Benjamín Ramón (Panamá)
Por: Benjamín Ramón
PROMETEO
Revista Latinoamericana de Poesía
Número 81-82. Julio de 2008.
LA CORBATA
Papá era obrero de la construcción.
Papá era mecánico de autobuses.
Papá era constructor, albañil.
Papá era chofer y camionero.
Papá era carpintero y artesano.
Recuerdo qué alto volaban
sus cometas
a principios de año.
Era un soñador.
Apenas se puso una corbata
se murió,
qué vaina.
PAÍS
1
De dónde este bullicio
este color de cielo que revienta
de dónde esta alegría
estos gritos
de patria y de trabajo
esta saloma que hace crecer el día
y hace crecer la vida
¿de dónde el mar,
papá,
de dónde?
2
Como hace siglos
octubre fue lluvia, inundación
y negociado
junto al fuego
y
como siempre
fue chantaje y horror
de puerta en puerta
tras la máscara
3
Qué era la patria entonces:
apenas un árbol
como semilla
aún
apenas un surco
abierto
con las uñas
a duras penas
un país
una mirada
un grito
4
A lo mejor sólo un recuerdo
de cuando
éramos domadores de fieras
o cazadores
de sueños indomables. O
de cuando llovía
y la calle un inmenso charco
roto
por mil palomas o
caballos de fuego
5
¿La patria es sólo un nombre?
¿es acaso una fecha?
¿sólo cuatro paredes?
¿o el río que corre a nuestro alcance
y que crece de pronto
arrastrando
animales y miserias?
¿acaso una bandera?
¿una historia de mártires o chinos?
¿acaso una moneda?
*
En una vieja máquina que tú y yo conocemos
he escrito algunos versos
como quien no quiere la cosa
pero no he dicho todavía de qué color tienes los ojos
ni cómo palideces cuando
LAS ILUSIONES PERDIDAS
Uno pierde los días, la fuerza
y el amor a la patria
Efraín Huerta
No otra cosa es la vida
J.G. Ros-Zanet
Sábado
Marzo está a la vuelta de la esquina.
Los animales han acabado con todo. Ya cantaron.
Ya anunciaron el día, la catástrofe.
Pajarito el traidor se ríe . Se pone máscara de agua
y salta
y corre.
Tú y yo hemos viajado hasta la luna.
Mordimos
golosos
la fruta de ayer.
Otra vez la fruta.
Otra vez la luna.
Pero los animales mandan: ponte máscara de abril
dame el sosiego
que la vida es semilla iluminada
no mastín suelto sin cadena y sin bozal.
AMANECER DE ULISES
Largo fue el viaje
la locura
el disimulo.
Largo también
y tierno
y duradero
es el recuerdo
y la voz
y el nombre
de Nausicaa
BENJAMIN RAMÓN nació en Panamá en 1939. Hizo estudios de Historia y Filosofía en la Universidad de Panamá. Ha dedicado su quehacer literario al cuento y la poesía. Es miembro de la Comunidad Centroamericana de Escritores. Aparece en la Antología Crítica de la Joven Narrativa Panameña, México, 1971 y en Poesía Rebelde en Latinoamérica, México, 1979. Ha merecido distinciones en concursos nacionales e internacionales por su obra poética y narrativa: Cundeamor, cuento, 1966, mención en Premio ESSO de Panamá; Sólo el mar, 1968 Mención en Juegos de Poesía Joven del Perú; Camión, 1972, Premio Universidad de Poesía; Amanecer de Ulises, 1983 y Las Ilusiones Perdidas, 1987, ambos Premio Poesía de Verano del Instituto Nacional de Cultura de Panamá, y Música Sabida, Finalista en el Premio Miró de Poesía, 1991, publicado en 2001. Obra poética: Puta vida o Esta ciudad que mata y otras alegrías, 1969; No trespassing, 1973; El mundo es más que el hombre, 1977; Árbol, mediodía, 1983; No olvidemos y otros poemas, 2001. Tiene dos libros de cuento: Contra reloj, 1992 y En un 2 por 3, 2007.
Edita desde 1999 la revista impresa Camino de Cruces. Al decir de Mario García H., “el poemario Puta Vida es un texto que mezcla en su discurso hechos del acontecer nacional e internacional. En esta fusión el lenguaje busca expresar conceptos de la vida cotidiana del país y del poeta. Desde la perspectiva histórica, los versos marcan ciertos hechos sociales acaecidos en Panamá, desde la segunda mitad del siglo diecinueve hasta el año 1968. Y según el editor Luis Eduardo Henao: “La poesía de Benjamín Ramón además de su función emocional puede contener un trasfondo de lucha y mensaje político, como en los reunidos en No olvidemos. El país en la coyuntura del fin de siglo, ofrece la ocasión y el espacio propicios para hacer un poco de memoria colectiva, recordar fechas, lugares, nombres, sueños y miedos que sostienen el empeño histórico que, sépase o no, nos mueve y alienta”.