Oscar González (Colombia)
Por: Oscar González
XXI
EN LAS CASAS DE LAS NUBES, LOS INTERCAMBIOS DE SUEÑOS SON FRECUENTES. NO HAY IMPOSTURA. EL SOL NO BRILLA, ESTÁ QUEMANDO LOS HIELOS DE SU DESESPERACIÓN. LAS NUBES ESTÁN TRANQUILAS, PORQUE SABEN QUE NUNCA SE CAERÁN. NO NECESITAN PARACAÍDAS. LA LLUVIA LAS MIRA DE SOSLAYO.
XXII
ENTRE LAS NUBES NO HAY USO DE LA GUITOLLINA. ES ANACRÓNICA.
XXIII
LAS NUBES NUNCA HAN CONSIDERANDO ENTRE SUS NECESIDADES LA EXPLOTACIÓN DE LAS PENÍNSULAS DE CARBÓN O DE LAS ENSENADAS DE UTRÍA.
XXIV
EN LA ORTODOXIA DE LAS NUBES, HAY UN PRINCIPIO, NO CUIDARSE ENTRE SÍ, SINO ENTRE NO.
XXV
LAS BICICLETAS DE LAS NUBES, NO SON LA HISTORIA SINO LOS RELATOS DE HELICES DE AEROPLANOS QUE DESNUDAN LOS SECRETOS DE NARCISO TENTADO POR SÍ MISMO. LAS NUBES NO SON NARCISISTAS, SON HEDONISTAS.
XXVI
HAY NUBES OASIS, QUE SOLAMENTE SE DEDICAN A ATENDER NOMADAS Y CAMELLOS. TIENEN COMO SÍMBOLO LA ROSA DEL DESIERTO Y EN ELLA BEBEN EL AGUA DE LOS MARES ÍNDICOS.
XXVII
HUBO UN TIEMPO EN QUE LAS NUBES SE EXTRAVIABAN AL MIRAR UNA MÁQUINA DE COSER Y UNA MESA DE DISECCIÓN. UNO DE LOS ANILLOS DE SATURNO VINO Y LES ENSEÑÓ UN TRATADO DE ANATOMÍA Y NUNCA MÁS EL INCIDENTE OCURRIÓ.
Oscar González nació en Medellín, el 20 de abril de 1957. Poeta, ensayista, crítico de arte y literatura, conferenciante. Coordinador de la Ruta en Estudios Estéticos (EAFIT, Medellín). Realizó Estudios de Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad de Medellín y de Filosofía y Letras, en la Universidad Santo Tomás. Maestro en Historia del Arte, Facultad de Artes, Universidad de Antioquia; y miembro de los grupos de investigación Sociedad, Política e Historias Conectadas (SPHC), en la línea de Historia y Arte, del Departamento de Humanidades de EAFIT y de Filosofía y Literatura del Instituto de Filosofía de la Universidad de Antioquia. Miembro de la Redacción de la Revista Punto Seguido. Ha publicado: La Ciudad Soñada -antología de textos sobre ciudad- , 1999; Pincel de Hierba -a la manera del haikú-, 2000; La Trompeta de Mercurio -sobre el libro y la lectura, 2001 y En causa propia, Ernesto Volkening –compilación-, 2004. Asesor literario de los grupos teatrales Matacandelas, Hora 25 y La Oficina Central de los Sueños, Medellín. Colaborador de las Revistas Universidad de Antioquia, Con-textos -Universidad de Medellín, Prometeo, Otras palabras, Co-herencia, Rampa, Mascaluna, etc. Colaborador del periódico El Colombiano y El Mundo. Creó y coordinó los programas de radio La Mecánica Celeste y La Trompeta de Mercurio, en la Emisora Cultural Universidad de Antioquia. Actualmente codirige la revista virtual de poesía, arte y literatura Rinoceronte 14. Nos dice al autor: “La poesía, es una forma de conocimiento y ascesis de lo real. Destrucción del yo personal, para que entre y aparezca una comunidad viviendo, experimentando y comprendiendo la piedra solar de la poesía, la voz del poeta, para que el poeta sea el conductor de la comunidad. Que su palabra no sea vana, ya que contiene, si es un poeta auténtico, la esencia de la palabra del hombre, el habla de una historia… La poesía, contiene las maneras de sentir y pensar, de escuchar y cantar del hombre que en todos los tiempos ha contemplado con asombro lo que hay en la Naturaleza y lo que hay en él mismo todavía sin resolverse, todavía oculto: el misterio. El hombre canta y danza, piensa y construye, porque en él hay un poeta que le impulsa a soñar, a reinventar el mundo. El poeta es el hombre que no ha perdido el asombro, esa ley de la gravedad de la poesía: El asombro… El poeta y la poesía no se hallan en un sitio inalcanzable, sino que la poesía y el asombro están ahí, cercanos, próximos, es decir en uno mismo; en la lucha y la paz de lo cotidiano. El hombre lucha y se sacrifica, para encontrar el reposo en la casa de la poesía. Canta como el poeta, para descubrir lo bello y para denunciar, protestar y reclamar. O para soñar, imaginar y pertenecer al movimiento indecible e inefable de un instante, de la temperatura de una experiencia y no de una vocación.”