídos de oscuridad cavan
entre el bosque púbico de pulcro cabello.
El aislamiento del pasturaje cae entre una quietud animada de
espíritu.
Cuidado, Mister Today, ¡se está volviendo de algún modo redundante!
Traducciones desde el inglés de Rafael Patiño.