Muhsin Al-Ramli, Irak
Por:
Muhsin Al-Ramli
Traductor:
Muhsin Al-Ramli
No a liberar Irak de mí
Esta tinta derramada en vuestra prensa
es la sangre de mi país.
Esta luz diluviada de vuestras pantallas
es el brillo de los ojos en los niños de Basora.
Éste que está sollozando en la oscuridad de su exilio
soy yo;
Huérfano después de que hayáis matado a mis padres: Tigris y Eufrates;
Viudo después de que hubierais crucificado la pareja de mi alma: Irak
Oh... por ti, tierra mía: crucificada de entre las regiones.
Ay... de vosotros, señores de la guerra
Escuchadme:
No a la fiesta de los ejércitos en el tejado de mi casa.
No al verdugo que habéis plantado o al que vais a plantear.
No a vuestra libertad caída sobre las cabezas de mi gente en bombas
No a liberar Irak de mí o a mí de él.
Yo soy Irak.
Mis hierbas son las letras y sé lo que quiero.
Dejadme a mí mismo, a mi rabel y a vuestra ausencia.
Volved a vuestras películas detrás del océano.
Dejad para mí lo que queda
de los minaretes, de los mausoleos de mis ancestros,
de las tumbas de mi familia ...
Y bebed de las copas del petróleo hasta que os saciéis.
Robad la miel del azufre y la arena del desierto.
Llevad con vosotros vuestros clientes.
Llevaos al dictador con cada parte de vosotros que ha comprado con mi sangre.
Llevad lo que queráis y marchad,
dejadme sólo
con lo derribado de los sueños de mi hermana,
con el incendio de las palmeras en las orillas de Mesopotamia,
con los huesos de mi padre
y el té de la merienda.
Dejadme sólo
con las canciones tristes del sur,
con la danza degollada del norte
y con el pavo real de los Yasidíes.
Dejadme sólo
curando las heridas de mi tierra Irak
Sólo...
igual que María...
sólo con mi solitario...
Mi país: el crucificado de entre las regiones.
Sabré cómo animar su resurrección.
Sabrá cómo renacer de su ceniza.
¿Acaso habéis olvidado que él es el creador del Fénix?
Ay, un infierno, para vosotros señores de la guerra
Escuchadme:
No asustéis a las nubes de Bagdad con vuestros aviones.
No sembréis soldados en nuestro jardín.
No quitéis la chilaba a mi madre.
No. Grito no a liberar Irak de mí o a mí de él.
Yo soy Irak.
Las aldeas han florecido de mi abrigo, y sé lo que quiero.
Dejadme a mí mismo, a mi familia y a vuestro olvido.
De un Lorca a otro
Lo que estaba se ha llevado lo que queda...
y me despedí de Irak
Abandoné las comisarías, los cementerios.
Crucé las murallas de fusiles
y las farmacias vacías.
He sido duro con el jardín de las manos en despedida
y con las lágrimas de las chicas que se quedaban atrás
porque mi llanto, delante de mí, es largo
y mi mapa es un bastón de ciego.
Mi corazón es un cementerio lleno de seres queridos
y mi medicina está allí... allí,
con los gitanos de Andalucía.
Crucé países, muchas ciudades
y conviví con pueblos deprisa
porque Granada estaba esperándome,
Y yo a ella;
Porque Lorca posa su mirada
sobre las agujas del reloj y los olivares.
Mi amigo, mi hermano, está esperándome
desde nuestros primeros cuadernos.
Sollozaré entre sus brazos.
Mojaré su camisa bordada de canciones.
Le contaré todo lo que ha hecho el verdugo
en los dos ríos, en las palmeras
y en los amigos.
Le describiré la cuerda con la que ahorcaron a Hassan Mutlak,
y la máquina de picar almas y carne iraquíes.
Pero he encontrado su casa vacía
a excepción de su sillón, vibrando,
entre la ventana y el poema.
Llamé: Lorca. Lorca.
Oh, secreto de la insistencia de mi madre en fumar, a pesar del asma.
¿Dónde estás?
Amigo mío y socio mío en la inocencia.
¿Dónde estás?
Nada, excepto su sillón, vibrando,
entre la ventana
y el piano.
Seguí llamando
hasta que apareció su vecina, una gitana,
y dijo:
Tu amigo nos dejó lo que queda.
Se ha despedido de su sillón... ahora
te describiré el pañuelo con el que le taparon los ojos
después de su última mirada al reloj, esperándote.
Te cantaré su último poema;
su último respiro.
Los disparos se agitaron y
nos retorcimos en
la torcedura...
