Ramiz Rovshan, Azerbaiján
Por: Ramiz Rovshan
Serpiente bebé
La pequeña serpiente bebé está creciendo,
Reptando aquí y allí.
Disfrutando el aire que respira,
El agua, la arena y la piedra.
Y el placer de esta alegría está llenando su alma,
Quitándole el sueño en las noches.
El aroma de las flores,
El aroma de la hierba
El aliento del viento
Llena su cuerpo.
Silenciosamente, calmadamente
Inconscientemente,
Todo se torna veneno
Entre su cuerpo.
Un día esta serpiente bebé
Se dará cuenta del veneno que esconde.
Tal vez maldecirá su destino,
O se ahogará en la tristeza.
No llores, no llores, serpiente bebé,
¡No maldigas tu destino, serpiente bebé!
Debes cargar con él,
Es tu vida, este era tu destino;
Un corazón amoroso en tu pecho
Una bolsa de veneno bajo tus colmillos.
Quienquiera que te ve, grita:
¡Serpiente, serpiente!
Ellos viven desterrándote,
Ellos obstruyen tu camino
En todos lados.
Sólo tienes un camino en este mundo,
El camino de tu cabeza a tu cola,
De tus venenosos dientes a tu cola.
Sólo queda un camino:
Eres tu propio camino, serpiente bebé.
Tú eres la única amada para ti misma
En este mundo,
Eres tu propia cría, serpiente bebé.
¿Adónde huirás
Para permanecer fuera de vista?
¿Qué harás con este despiadado mundo?
Mudarás de piel una docena de veces,
No podrás separarte de ti,
Acostúmbrate a ti misma,
Lentamente, lentamente
Acostúmbrate a todos los aspectos de la vida.
Reconcíliate con tu veneno y tu tristeza interior,
No seas remilgada contigo misma, serpiente bebé.
Tal vez en vida, serpiente bebé,
Eres la más amarga verdad,
Eres el camino de la verdad,
Tal vez Dios escogió esta vida para ti.
O quizás la vida, que posee cientos de rostros,
Se purifica a sí misma a través de ti.
No hubo suficientes piedras para este muro
Todos pusieron una piedra aquí
Yo pongo también la mía
No hubo suficientes
Piedras para este muro
Entonces finalmente puse mi cabeza
Ni la desgracia, ni la felicidad
Pueden encontrarme aquí ya
El pájaro que escoge al Shah*,
Se posó en mi cabeza y me eligió poeta.
Este muro creció, se levantó,
¿Estoy en deuda aún?
Coloqué mis manos en los bolsillos,
Y di las monedas que tenía.
*De acuerdo a los mitos, en tiempos antiguos, en Oriente escogían a los Shahs (Reyes) por medio de un pájaro llamado El Pájaro del Shah. Se reunían personas y dejaban al pájaro volar y esperaban hasta que se posase en la cabeza de alguien. La persona en cuya cabeza se posara el pájaro sería escogida como el Shah.
El cielo no puede sostener la piedra
Hey, muchacho que lanzas piedras al cielo
El cielo no puede sostener la piedra
Hijo mío, ¿qué le pasó a tu cabeza?
¿Quién te cortó el pelo de esa manera?
Tus pantalones y tu chaqueta son más grandes que tú
Mira, el cielo es más grande que tus ojos,
Muchacho que lanzas piedras al cielo
Sin embargo el cielo conserva las piedras que has lanzado
Lamentando tu cabeza y tus ojos
El cielo que sostiene en las manos las piedras lanzadas
Podría examinarte durante años
El cielo sostendrá las piedras por ti
Lanzadas hasta que tu cabeza
Calva se cubra de pelo
Y tus ojos claros se empañen
Comerás, te vestirás
Crecerás, crecerás, hijo mío
Tus ojos se harán más grandes al crecer
Las lágrimas en tus ojos crecerán también
Tus manos se harán más grandes cuando crezcas,
Las piedras que lanzas al cielo crecerán también
Si acaso tienes suerte en el mundo
Y tu muerte es tardía
Con las piedras puedes construir la cerca
Y la casa en el mundo
Si tu vida se prolonga como un arcoiris
Colores varios caerán en tu poder
Si un día tu tumba es cavada en el mundo
Tal vez tu lápida caerá del cielo
El muchacho en pie que lanza
Piedras al cielo
El cielo no guardará las piedras
Hombre mudo
Dios mío, apenas me levanto y ya estoy cansado
Me vuelvo tan mudo como el humo y la niebla
Me dan asco todas las palabras y los dichos
Incluso la canción que canta mi nené
No quiero profanar mi lengua con una palabra
Si me convierto en lobo no quiero aullar
Los poemas y las palabras han perdido el sabor
No tengo una palabra que pudiera hacerme hablar
No tengo deseo de hablar a los hombres
Y estoy avergonzado de hablarle al Dios
Suspiro, mi suspiro ríe
Este "suspiro" no me cree,
Puede que yo tenga muchos pecados
Si mi Dios no confía en mí
¿Quién confía en quién?
