Jorge Bustamante García (Colombia)
Por: Jorge Bustamante García
TRISTEZA POR LA PATRIA
Me hablan de un país
Y yo pregunto si será, acaso,
Un país el permanente exilio
Donde sólo se escucha el silencio.
Qué país es ese donde las amapolas
Amanecen con sueños abiertos
Mirando los sueños de los hombres
Romperse contra el paisaje.
Me hablan de un país de millones de fantasmas
Que deambulan como locos intentando recuerdos
De cuando fueron reales en medio de la sangre
De cuando tuvieron sed en medio de la guerra.
Cuál será ese país del que me hablan
Donde los poetas se desgarran y cantan
Cantan desgarrados mientras los tiros suenan
Por las calles locas de la locura loca.
Me hablan de un país
Y me dicen "pero si ese es su país"
Y yo les digo que sí, que cómo no,
Que ese es mi país, el del silencio.
INSTANTES DE OTOÑO
Todo parece cierto: la luz
Sobre los barcos efímeros
Los años extensos
En parques de invierno
Ese tren de palomas
Que atropella el vacío.
¿Qué será de este instante
Cuando te hayas marchado
Cuando no exista el mar
Ni el extravío en los ojos?.
Después ya nada. Sólo el murmullo.
Un coro feroz de eucaliptos y bosques.
El recuerdo de algo, de nada, de nadie...
Apenas la lluvia, el amor y la muerte.
Instantes de otoño vislumbrando el abismo
YA NO ESTÁN LAS PALABRAS
Qué será de ese rostro que se desvaneció
para siempre en los días de infancia
de esos ojos que palparon el futuro
y lloraron
de esos labios que pronunciaron
palabras intangibles
sobre la improbabilidad de las cosas.
Nada es ya cierto ni será
sólo queda el latido de los seres:
un puente con viento
y una roca hecha añicos
que contenía alegre
la historia del mundo.
Nada es ya cierto ni será
sólo acaso tu cuerpo
en el rumor del vacío
en el chirrido del tiempo.
Ya no están las palabras.
Jorge Bustamante García nació en Zipaquirá, Colombia, en 1951. Poeta, cuentista, ensayista, traductor, editor, antologista de poesía rusa. Obra poética: Invención del viaje, 1986; El desorden del viento, 1989; El caos de las cosas perfectas, 1996; los ensayos Henry Miller: entre la desesperanza y el goce, 1991 y Literatura rusa de fin de milenio, 1996. Marco Antonio Campos afirmó:“En sus mejores versos Bustamante fija aquellos instantes que cayeron como llanto en agua ágil, el fracaso que disminuye y ensombrece el alma, las inutilidades de los regresos, los sueños que se olvidaron en alguna esquina de una ciudad por la que se pasó, las sombras del “recuerdo de algo, de nada, de nadie”, la música de unos “ojos verdes de muchacha/ fugaces para siempre/ a sus dieciséis años”, los rostros de la infancia que se han desvanecido, lecturas, como la de Proust, que son “una manera/ de aprender muriendo”, pero donde se hallan asimismo la conformidad con lo que se ha tenido: las amistades, el vino, la poesía, la risa, el mar, las piedras que nos hablan... La suya es una voz, muy del altiplano colombiano, muy del altiplano mexicano, dicha a media sombra, discreta como leve aire”.