El llanto en todas las partes...
Todas las partes son llanto.
Nuestras manos han señalado
a las nubes
y a la alta perplejidad.
«He venido a Granada
buscando a Lorca.
Tal vez...
para que escribiera sobre los asesinados de mi familia.
Pero... le encontré asesinado».
Filosofar
La ventana del poema está en el auge de su seducción
por eso os aconsejo filosofar
para que conozcáis el amor hasta el ocaso;
para que seáis testigos del parto de los labios.
La belleza de la filosofía
la filosofía de la belleza,
los rocíos de la pedantería
y el incitar de la invención.
Para que bailéis con pasión de pastores
y finjáis que habéis vivido.
Nostalgia
El del alma rota llamó: Oh patria,
mi familia, mis libros...
¿Quién me protege de una tristeza
que se reproduce en el alejamiento?
¿Quién va a dar cariño al exiliado
en las noches frías?
¿Quién finge aquel sonido de flauta?
El aceite de la menta
no es más que una imaginación.
Mis nostalgias son...
una menstruación continua.
Mi vida esta cerrada con clavos,
... clavos,
Oh...
ay...
Llévame ave Roc a Bagdad.
Vacío
Esta casa esta vacía,
excepto de mí.
Es una casa
totalmente vacía.
La patria
Has nacido en la tierra
y ella ha nacido en ti.
Has crecido en ella
y ella ha crecido en ti.
La proteges
y te protege.
Pero, en el exilio,
será tu epidemia.
La tristeza
Es un árbol espinoso
que crece en el corazón.
Crece,
...Crece
y crece,
hasta que cae
su único fruto;
un cadáver podrido
... que eres tú.
El nacimiento
Tu madre es una camisa,
y te la has quitado,
la has tirado rota,
exhalando tu olor.
Y no vuelves a ella
hasta que el frío de las decepciones
tuerce tus huesos.
La adolescencia
Es la persecución de los nombres
en las figuras de las nubes,
en las ondulaciones del tiempo.
El toro de la noria
Yo soy el hombre
Me até con los papeles
Me sitié con las fronteras
No tengo esperanza de cambio
De lo que hacen mis manos
Llamo revolución a mi atadura
Llamo revolución a su rotura
¿Será mi muerte la salvación?
Muhsin Al-Ramli nació en Irak el 7 de marzo de 1967. Poeta, novelista, dramaturgo, narrador, periodista y traductor. Licenciado en Filología Española por la Universidad de Bagdad, 1989. Doctorado en Filosofía y Letras y Filología Española, por la Universidad Autónoma de Madrid en 2003. Tesis: Las huellas de la cultura islámica en el Quijote. Libros publicados: Regalo del siglo que viene, Amman, 1995; En busca de un corazón vivo, Madrid, 1997; Hojas lejanas del Tigris, Amman, 1998; Migajas esparcidas, El Cairo, 1999; Las felices noches del bombardeo, El Cairo 2003; y Todos somos viudos de las respuestas, Madrid 2003. Ha traducido al árabe algunas obras de Miguel de Cervantes, Lope de Vega y José de Espronceda, entre otros. Recibió el Premio de los Escritores Jóvenes, Bagdad, 1988, por su relato El último encuentro con un amigo y el mismo premio en 1989, por su relato Un accidente de copia. Ha trabajado como periodista en Irak, Jordania y España. Desde 1992 es miembro de la Asociación de traductores iraquíes. Ha realizado conferencias sobre la literatura iraquí, la literatura árabe, la traducción y El Quijote. Fundador, editor y codirector de la revista cultural ALWAH desde 1997 (la única revista cultural árabe en España). Algunos de sus textos suyos han sido traducidos al inglés, español, alemán, catalán y kurdo. Sus palabras: «En mi país, la poesía no se considera un complemento o un lujo sino una necesidad. No es sólo un medio de expresión sino que se convierte en una experiencia viva y, aún más, en una extensión de la propia vida. Gracias a la poesía, la persona vive lo que no le ha sido permitido vivir. La poesía enriqueció a Irak más que el petróleo, que más bien le ha traído catástrofes. La península de Arabia e Irak son los únicos lugares del mundo en el que se festejaba el nacimiento de un poeta porque se convertiría en portavoz de la tribu. Las leyes, la enseñanza, la historia se escribían en verso. Todavía hoy en mi pueblo las cartas se escriben en verso. Es el único país del mundo en que existió un mercado de poesía, el de Mirbad, en Basora, al que acudía la gente de lugares muy lejanos a comprar, (especialmente los enamorados), vender, aprender o criticar.»