La cabeza del viajero
Por:
Saif Al-Rahbi
Traductor:
Samir Adel y Tobias Burghardt
El planeta de la desnudez
La soledad es la corona de la vida
Y el cielo es el planeta de la desnudez más pura
Y la tierra no es otra que esta inmensa suma
De injusticia y de heridas
Mañana
La sombra de la madrugada se agudiza ante el umbral
y los pájaros huyen hacia lo desconocido.
El miedo los condujo a los cuarteles
tan sólo oyes el batir de sus alas
como emigrantes que escaparon de una masacre.
Ya desde el comienzo fue un amanecer siniestro.
La lámpara
La herida de la ventana que veo día a día
ilumina la noche
como una linterna que alumbra la ilimitada profundidad
de la herida humana.
Mujeres ausentes
Sobre la misma playa
El mar escupe sus entrañas floridas
Noche de huracán
Peces muertos
Pecios encallados
Cadáveres de gaviotas y de nubes
Osamentas de piratas
De brazos sólidos tatuados de nacimiento
Pieza de moneda singular
Espíritus de emperadores
De reinos engullidos
Fantasmas de mujeres ausentes Todo esto y todo aquello
Baba y espuma
Entre la profundidad de sus tinieblas.
Música
Cuando salgo de casa
Dejo la música encendida,
Montando guardia a las almas de los muertos,
La música de los ancestros que lleva
El aroma de la hierba,
Y cuida los Jardines de Babilonia,
Que penden en lo profundo
Cuando salgo de casa,
Lo dejo todo muy cerca de sí mismo
Excepto la música, regándose por el salón vacío
Y algunas ostras,
Que recogí de la playa
En la noche de la historia.
La lámpara
La herida de la ventana que veo día a día
ilumina la noche
como una linterna que alumbra la ilimitada profundidad
de la herida humana.
Saif al-Rahbi nació en Surour, Sultanato de Omán, en 1956. Poeta, novelista, editor, profesor y periodista. Desde 1994 es editor de la revista cultural Nizwa. Su obra poética ha sido editada en el Líbano y Egipto. Ha publicado varios libros de poesía, entre ellos: La montaña verde, 1983; Campanas de la ruptura, 1984; La cabeza del viajero, 1986; Las casas del primer paso, 1993; Montañas, 1996 y Una mano al final del mundo, 1999.