Crónica de las ramas
Por:
Adonis
Traductor:
María Luisa Prieto
Espejo del tiempo
Te invito,
mis días están sin centinela
y esta distancia vacía
es un banquete para el sueño,
una fiesta de la nostalgia por sus fructíferos árboles.
Te invito a que vengas,
el mástil de las tristezas es alto.
Quizá si reposaras, si te inclinaras
cual rama en sus vientos ocultos,
el aguamanil sería elegía o flor
y el té fuente.
Te invito a que escuches este eco
que nos llega con la hierba ebria.
... El tiempo se aleja,
la nostalgia se viste nuestra ropa
y se convierte en incienso que se pliega
a nuestras pestañas
y sale de una antigua cúpula
que emana de su esencia.
El sueño y el despertar
Crea en su sueño
un modelo de revolución rebelde
que abraza el creciente futuro.
Despierta de su sueño
y sus días se convierten
en anhelos
que lloran la noche pasada
y su quimera perdida.
Invasión
El pájaro se quema,
los caballos, las mujeres y las aceras
se parten como pan
Espejo del ojo y el tiempo
Canté, les dije a mis días:
con mi sangre he levantado ciudades
que engendran el ritmo.
Les dije:
La he extendido cual rama ardiente
que me llevara en su savia
iluminando a la muerte y al sudario.
Canté, les dije a mis días: he purificado mi sangre.
Canté, dije:
he separado el sueño
de las pestañas que lo cosen
y he mezclado el ojo con el tiempo.
Espejo de una pregunta
Pregunté y me dijeron:
la rama cubierta de fuego es un pájaro,
y me dijeron que mi rostro era una ola
y el rostro del mundo espejos,
suspiros de marinero y faro.
Y vine.
Tinta era el mundo en mi camino
y cada estremecimiento una frase.
No sabía que entre nosotros
había un puente de hermandad,
de pasos de fuego y profecía.
No sabía que mi rostro
era un barco navegando en una chispa.
La bala
Una bala gira
engrasada con el resplandor de la civilización,
perfora el rostro de la aurora -cada instante
se repite esta escena-
los presentes
renuevan el trago de la vida, animan
sin telón, oscuridad ni descanso:
la escena es la historia
y el actor la civilización.
Adonis nació en Qasabín, Siria, en 1930. Poeta, crítico y antólogo de la poesía árabe tradicional, es uno de los creadores más importantes y renovadores de la lírica árabe contemporánea. En 1956 fundó en Beirut la revista Poesía. Desde entonces publicó los libros: Primeros poemas, 1957; Hojas en el viento, 1958; Canciones de Mihyar el de Damasco, 1961; Libro de las huidas y las mudanzas por el clima del día y de la noche, 1965; El tiempo de la poesía, 1972; Singulares, 1975; Las resonancias, los orígenes, 1989; Homenajes, 1988; La palabra de los orígenes, 1989; El tiempo, las ciudades, 1990; y Crónica de las ramas, 1991.