Si un hombre muere de pena
Apenas hay alguien que bese los ojos que lloran
Aun si los ángeles vinieran volando desde el cielo
A duras penas hallarías uno que te alimente.
Esta Madre patria es mi destino;
Incluso las flores aquí no se abren sin provecho
El Dios se cansó y quedó exhausto
Los ángeles se volvieron un poquito lascivos.
Caí en silencio, esta lengua y estos labios no querían moverse
Ya me hice mudo; estoy mudo en este mundo.
Soy sólo visible para los ciegos,
Sólo los sordos me entienden en el mundo.
¿Quién hablará conmigo excepto tú?
Oh, Dios mío, estoy mudo de mí mismo hacia ti.
Estoy sordo a esta nueva fe y religión
Que tu enviaste en las alas del pájaro.
Enséñame el lenguaje de la tierra y la piedra,
Tal vez pueda hablar en mi tumba,
Oh, Dios mío, enséñame el lenguaje de los pájaros,
Yo también quiero aprender a volar
Polvo
Soy polvo girando alrededor del cielo,
Soy un ojo que mira a la Tierra desde el cielo
Soy un ojo que no tiene sin embargo ni pestañas ni ceja,
Soy polvo que no tiene sin embargo ni pierna ni cabeza,
Envidioso de hombre, animal y pájaro
Giro alrededor del mundo
Este mundo también está girando
Como un gigantesco grano de polvo
Entre miles y miles de estrellas
El interior de este mundo es polvo
Este mundo está en el polvo
El polvo está en todas partes arriba y abajo
El principio y el fin del mundo es polvo
Soy polvo- quién sabe de dónde
He venido del principio o del fin
Oh, Dios mío, estoy cansado de ser polvo,
De ser incorpóreo, sin vida, oh Dios mío
Me gustaría nacer como hombre en el mundo
Quiero un cuerpo para mí de carne y hueso
Lágrimas, sudor, sangre y tuétano
Soy polvo, libre en el viento
Bueno, no hay hombre libre en el mundo
Oh, Dios mío quítame esta libertad sin vida
Apresúrate, enjáulame oh, Dios mío
No tengo aliento -apresúrate, dame aliento
Dale a mi aliento la jaula llamada cuerpo
Dame la voz - dale a la voz una boca - jaula
Dame una palabra- dale a la palabra un papel - jaula
Ramiz Rovshan nació en Baku, Azerbaiján, el 15 de diciembre de 1946. Poeta, narrador y guionista de cine. Se graduó en la Facultad de Filosofía de la Universidad Estatal de Azerbaiján, en 1969. Durante un par de años, a finales de los 70´s, estudió cine en Moscú. Sus poemas y relatos han sido publicados en revistas literarias, entre ellas, Azerbaijan, Ulduz y Gobustan. Varias películas de cine se han basado en sus guiones: The Grandfather of my Grandfather´s Grandfather, 1981; The reapers from City, 1985; The Pain of Milk Tooth; Another Time; y Life Tree. Es autor de libros de poesía tales como Yaghishli Geja (Rainy Day); Goy Uzu Dash Sakhlamaz (The Sky Cannot Hold a Stone) y Butterfly Wings. Si fuésemos a definir la poesía de Ramiz Rovshan con una sola palabra esta sería extrañamiento.
Toda su obra está impregnada del asombro ante el hecho de estar vivo así como del extrañamiento hacia el propio cuerpo que se expresa de manera poética a través de la fabulación del mismo: Yo soy otro pájaro, el otro pájaro/Mitad ruiseñor, mitad búho/Semejante pájaro/como yo Reconoce este mundo desde su propia jaula/. Su poesía no es estática, es de movimiento constante y por ende de la muerte y renacimiento constantes. Pero este movimiento a pesar de ser telúrico es las más de las veces imperceptible. Se trata de un grito sordo de un movimiento estático e invisible que nos recuerda el principio aristotélico de motor inmóvil: Me sumergí en el silencio, esta lengua y estos labios podrían no moverse/Ya me volví mudo; soy un mudo en este mundo/ Sólo soy visible para los ciegos /Sólo los sordos me entienden en este mundo/. Poesía y escisión por medio del trastrocamiento de los elementos naturales. Al bordear peligrosamente el abismo del absurdo, una nueva visión nos es impuesta de manera forzosa, este nuevo panorama no es necesariamente caótico, una nueva realidad, un nuevo orden cósmico sometido a leyes insólitas y establecido por fuera del orden natural. La muerte se presenta en Rovshan como un ciclo de eterno retorno, vida y muerte se fusionan en un sutil juego cósmico no ajeno al devenir cotidiano del hombre: Morir como un sonido- /En el oído sordo de un hombre / Morir como una palabra-/ En los labios de un mudo. /Morir día a día/ Morir repetidamente/Volver a la vida tras la muerte/Y luego morir de nuevo.