Gerhard Falkner, Alemania
Por:
Gerhard Falkner
Traductor:
Diana Carrizosa
PROMETEO
Revista Latinoamericana de Poesía
Número 81-82. Julio de 2008.
BIBLIOTECA
De ti poseo
diez tomos de tu voz
la edición aniversario de tu cuerpo
la llamada Edición de Leipzig de 1998
un par de preciosas encuadernaciones
de tu piel
con pulsera de clavos en las angostas articulaciones
además de numerosas miradas llenas de significado
y un drama privado
con una duración ya de cuatro años
adicionalmente poseo
comentarios, crítica y hermenéutica
para reír a carcajadas. Lágrimas y excesos
en masa
finalmente también los pocos poemas
que después de estallar en mi corazón
llovieron sobre nuestro pequeño y precario hogar
como las cenizas de Gomorra
para terminar, al final,
tras años de agonía,
en la bolsa de la aspiradora
NO FUI UN NIÑO FAMOSO
(La elegía Gang Bang)
No fui un niño famoso. Más bien en el jardín
el menor y siempre listo para presentar
flores y frutas en una irrecuperable luz. Llegaba
como la tarde cuando apenas roza los techos para
no tener que jugar en la calle, a veces
desde bien adentro. Desde el círculo solemne de los incomprendidos.
Aún así, la primera costa besada
perdió pronto prestigio. El polo y el mundo temblaban
bajo escaladas de ataque siempre nuevas. La realidad
superó finalmente todo. Los pueblos crecieron en exceso,
jardines más pequeños en donde la copa roja del tulipán
se levantaba afuera y florecía. Si bien yo seguí siendo desconocido,
la mitad del globo se llenaba de ciudades gigantescas,
el gang bang global siguió, irrefrenable, su
marcha y sin embargo todavía la pregunta:
de dónde me tomo en realidad el derecho
de siquiera pronunciar una palabra como mundo
TRAKL
Hace frío en tu entorno
tú, revestido de oro, Trakl
Frente a la ventana abierta
truenan y se mecen los barcos
Lagunas ahogan
al viejo sol
y funestamente humean en la oscura memoria
crepitando, las escaleras
Pan y vino
se observan mutuamente
completamente impasibles
El traje deja caer suavemente un tirante
del hombro sereno
y en la noche devastada
se disuelven, burbujeando en el vaso
las pastillas para el dolor
ORO PARA ALEMANIA
¡te conozco!
te escribes con mayúscula.
tus labios
están fruncidos por los enigmas
de alfabetos indescifrados.
si los cielos avanzaran
como el bosque de Duncan*
tus solos ojos
podrían detenerlos.
tú delicadamente desarropada, tú rociada de abril
con el paso de una Nike
atraviesas la calle Kastanienallee
como si volvieras a casa
de los Juegos Olímpicos
- con Oro para Alemania
mas tus pasos te conducen
solamente al otro lado de la calle
pues allí está colgada, en la vitrina
esa espectacular falda
de Miss Sixty
*Alusión extraída de Macbeth de Shakespeare. Después de que Macbeth asesina a su primo Duncan, rey de Escocia, tomando él mismo la corona, las brujas le revelan que será invencible hasta que el bosque de Birnam se acerque al palacio. La profecía se llena de sentido cuando un mensajero le informa que están avanzando las ramas del bosque, con las cuales se encubren los 10.000 soldados del ejército inglés que va a atacar a Macbeth.
VIVIR ALLÁ ARRIBA
Las noches se hacen cada vez más pequeñas. Cada vez más caras.
Como mediodías ya casi / clavadas en sus cimas de punta de aguja –
sólo que negras e inauditas y frías
Sin Orfeo. Sin oráculo. Sin Orplid 1.
A lo sumo la Quinta de Rilke. Y la hierba /
que fulgurando avanza alrededor de las casas.
Quiero, río arriba, seguir tus venas desnudas
hasta aquellas fuentes
donde una orilla azulosa las rodea.
Hasta el cardo de la contemplación y la rosa del aplauso.
Y a propósito de orillas.
Yo vivo, es cierto, a la vuelta de la esquina / pero tengo
una manera de pensar diferente.
En mis espacios no hay ninguna
pared de carga. Los sueños tienen
que arreglárselas solos y
el papel en el que se realizan
ése no tiene margen.
Es sólo la escritura
la que reclama:
¿sala VIP o koljoz 2? /
¡Bien la opción o esto, bien la opción o aquello!
Pero ¿quiere decir que no tenemos otra alternativa?
Qué pasa entonces con salir de excursión. Comer por fuera.
Vivir allá arriba. ¿Estar tranquilo?
