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Corsino Fortes (Cabo Verde)

Festival Internacional de Poesía de Medellín

Por: Corsino Fortes
Traductor: Elkin Obregón

Piedra de identidad

I

TODAS LAS NOCHES

Las piedras levitan en nuestros sueños
¡La balanza del profeta! cuando
El sismo de la esperanza
Alcanza
               4.033 km² de terremoto
Y los oídos iluminan
               en los corredores del miedo
               en los corredores de la vida
El trueno de nuestras sienes
Y saltan islas
               Hacia afuera de las ruinas
Como ostras
               Hacia adentro de las perlas
Y saltan rocas
               Que se cruzan
Con el archipiélago de los sentidos + la
Felina coreografía de las planicies
¡Magras & mágicas! de huesos & símbolos
¡Y tan vírgenes! de ser movimiento
¡Como! la luz del útero
               Que las desnuda
¡Si aquí! en el aire
               en los pies del archipiélago
Las islas paran
               Para ver pasar las rocas
Del desierto de las piedras a la deserción de la pobreza

II

TODAS LAS MAÑANAS

-La isla levanta la corola de la saya-
Para que el mar nos proteja
De las piedras que llevan & traen
               el archipiélago a remolque
Entre la sístole y la diástole
               del valle del amanecer
¡Y como páginas! son
               Cabezas que abren
Así bibliotecas
                De olvidadas memorias
Y con la música de milenios
               gota a gota en los oídos
Las piedras se miran grávidas
Del desierto rojo de las palabras
Hay fuego en las piedras nuevas
Hay luz en las piedras remotas
Y amor & odio
               En el codo de su abrazo
¡Como! si no fuera lar
               el lugar del viento
               el lugar de la isla
¡Donde! el desespero de la pasión rejuvenece

III

TODAS LAS TARDES

Las piedras ennoblecen nuestras raíces
Y tejen en nuestros pies
               su imperio de espejismos
¡Entonces! El desierto encuentra en las dunas
La palabra del señor + la mano del viento
Que nos bautiza
Con el sol rojo de la eucaristía
¡Y si en la oración! La morna es
                              suelo y mar de toda la ópera
Las dunas descienden por la carne del atardecer
               con senos de marea alta
               con ancas de marea baja
Y llevan al baile "te frío"
                              el truculento pie de la mazurka
                              la lejanía erótica del landum
                              el amor / desamor de la contradanza

¡Mientras! las salinas advierten a los transeúntes
¡Sobre el mar! hay piedras en romería
               Y con la fuerza del oleaje + la
               Contienda de los océanos
                              Día & diálogo en los oídos
Las piedras fermentan
                              hueso a hueso
El alborozo de la fanfarria
Y de las piedras nacen proas
                              De falo & grano
¡Así! Mástiles & anclas
                              De tierra arable
Todos
               De la misma raza & pueblo de Año nuevo
Todas
               Del mismo pueblo & nación de Manuel d´Novas
Falos de sangre & granos de piedra
Que llevan & traen
                              en la encoladora de la vida
                                             Y
                              En el batuque del alma
¡El himno! ¡Como morna
¡Y el funaná! como bandera
Y de las trovas de Eugenio
Y de las historias de Aurelio
Piedras caían
Piedras batían en la B. Lleza de la patria

                              ¡como! presentes natalicios

 

Pascua de piedra

I

¡Así! nazco & voy
En los pies de las piedras que nos persiguen
                                             el rostro la órbita el movimiento
¡Deambulaban! cerca
Los acróbatas de la "Piedra Rodada"
Y el desierto bebía por las dunas
Las olas del crepúsculo
Y las ruinas de la catedral

 

¡Así! naciste & estás
En las manos de las piedras que nos proyectan
                                             el cuerpo la decisión el deseo
¿Y si preguntamos? a las piedras
Uterinas & consanguíneas
                                             De la fortuna del mar
En la boca de las piedras: la pedagogía de las olas
¡De las olas al dolor! de la erosión al amor

II

¿Pero dónde? dónde encontrar
En el desierto del habla
La piedra sonora
La lengua de piedra
Que salpica de verde
La lucidez de nuestra locura
¿Pero dónde? ¡dónde encontrar
La piedra madre! la piedra amante
La primavera de piedra
En el verano que nos devora
La subiente de la infancia
La bajante de la vejez
               es decir
La piedra de la cicatriz
La piedra de la primera memoria
La levedad
               que yergue en el corazón
               esta lluvia de piedra
La piedra que huye
                de la mano del ingeniero
                               Y
               del pie del arquitecto
Y construye
               en la terraza del alma
                              la ojiva
                De una salva de aplausos

 

Puerta de sol

I

De las colinas de paja
con puertas de sol
Descienden niños
desnudos y flacos
como violas
Las costillas dentro de las cuerdas
Todos
Primogénitos
del mismo vientre
E hijas
Del mismo volcán Y de la misma viola
De la misma roca Y del mismo grito

 

II

La isla rueda en el rostro del niño
con la “varilla presa” en la rueda del viento

 

III

No siempre
El niño respira
Un pulmón
roto de mapas

 

Y así
Como las islas
Al ponerse el Sol
Se alimentan
de fonemas
Cada niño
Es diptongo de leche
con sangre en las vocales

 

Hay navío muerto en la ciudad

 

Hay navíos muertos en la ciudad vieja

 

Un niño atraviesa la isla entre tambores
El arbusto de la mano lleno de tierra
Y coloca las semillas cerca de las violas

 

