Sigurður Pálsson, Islandia
Por:
Sigurður Pálsson
Traductor:
José Antonio Fernández Romero
PROMETEO
Revista Latinoamericana de Poesía
Número 84-85. Julio de 2009.
Observaciones sobre el significado
de la poesía en el mundo actual
“Para empezar, es bueno recordar que la poesía está hecha de lenguaje. Más que cualquier otro texto literario, la poesía usa la habilidad del lenguaje, llamada connotación, la habilidad del lenguaje para decir más que una cosa al mismo tiempo, en el mismo verso, en pocas palabras, de una forma condensada. Hay más que uno y sólo un significado en un poema, la poesía está siempre buscando, siempre dudando (una “prolongada duda entre sonido y sentido, decía Paul Valéry) – siempre usando las características connotativas del lenguaje. Este es el uso poético del lenguaje; podríamos llamarlo la dimensión poética del lenguaje. Y no concierne sólo a la escritura de un poema sino también (y esto es muy importante) a la lectura de un poema (o a la escucha de un poema). La dimensión poética del lenguaje debe ser mantenida viva y defendida. ¿Por qué es importante? Porque combate todos los tipos de parcialidad, todos los tipos de pensamiento unilateral. El lenguaje y su uso es un campo de batalla. Todos los poderes, financieros, ideológicos y políticos están tratando todos al tiempo de imponer su unidimensional significado a las palabras, escogiendo una vez y por todos. Un texto poético, un poema, descubren este unilateral uso del lenguaje, como un importante acto de resistencia a aquellos poderes que tratan de abusar del lenguaje, de imponer su visión, su significado de las palabras y del lenguaje. Y un poema es también muy importante porque ayuda al lector (o al oyente) a convertirse en un usuario creador del lenguaje. Y esta es la última consecuencia de la dimensión poética del lenguaje: ayuda a construir una comunidad democrática, ayuda a construir una sociedad multidimensional.”
De soles y estaciones
I
Salgo lentamente como un sol a la conciencia del día
a tientas arrancado de las fragancias del sueño,
del juego del escondite de la noche, de las cuevas de la madre tierra
Ya no me acunan la cuna y el juego
los recuerdos cantan como pájaros en la pétrea calma matutina
Me levanto despacio de los sueños y de los viejos juegos
mientras la antorcha del día se alza en la frágil mañana
que se columpia y la suave noche se aleja
Poco a poco comienza la tensión del tiempo y del día
y de las estaciones que me esperan fuera de mi ventana:
donde los copos de nieve bailan un blues con su manto azul hielo
o los jardineros que queman los últimos vestigios de los días marchitos
o el tímido sol caliente y bueno como una vaca
o las flores que brotaron mientras yo dormía
Acuden a mi mente una vieja canción y miles de recuerdos
mientras el sol sale despacio a la conciencia del día
en mi conciencia y la tensión del tiempo se transforma
se convierte en una huida veloz ante el loco filo del instante
La conciencia de mí mismo se obliga a refrenarse a sí misma
a sostener el delgado hilo del tiempo ya pasado
No huyas volando pienso ante el espejo
No huyas volando hacia historias que no valen la pena
No me mientas conciencia mía no huyas volando
Quédate dentro de mí, yo…
y difícil es el tira y afloja
en este mundo sin valores eternos
el elegir acciones únicas y correctas
Porque se exige tomar partido en esta claridad cortante que crece
y en este viaje directo al cruel día
viaje directo al espacio respiratorio, espacio de juegos mío y de los demás
II
Todo se nos vuelve amor
con este vigoroso sol
Hay calor en tu follaje
en el sueño en el juego en el mediodía
Tú lo comprendes todo sin palabras
