Ascensión del amante
Por:
Amjad Nasser
Traductor:
Rafael Patiño -desde el inglés-
Sátira
Como un halcón con el corazón abatido
Como una tempestad mellada
A las puertas de la ciudad
Yo me recuesto
Y de mi espalda
Corto los despojos de los amigos
Me acuerdo de mi abuela
De su larga pipa
Poco caso haré de las primeras conquistas árabes
Apenas imaginaré en Paris el término del viaje
En nada me lamentaré sobre la suerte de los Pirineos
Fundiéndose en nuestras manos
Como copo de nieve
Para Al-Ghâfiki
Por nada tenderé mis manos hacia Dios
En el paso del cortejo
Del rey de Bany Al-Ahmar
Jamás ordenaré a mis chambelanes
Saludarlo
Jamás olvidaré
El sable ni la suerte
Jamás olvidaré
El oro ni la plata Jamás olvidaré
Al tunante ni a las cabras
Que vienen a beber
En los cuencos perforados de mis manos
A las puertas de la ciudad
Yo me recuesto
El corazón abatido
Como un halcón
Sin raíz
Como una tempestad
Once astros
Por los arcos
Por los palanquines
Por la lengua muerta
De las tribus que se inclinan
Sobre el sauce llorón
Por todo aquello
Tú eres la cautivante
Que se inclina
Sobre la palmera de mi alma
Para que caigan
Emires
Elogios
Y aura rocallosa de la milésima noche
Todavía una noche
Para que se completen
Las ramas plateadas
En el horizonte sobre mis hombros apoyado
Todavía una noche
Para que blanda su espada
Este árabe kahtanita
Entre la primavera de las crines
El caballo por su deseo se guía
Hacia los mármoles parroquiales
Para el vuelo del cuerpo
La tentación parte al norte
De esta desnudez mojada por rocío de luna
Y este país prendido
Por el trueno de cobre
Por los ornados cuernos del morueco
Por las cenizas de la historia embalsamada
Exclama agitado en fin:
¡He aquí el Asia!
Y ya que vienes de la noche de la tecnología
He visto así brillar el lustre
Encima de la giba del camello
He visto relumbrar el puñal
Desenvainado entre la desconfianza del lobo
Semejante al juicio final
He visto brillar la estrella de la tentación
En el negro perfecto
De los ojos del hombre encapuchado
Y ya que tú vienes
Del vapor de la corriente navegable
Y ya que los relatos de tu cuerpo
Son inteligibles y generosos
Entonces he encontrado
A la sombra de los hombros de ébano
Las sombras de un continente
Sumergido entre las arenas y las armas
Asia
Asia
Arena y cruz de fusil
Y tribus abrevando
Los camellos que se arrodillan
Sobre una rodilla y media
Asia
Asia
Lunas suspendidas en la cúpula del universo
De una cuerda de cáñamo
Que se lamentan
En las ciudades en desvarío
Asia
Asia
Provincias de la mostaza
De las antiguas cetrerías
Y de las palabras improvisadas
La manzana de Adán es apuñalada
Por treinta profetas
Y once astros
Ningún lugar entre la selva de asfalto
Para el pájaro de las manchas
Ningún lugar
Sobre la empuñadura del arado
Que arrastra el toro de Hamurabi
Por esta mano de la noche de la tecnología
Nosotros escribimos entonces lo ignorado
Y nos encaminamos a las ceremonias de las palabras
Asia
Palabra nacida de la boca
Los campos ascienden
A las inmediaciones de las hoces
Y se inclinan
Asia
Que no ha visto con su rostro
Sino una guerra
Borrando sus rasgos
Y que avanza
Entre la biografía de la ceniza
La guerra ya no es la guerra
Las balas son alhelíes
Muertos de ardiente amor
Y el mármol germina
En los hombros
Henos aquí En el primer año antes de cero
El sol de Asia se desviste
Y parte hacia el mar:
Nenúfar de roble
Ciénaga de sabiduría
Corazón de tilo
Caen en el recodo de la sequía
El guijarro relumbra
En la quijada del arroyo
Y los niños reúnen los excrementos
Para cocer
El continente del pan
Amjad Nasser nació en Al-Turra, Jordania en 1955. Poeta y periodista. Actualmente reside en Londres, donde es jefe de redacción de la página cultural del periódico árabe Alquds Al Arabi. Ha publicado cerca de diez libros de poesía, entre ellos: Pastores de la soledad, 1986; La llegada de los extranjeros, 1990; Dichoso quien te ha visto, 1994; La huella de lo efímero, selección de poemas publicados en el Cairo, 1995 y Ascensión del amante, L´Harmattan, 1998. Fue coeditor y cofundador de Banipal magazine.