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Merle Collins (Granada)

Por: Merle Collins
Traductor: Nicolás Suescún

Perlas

Cuando los marines detuvieron el carro
y les dijeron que salieran, él se rió.
Cuando les dijeron que abrieran

el baúl para poder requisarlo,
él se rió. Un marine dijo que
estaban buscando cubanos, y

él se rió. Los marines levantaron
los tapices del piso del carro,
él se rió. Acabaron la requisa,

tocaron sus sombreros, les indicaron
que siguieran adelante por Pearls, y él se rió.
Dijo, este es mi país

y un soldado extranjero me acaba
de requisar, y se rió tan duro
que tembló. Esta experiencia es

preciosa, dijo, no se puede comprar
con nada. Sonrió y añadió, Pero
la pagamos en efectivo. Después

dijo, Creo que lo peor de todo, es que
nosotros los invitamos. Los pollos
no levantan la vista y graznan cuando

saben que el gavilán anda por ahí.
Se rió de nuevo y dijo, la cosa
más natural del mundo es

oponerse a un invasor, ¿no
crees? Recapacitó y dijo pensativo,
Incluso, hizo una pausa, incluso

si uno no apoya a los que ellos
dicen que vienen a joder. Y dijo,
El punto es que se metieron

en la casa y están actuando
como si fuera suya. Se rió. Estaban
buscando cubanos; no fue por

eso que vinieron. Concluyó,
yo creo que resistirse sería
ilegal. Y se rió. Y dijo,

Antes, resistirse a la esclavitud
era ilegal. Y lo peor de todo
es que nosotros mismos nos metimos

en este lío. Él dijo, tú siempre
sabes todas las respuestas. ¿Qué
crees tú que debemos hacer. Ella

lo miró de reojo y guardó silencio. Miraba
la carretera mientras manejaba, y él
se rió como si nunca fuera a dejar de reírse.

Llamado a lista

Los veo en todas partes. Durante
todos estos años han rondado
mi jornada. Nadan conmigo y

me sujetan, asiéndose a través de
blancas olas, de pajas flotando. En
todos estos años, y todavía siento que

tenemos que condolernos en la tumba
vacía, que tenemos que cantar un chandi-
nel klewe, que tenemos que cantar

los nombres en un velorio serio, y guardar
luto por la pérdida de la inocencia que
nos trajo hasta el día de hoy. Imágenes

fantasmas de un hecho sangriento,
no lavado aún, rondan cada paso que
pensemos dar. La tierra herida, el

volcán sacudiéndose bajo el mar,
quieren que los muertos caminen
de nuevo en la memoria

hasta que el dolor traspase
la costra para arder en carne viva
y curarse al aire salado. Preguntas

sencillas. ¿Cuántos se perdieron? ¿Quién
perdió un ojo, una mano, una pierna?
¿Qué madre lloró una dolorida endecha

silenciosa porque su hijo
murió por una causa desprestigiada?
¿Son esas las manos de una hija

escarbando la tierra en busca del cuerpo
quebrantado de su padre? ¿Es ese el suspiro
silencioso de pena de un hijo que agria

cada día de lucha? ¿Murieron aquellos que
plañimos el primer día o el siguiente?
¿Cuando se acabó la fiesta y aparecieron

las alarmas, o fue cuando el águila
bajó en picada para aterrorizar
y calmar a la temblorosa

presa? El mar golpea, ruge,
arroja sus propios tributos a quienes
pueden ver el horizonte donde

otros sólo vieron el paisaje de interminable
oleaje. El tiempo ha visto mucho
de lo hecho en nombre del amor.

¿No deberíamos desear conocer, aun
si pronunciamos mal sus nombres, a los
soñadores que dieron su vida por amor al país?

Cuerpos quebrantados, dispersados, golpeados.
¿Puedes decir sus nombres? ¿Quiénes son
sus padres? ¿Cuáles son los nombres que

tienes vergüenza de decir? Qué lástima
sentir semejante vergüenza de la
lucha por creer en sí mismos.

¿Cómo pretender no saber nada
de la herida en carne viva
de una nación dividida?

¿De quién es la venganza? ¿De quién la culpa?
¿Y qué hemos aprendido? Que la defensa,
el ataque, el silencioso resguardo,

todo esto es amor, que el mundo
se crucifica a sí mismo por el amor,
que el amor puede torturar, el amor

puede matar, el amor puede elogiarse
a sí mismo, opacarse y reprimirse.
El amor puede estar tan seguro de tener

razón que puede levantarse de nuevo
para destruir una vez más por amor.
El amor puede orar en cualquier lengua

antes de matar. El amor es una
cosa terrible, aterradora.

 


Merle Collins nació en Aruba el 29 de septiembre de 1950. Criada y nacionalizada en Granada, estudió en la Universidad de Las Indias Occidentales en Mona, Jamaica, donde recibió su grado en Inglés y Español en 1972. Obtuvo su grado de Master en Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Georgetown en 1981. Como la mayoría de escritores caribeños, relata las luchas de su pueblo. No sólo como testigo del malestar social y las revueltas de los sesentas sino también como luchadora por los derechos de la mujer. Su trabajo está- y siempre ha estado- infundido con el entrelazamiento de temas políticos y personales. Aunque estableció su reputación como poeta en los inicios de la poesía Dub, también ha sido reconocida por su labor como novelista con su novela Ángel, 1987; historia que se escenifica en Granada entre los años de la Depresión y la caída del gobierno revolucionario de 1983. Su temática acerca del colonialismo y su uso variado del dialecto y del lenguaje (considerada por muchos como maestra en esta materia) la convierten en una poeta contemporánea muy respetada. Muchos de los poemas están inspirados en los viajes de las gentes de su pueblo, en experiencias de la revolución, el colapso de los procesos políticos internos, la invasión y la lucha que continúa. En sus poemas, tres fechas importantes para el mundo, la comunidad internacional y el pueblo de Granada son Marzo 13, 1979, cuando el Movimiento New Jewel se apoderó del proceso político granadino en lo que se conocería como la Revolución Granadina, el 19 de octubre de 1983, cuando debido a luchas internas se derrumbó el proceso político y fueron asesinados civiles, el primer ministro Maurice Bishop y otros ministros, y octubre 25 de ese año, cuando los Estados Unidos invadieron Granada. Otros poemas como Crick Crack, presentados oralmente, se basan en tradiciones folclóricas y tratan en una forma más amplia la experiencia de la resistencia cultural y política, según la idea proverbial de que «hasta que los leones tengan sus propios historiadores, los relatos de cacería siempre glorificarán al cazador». Merle Collins escribe novelas, cuentos y poesía, y ha enseñado en colegios de Granada y Santa Lucía. Actualmente enseña Literatura Caribeña y Escritura Creativa en la Universidad de Maryland. Ha publicado los libros: Angel, 1987; The Colour of Forgetting, 1992; Rain Darling, 1990; Because the Dawn Breaks, 1985; Rotten Pomerack, 1992; Lady in a Boat, 2003.

Última actualización: 24/09/2021