Colores y materia cantan para nosotros
y somos todo en todas partes
Todo se nos vuelve amor
con este vigoroso sol
Por caminos jadeantes en coche
Nos alejamos más allá del más allá
nos acercamos más allá del más allá
Arrastrados por los vientos en su juego de nubes
en un cielo de todos los tonos y colores
¡Hola! creced vosotros frutos cantad vosotros árboles
gritad vosotras máquinas en la angustia de la velocidad
gritad y gruñid y fecundaos
Metamorfoseaos constantemente vosotras acciones palabras y cosas
Todo se nos vuelve amor
con este vigoroso sol
Arrastrados cada vez más deprisa
hacia la cegadora luz…
III
Con el rigor del cierzo matutino
en esta ciudad junto al Lago Sur
vago en el inquieto ondular de la conciencia
en este entorno sin lombrices
sin el menor indicio de una forma ondulante y chispeante
ni de unas voluptuosas medias negras de malla
Con el rigor del cierzo matutino
todo parece aletargado
la hierba la gente la gravilla
el agua incluso la buena agua está muerta y chapotea desentonadamente
contra las orillas con su césped agarrotado sin lombrices
Con el rigor del cierzo matutino
y la gente armada con llaveros
parientas de culo caído y parientes oprimidos
deambulan a tientas en los fríos desiertos de sus vidas
donde sus casas vigilan sus vidas
(resacosos a principios de semana
como gatos recién bañados)
porfiando en su añoranza por el futuro
ilusionados por el pasado
huyendo del presente
Recorro con angustia la llanura
dejo que el inquieto ondular pase a fuego mi pensamiento
Los ojos quebrados de las hierbas irrumpen en mi conciencia
como chamarasca
y el cardenillo de la estatua de Jónas
contrasta con los arrulladores arroyuelos
y los ríos de hermosas márgenes del pensamiento
Oh, me parecía recordar que esta ciudad era una mujer sonriente
con la que se acostaba el viento del este
bajando por las calles de Laugavegur y Austurstraiti
hasta calmarse en la Plaza de los que no se comen ni una rosca delante del “Diario de la Mañana”
Camino incubando una llama ondeante en mi cabeza
veo a personas recogiendo afanosamente los fragmentos
de la mentira de la realidad
Metales, maderas, vidrios
les estorban continuamente
Perdidos sus mundos soñados
en una conciencia sin ondas
y la naturaleza en pleno
huye de ellos
Con el rigor del cierzo matutino
sostengo la cabeza entre mis manos
Oh si al fin viniese la lluvia
a hacerme cosquillas con manos incoherentes
en la cabeza
Y la abriese
para que el cerebro se pusiese moreno y sano
Abriese mi cabeza al mundo entero
como un huevo de pascua lleno de refranes
Biografía
De joven
le enseñaron
a segar y secar bien la hierba
y a no maldecir los dones de Dios
Era hijo legítimo
de la tierra
Y además su amante:
escondía en su regazo
la lucha y el secreto
de la vida
Y a veces en los cortos días de invierno
cuando el fresco brillo de la nieve solidificada
se agarraba a las ventanas
como mensajero de inmensidades y nostalgia
sacaba una vieja fotografía
y la luz amarillenta del candil
llenaba la habitación de una añoranza silenciosa
Y en el entierro parecían
vagar pálidos fantasmas
como una luz vacilante de candil
o una vieja fotografía
olvidada de todos hace mucho
Fugacidad
III
Cójase una paloma blanca bajo los efectos de los somníferos. Sosténgasela en el cuenco de las manos; la cabeza cuelga cuando los dedos la levantan para examinarla. Déjese luego en la acera con la primera nevada de otoño. Cuando todo esté blanco y la nieve se endurezca no se podrá ver dónde yace la paloma bajo el manto blanco. Luego van disminuyendo los efectos de los somníferos hasta que por fin se despierta y sale volando de su manto blanco. Hace muy poco que ha dejado de nevar.
