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Rodolfo Alonso (Argentina)

Por: Rodolfo Alonso

 

(Premio Internacional de Poesía en Lengua Castellana
Festival Internacional de Poesía de Medellín)

A la sombra de Malthus

Sabios anuncian,
con discreta emoción
y sopesando datos,
de manera siniestra,
irreprochables,
que en el Tercer Milenio
más hombres tendrán sed.

(De hacerlo, no serán,
como se ve,
lo suficientemente
originales:
todos los siglos
consiguieron tener
sed de justicia,
de libertad, belleza.)

Ahora, por fin, parece
-miserable milagro,
cruel consumación,
irrisorio destino
final-, que los humanos
tendrán por suerte
matar muriendo
(cazando lluvias,
en oasis blindados,
cercando ríos,
encerrando al mar)
por una simple, serena,
saludable y letal
sed clarísima de agua.

Ruido de fondo

Las manos de la nieve
la nieve que cae en sueños
tus sueños como sombras
que asombran nuestro día
el día que no aclara
lo claro de tu risa
que ríe sin que lo sepas
saber que no eres mía
mi pequeña insistencia
que insiste en recordar
el recuerdo que vuela
volando ante el olvido
sin olvidar tu cuerpo
el cuerpo que ilumina
iluminando frondas
la frondosa alameda
álamos contra el cielo
el cielo de tu boca
la boca de la muerte
la muerte que no muere
morir de haber vivido
viviendo como vives
la vida que me das
te doy lo que me duele
el dolor padre y madre
la madre amante hembra
las hembras junto al fuego
el fuego que es la especie
la especie está en peligro
peligran nuestros miedos
los miedos luto en flor
Florencia nunca nunca
nunca será Las Vegas
ni veo en Delfos lumbres
para alumbrar Wall Street
estrías del planeta
planetas que se extinguen
extintos valles fértiles
fértiles sueños manos
las manos que se aman
al amor de lo hecho
hacer lo que se pueda
poder hablar decir
te digo lo que canto
cantar como las manos
manos que construyeron
construir sobre el abismo
abismos que se abren
y abriéndose se cierran
sobre gargantas libres
libertad y justicia
justicia entre las manos
las manos de la nieve

Oda a Jonathan Swift (1667 - 1745)

Lo que el humor no pudo
no lo tendrá la muerte.
Luz de la inteligencia,
corazón de razones,
luz de razón, el hombre
no siempre come sombra.

Propone, con modestia
(desde Irlanda, en el mundo,
hace trescientos años),
iluminar la vida,
o morirnos de risa,
al menos, de la infamia.


Rodolfo Alonso nació en Buenos Aires, Argentina, en 1934. Fue el miembro más joven del grupo de vanguardia Poesía Buenos Aires. Tradujo a numerosos autores de diversos idiomas. Dirigió su propia editorial. Antologías de su obra poética fueron publicadas en Bélgica, España, México y Colombia. Poeta, ensayista y traductor. A partir de Salud o nada (1954) publicó más de 25 libros propios, la mayoría de poemas pero también de ensayo, reflexión y narrativa. Primer traductor de Fernando Pessoa en América Latina y de otros grandes autores. En 1997 recibió el Premio Nacional de Poesía por su libro Música concreta (1994). La Universidad de Carabobo (Venezuela) lo distinguió, en 2002, con la Orden Alejo Zuloaga. Fue Premio Konex de Poesía 2004. Recientemente, la Academia Brasileña de Letras le otorgó su máxima distinción (2005). Rodolfo Alonso fue siempre un comentarista comprometido de la actualidad literaria, cultural y hasta política no sólo de su país y de las Américas sino de Europa y del ancho mundo, siendo su «palabra insaciable» antes de nada la de la «defensa de la poesía» -títulos significativos de libros suyos-, pero también la de la «libertad libre» que ella supone, como la proclamó Rimbaud, a quien fue comparado por sus compañeros de generación. Según palabras de Jose Augusto Reabra, Entregándose por entero, aunque «inseguro», al amor de las palabras, Rodolfo Alonso tiene la lucidez del poeta que, deseando «hablar claro» (Hablar claro es otro título sintomático de una colección suya de poemas, de 1964), siente siempre la «carencia» y al mismo tiempo la potencialidad infinita de sentidos del lenguaje: «Las palabras, me descubrí diciendo alguna vez, son aproximativas» -escribe, explicitando el doble significado de la expresión: nunca podrán ellas significarlo todo, imprecisas como son, pero sirven aún así para aproximar a los hombres». En el presente año obtuvo el Premio Internacional de Poesía en lengua castellana, convocado por la Revista Prometeo.

 

Última actualización: 24/02/2021