1. Nombre acuñado por el poeta bávaro Eduard F. Mörike (1804-1875) para designar una isla ensoñada.
2. Del ruso kolchos, que designa las granjas de agricultura colectiva de la antigua URSS.
CINCO VERANOS DE CUATRO LÍNEAS
Cinco veranos de cuatro líneas brilló esta gran
vida magnificada, una estrofa sáfica
con arsis en ebullición
Costaba en venta anticipada, esta vida
la magnificada, también por estos arsis
años de melancolía
bajo el dictado de la resonancia estocástica 1
Es decir: reconocimiento exhaustivo de los detalles
sin considerar su significado para el todo
más la pieza teatral personalmente encarnada:
alemán acicalado versus alemán puesto como un trapo
En estos cinco veranos de cuatro líneas fuiste –
esperando a Cipris y con tormentas
como con rosas jugando
más bella de lo permitido por la policía
(inolvidable el destello de tus senos
sobre las partituras de nuestros nocturnos)
Conocías los números entre el cero y el uno
a la perfección
y la felicidad que irradiabas
consistía en esta
coincidencia de vacío y plenitud
de la que caen los rayos
Pero esto fue hace eones –
aún antes de la batalla de lo incontenible
en la que nos. Vencimos. Finalmente.
Ahora es medianoche, las horas se desvanecen
Pero yo duermo solo
1. Concepto creado en 1981 por físicos italianos y belgas para describir el fenómeno por el cual bajo determinadas condiciones las señales débiles pueden ser detectadas con mayor facilidad . El ruido que opaca la señal de entrada tiene un efecto positivo, al mejorar la señal de salida.
GERHARD FALKNER Nació en Alemania en 1951. Poeta, dramaturgo, ensayista y traductor. Obra poética: Así Comienzan los Días Junto a tu Cuerpo; Aliento bajo la Tierra; Wemut; Berlín – Cartas del Corazón de Hierro; Poemas Americanos; Singular de la Persona Número X; Música de la Cabeza.
Al decir de Peter Geist, en un ensayo suyo sobre Falkner: “Según Roland Barthes, la literatura se ha tornado en un estamento cada vez más amenazado por la muerte, teniendo que defender, más que sus adornos, su piel misma. De este diagnóstico extrae Gerhard Falkner su cometido poético: defender la poesía como necesidad existencial, en contra de una formación social que, fetichizando el mercado, nutre sistemáticamente la imagen de la superfluidad de la poesía. Este propósito se vincula a una posición crítica frente a la producción literaria en la Alemania Occidental de finales del siglo XX, cuyo diletantismo redunda en lugares comunes o cuya presunta “nueva subjetividad”, guiada por el afán de documentar, termina extraviada en lo accidental. Se trata de una estética que no abandona la superficie, a la que Falkner opone su estética de lo sorpresivo y del sobresalto. Éste último actúa como móvil de la transformación poética y permanece a la vez cristalizado en el poema. “Los poemas pueden desencubrir un sobresalto que todo otro lenguaje le ocultaría al cuerpo”, afirma Falkner. Para lograrlo, deben acontecer “como catástrofes”, ser “indomables”, y llevar a la luz, quebrantándolo y limpiándolo, el “lenguaje de la catacumba” que genera oscuridad y dificultad. Como lo anuncia ya su primer libro: Así comienzan los días junto a tu cuerpo; – así empiezan en el cuerpo los días, el lenguaje estrechamente ligado al cuerpo es el punto de partida de la poesía de Falkner. El entrelazamiento de estímulos, impresiones, reflexiones y movimientos en medio del ámbito del lenguaje ofrece al lector un referencialidad a la vez compleja y sensual. Sensación y expresión se aúnan en el poema mediante un trabajo riguroso sobre el lenguaje. De ahí el valor privilegiado concedido por Falkner a la destreza a la hora de aplicar las técnicas poéticas. Pareciendo pecar de modestia, su aforismo contiene, por el contrario, esta gran exigencia: “El arte sólo tiene un secreto, es la gramática”. De sus posibilidades e imposibilidades se sirve Falkner para que la palabra y las palabras, transformadas y trastocadas, expresen lo que pueden decir, mas nunca dijeron. Los criterios para ello son la precisión y el acierto de lo que ha de ser dicho, sin que su poesía pueda etiquetarse como “experimental”. El compromiso del poeta no sirve a ninguna tendencia, sino que ha sido contraído con el lenguaje mismo. Lo que está en juego es la visión fundamental de que aquel lenguaje en el que nos instalamos con placer y comodidad no es más que un lenguaje desgastado, el cual el poema puede rebasar – estremeciendo, sobrecogiendo, sobresaltando.”