Dos niños contornan la boca de la ribera
Con un canto de gallo en la vena cava
Y despiertan
Con los nudillos de los dedos
La proa de los rostros
De remos muertos en el occidente

 

Tres niños doblan
los escalones de la comarca Y
Arrancan de la carne
Las anclas del hallazgo
Las naves del descubrimiento

 

De pie desnudo sobre el pan de la mañana

 

Desde la mañana los pies
Están desnudos alrededor de la isla
Desnudos de árbol desnudos de tambor
Rodillas de sol Y volutas de polvo
En los tobillos
En movimiento

 

Desde el inicio
El tambor de los dedos
bajo el pan de las piedras
El perro de las arterias
preso
en la vorágine
De los calcañares Que agitan
En la tierra polvorienta
La aguja de los miembros
sobre la testa del mundo

 

La agitación de los cuervos en la escarpa
Nos anuncian
A la boca del poblado
Al viento gordo sabor a fiambre hálito
de pan fresco
A la orilla del mar erguimos nuestras costillas
A la promesa pública del mar Y
A la orilla del mar navegamos
Con manos menos manos
Con pies menos pies
De proteínas

 

El pueblo el poniente el pan en medio

 

¡Entonces, Djone! nuestro Djone
hijo de Bía o María
Se quita la camisa
Y vendida
Paseamos tal tronco
Entre palmeras de secano
Así
Goleta
de orgasmo
que camina
Al son de palmas
Instrumentos de cuerda
violón & viola

 

Hay siempre el banjo el cavaquinho
Que nos interrumpen
Entre dos feligresías
Y dicen
uña & bronce
De la desnudez
Y de los árboles
Que crecen en el cielo de la boca
Y de los ríos
Que nacen en la vena cava
Y de la sangre
Del pueblo sobre el mapa

 

Desde el nacer y desde el nacimiento
Los pies el poniente el meridiano en medio

 

Emigrante

 

Todas las tardes el poniente dobla
tu pulgar sobre la isla
Y del poniente al pulgar
crece
un progreso de piedra muerta
Que la península
Todavía bebe
Por la copa de la colonia
Toda la sangre de tu cuerpo peregrino

 

Pero cuando tu voz
sea ola en el violón de la playa
Y la tierra del rostro Y el rostro de la tierra
Te tiendan la palma de la mano
De la orla marítima de la isla
De pan & pan hecha
Juntarás tu última hambre
a tu hambre primera

 

De lo alto vendrán
rostros-y-proas-del-no-viaje
Así hierba así mercurio
A arrancarte las cruces del cuerpo

 

El grito de las madres te lleva

ahora
A la séptima esquina
donde la isla naufraga
donde la isla festeja
Su dolor de hija
Y tu dolor de parturienta
Que toda la partida Es potencia en la muerte
todo el regreso Es infancia que deletrea

 

Ya no esperamos el metabolismo
Pulpa de buena fruta fruta de buena pulpa
La tierra
aspira 
tu falo verde
Y antes que tu pie
sea
árbol en la colina
Y tu mano
cante
luna nueva en mi vientre

 

Va Y planta
En la boca de Amílcar muerto
Este puñado de berros
Y sorbe trago a trago
Una fonética de frescura
Y con las comas de la calle
Y las sílabas de puerta en
 puerta
Barrerás antes de la noche
Los caminos que van
hasta las escuelas nocturnas
Que toda la partida es alfabeto que nace
todo el regreso es nación que deletrea

 

Te aguardan
los perros y los lechones
de la casa de Chota
que en el solar enflaquecen de delicadeza

 

Te aguardan
los vasos Y la semántica de las tabernas

 

Te aguardan
las cabalgaduras
amordazadas de aplauso y caña de azúcar

 

Te aguardan
los rostros que explotan
en la sangre de las hormigas
nuevos campos de pastoreo

 

Pero
cuando tu cuerpo
sangre & carbón de puro celo
Alce
Sobre el sembrado
Tu dolor
Y tu orgasmo
Quién no supo
Quién no sabe
Emigrante
Que toda la partida Es potencia en la muerte
Y todo el regreso Es infancia que deletrea

 


Corsino Fortes nació en Mindelo, San Vicente, Cabo Verde, el 14 de febrero de 1933, murió el 24 de julio de 2015. Estudió Derecho en la Universidad de Lisboa. Trabajó como profesor, juez del Tribunal de Trabajo, y, tras la independencia de Cabo Verde, fue Embajador de su país en varios países europeos y africanos, Ministro de Justicia y Magistrado. Colaboró con sus trabajos literarios en diferentes medios de comunicación y revistas como "Claridade", "Cabo Verde", "Raízes" y "Africa". Ha sido Presidente de la Asociación Caboverdiana de Escritores. Algunos trabajos suyos de poesía fueron recogidos por varias antologías de poesía africana. En su obra trata sobre todo de la identidad caboverdiana y sobre la poesía oral de Cabo Verde, especialmente las mornas. Obra publicada: Pão e Fonema, 1974; Árvore & Tombor, 1986; Pedras de Sol & Substância. Bajo el título A Cabeça Calva de Deus, apareció su obra poética reunida, ya objeto de varios estudios y antologías en inglés, francés, italiano, portugués y holandés. Sobre esta obra, menciona Ana Mafalda Leite, Amanecer sagrado del mundo, A Cabeça Calva de Deus nos ofrece en su fuerza creadora una trilogía en la que, simultáneamente, Cabo Verde nace de nuevo, como tierra, como país, como patria, como identidad y como cultura, dentro y fuera del poema.

Última actualización: 01/02/2021