Jaime Quezada (Chile)
Por: Jaime Quezada
PROMETEO
Revista Latinoamericana de Poesía
Número 81-82. Julio de 2008.
TABLA DE ASTRONOMÍA
En el verano de 1910 el cometa Halley
apareció en los cielos de Chile
Ese mismo año murió el presidente Pedro Montt
En 1758 hubo una lluvia de aerolitos
Y piedras de fuego quemaron los muchos bosques
del verde territorio
También una sequía en 1834
Y una plaga de ratas y ratones asoló campos y graneros
al igual que en el verano de 1986
Sólo que ahora incluyendo cárceles secretas
cuarteles estadios de fútbol conventos y ciudades
(Y la muerte del presidente)
En el año de 2062 el cometa Halley
aparecerá otra vez en los cielos de Chile
Para entonces yo Jaime Quezada
sobreviviente chozno de tanta historia
Estaré a la sombra de una nube atómica
Rascándome con una teja en medio de la ceniza
O muy sentado en una mecedora silla de neutrones
A sombra de un nuevo manzano en flor
Recordando la infancia de mi padre
Cuando se hacía retratar bajando de un caballo en 1910.
CULTIVA LA IDEA DE QUE EL MUNDO SE APAGA
Todos los animales han fenecido en este valle
El último aliento fue el mugido de un buey
También las aves los insectos los árboles las plantas
Ni una espora de hongo en este valle
a no ser la espora de hongo del esmog
Ni una drupa-melocotón
Ni un aquenio capaz de dar origen a una hoja de lechuga
(Cultiva la idea de que el mundo se apaga
Y que los planetas
Son fieras domesticadas en la selva de los ojos)
La araña del leño seco recién fecunda e insaciable
devorando al macho entre sus patas
El canto de motosierra del pájaro del monte
llamando al pájaro hembra a su lecho de ramas nupciales
La ranita de Darwin saliendo del vientre de su rana madre
y entrando a la boca marsupial de su padre
hasta el mes de saltar por sí misma al charco
Y en los nidos de cañas y totoras huevos color cielo
de verano de los patos palustres
Pura naturaleza ficción sin embargo
Puro recuerdo e imagen a lo National Geographic
en los archivos de la televisión
Puro afiche publicitario de jornadas agronómicas
Cultiva la idea de que el mundo se apaga:
Las flores del peral eran en corimbo
Las del avellano amentosas
Umbelíferas las del hinojo al igual que la cicuta
Cuán verde era mi valle
¡mirad los lirios que fueron!
Y yo hombre mortal lloro en este monte sin sombra de olivos
como simple mortal
Salid de mí con duelo lágrimas corriendo
Aunque de nada sirven mis lágrimas en esta tierra seca
Si hasta el cielo se cae ahora a pedazos
(Cultiva la idea de que el mundo se apaga
Y que los planetas
Son fieras domesticadas en la selva de los ojos)
Todos los animales han fenecido en este valle
El último aliento fue el mugido de un buey
También las aves los insectos los árboles las plantas
El no huevo el no zigoto la no semilla
Veo pasar el cadáver de mi hermano
Sin una flor.
YO JUAN LLAMADO DE LA CRUZ
En los campos de la prisión de Toledo
Yo Juan llamado de la Cruz
Me pasé los días dando de comer hierbas a los asnos
(Si los asnos rechazaban las hierbas
era señal de hierbas venenosas)
No me daban siquiera un plato de lentejas
Tan flaco estaba que caminaba por el aire
Tocaba a Dios con los pies y con las manos
Comía sólo las hierbas que los asnos comían
Y no era ningún asno
Aunque me encerraban como un asno en una celda
A latigazo limpio echando afuera mis demonios:
Nada y nada hasta dar un pellejo y otro por mi Amado
Rebelde desobediente contumaz me gritaban
mis guardianes únicos demonios
No pudieron aplicarme la ley de la fuga
(Que muchas ganas al parecer tenían)
Yo mismo me fugué por mis propios medios de la cárcel
Sin traje de soldado sin traje de travestista
Con mi pobre sayal de arpillera de Almodóvar del Campo
Y como caminaba por el aire no dejé huella alguna
A no ser mi amor de Dios flotando en ese aire.
SIN CORONA DE ESPINAS
SIN CORONA DE ROSAS
Escribo para un futuro que fue ayer
Año de 2033 ¿O treintaitrés?
Cuando mi voz tenía el sonido de una sirena de alarma
y/o el lenguaje bursátil
Y nadie se atrevía a levantar su rama de olivo
porque era una rama de olivo
Y un cristo cotidiano (y no un Dios) era el hombre
Sin corona de espinas sin corona de rosas
Celebrando la derrota del becerro de oro
a los pies de su becerra de plata
Llorando por el triunfo de la resurrección
de su tátarahermano
Y el carbono 14 irradiando a kilómetros luz
su adjetivo hueso muerto
Como la palabra Dios en una película muda
(Aunque todo el universo era Dios).
RETRATO HABLADO
Digo pan
Y la mesa extiende su mantel
Como un cuaderno de dibujo
Y en un abrir y cerrar de ojos
Ya no existe el pan
Ni la mesa
Ni el mantel:
Sólo el retrato hablado de mi hambre.
LA HERENCIA
La madre engaña a su hijo con un cuento
Y el plato de sopa queda limpio
El hijo crece
Se hace hombre
Se casa
Y tiene un hijo
Y el hijo engaña a su madre con un cuento
Y el plato se ensucia con el llanto.
De Las Palabras del fabulador
TEMPRANÍA
Yo era un niño sentado en una sillita de paja
en medio del jardín
Se reían de mi baba
Me tiraban piedras y manzanas
Devolvía yo las piedras
Y me comía las manzanas
Después fui un muchacho lleno de sueños
proféticos
Ahora me siento diariamente a la cabecera de la mesa
En una silla eléctrica
Pidiendo a gritos que me tiren
Piedras y manzanas.
JAIME QUEZADA nació en Chile en 1942. Poeta, ensayista y crítico literario. Estudió Derecho y Literatura en la Universidad de Concepción, donde fundó el grupo literario Arúspice y la revista de poesía del mismo nombre. Autor, entre otros libros, de Poemas de las cosas olvidadas, 1965; Las palabras del fabulador, 1968; Astrolabio, 1976; Huérfanías, 1985; Un viaje por Solentiname, 1987; No liberto hombre, 1991; Escritos Políticos, 1994; Por un tiempo de arraigo, 1998; Bendita mi lengua sea, 2002; El año de la ira, 2003; Adamita, 2003; Llamadora, 2004, Gabriela Mistral: Nuestra América 2005 y Gabriela Mistral una manera de vivir, 2007.
Estudioso e investigador de la literatura chilena contemporánea (en especial vida y obra de Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Nicanor Parra, Gonzalo Rojas y Jorge Teillier). Fue presidente de la Sociedad de Escritores de Chile (1989-1992). Fue Director del Taller de Poesía de la Fundación Pablo Neruda, y Presidente de la Fundación Premio Nobel Gabriela Mistral.
Para Iván Carrasco Muñoz, de la Universidad Austral de Chile, “La poesía de Jaime Quezada ha surgido en el marco de la tradición establecida (la poesía de los lares y la antipoesía), incorporando de ella los elementos que responden a su particular visión del mundo. Ha cantado a las cosas cotidianas, a la infancia, la familia, la naturaleza, la soledad. Pero ha ido destruyendo a través de su misma obra esa imagen inicial, desmitificando el espacio mágico de la infancia, mirando el paisaje con ojos de botánico y de ecólogo, asumiendo una visión religiosa, contemplativa, profética y anunciadora del pecado institucionalizado en el mundo, del peligro de destrucción total de la humanidad, y de la contingencia histórica chilena. Sin duda, la obra poética de Quezada, constituye un aporte valioso a las letras contemporáneas. (…) Este carácter apocalíptico y profético de su poesía le confiere un matiz diferencial definido en el panorama de la lírica chilena actual…”