En el séptimo piso
Desde los balcones
de un séptimo piso
es fácil
mirar las cosas con ojos lejanos
Un poco más de lo que
alcanza la vista
grandes edificios
todos iguales
jardines intercalados
y mar hacia fuera
y monte hacia arriba
y estrellas en la daltónica noche
Ahí sale ella del bar echando pestes
y él trotando detrás
ella se vuelve bruscamente
descompuesta y vestida de blanco
y él
la abraza con sus zarpas
primero más indefenso que ella
y más calmado
pero luego también se enfurece vestido de blanco
Los dos igual de furiosos
¡pégame si te atreves!
¡déjame en paz!
¡ya verás1
¡anda atrévete!
¡y qué si…! ¿eh?
¿por qué siempre tienes que…?
¡sí, cómo!
Ay qué fácil es
quedarse aquí
en el séptimo piso
y especular
sobre esa casa de los líos a ras del suelo
sobre ese circo humano por los suelos
Mantener la calma
Es trabajo fácil
y el mar hacia afuera y la montaña arriba
y las estrellas en la daltónica noche
Con ojos lejanos
Atardecida de primavera en Reikiavik
El vendedor de periódicos vocea titulares
Un barco pita su salida
Por los jardines se escabulle un gato
Dentro de él otros gatos
Dentro de él siete gatos
Cada uno de ellos tiene siete vidas
Eso hace siete veces siete
Mas las siete vidas de la madre
Se escabullen por los jardines cincuenta y seis vidas
Los titulares palidecen
El barco se aleja
Descanso junto al Vatnajökull *
¡Vatnajökull! Ciertamente eres grande
De ello dan fe las conclusiones de los agrimensores
Eso dicen las enciclopedias
Vatnajökull mío
La primavera es sin embargo más grande
La primavera te convierte en un imbécil babeante
Pero tú eres astuto tú eres previsor
No desapareces
Sí tú eres grande
La primavera es grande
Siempre estás detrás
cuando evoco
la imagen verde y blanquiazul
de Hornafjördur
Inagotable fuente de colores
Te siento detrás de mí
Eres astuto
Y previsor y no desapareces
Pero por encima de todo
Por encima de ti y de la primavera
Brilla la luna de Hornafjördur
* Vatnajökull: Es el glaciar más grande de Islandia y de Europa.
Taxi
Se puede pedirle
Al taxista que suba la radio
Que suba la ventanilla
Que baje la calefacción
O
Que baje la radio
Que baje la ventanilla
Que suba la calefacción
Pero
las lágrimas siguen sin embargo buscando
La meteoróloga de la radio
Sube y baja
El cristal de la ventanilla también seco
La temperatura sube y baja
El taxímetro corre y las lágrimas
Siguen buscando abrirse camino abriéndose camino
Hasta que alcanzan la voz
Una canción ya suena en la radio
Una canción sin consideración y sin propósito
Una corriente de aire frío
Se cuela por la ventanilla abierta
Pelea con el aire caliente de la calefacción
El taxímetro sigue corriendo insaciable
Continúa la marcha
Nadie dice nada
Nada sube ni baja
La canción sigue
Las lágrimas pesan sobre la voz
Todo el camino hasta el aeropuerto
Palomas
El gato del séptimo
se creyó paloma
Se había criado en el séptimo
desde que tenía una semana de vida
Jamás vio otros gatos
Ni más animales que los humanos
y también las palomas a través de la ventana
Al principio creyó durante bastante tiempo
que era un hombre
Su sincero propósito era sentarse
a la mesa con el joven matrimonio
ponerse la servilleta y empezar
a comer el primer plato;
propósito que siempre acababa
en que lo echaban de mala manera
y le instaban firmemente a que comiese
cualquier bazofia de su bol de gato
Largas horas se quedaba pensativo
en el alféizar de la ventana
mirando las palomas
Al principio quería abalanzarse sobre ellas
jugar con ellas y mordisquearlas
Hasta que de repente
se le ocurrió
que ¡por supuesto él era una paloma!
Durante varios días después se sentaba
en el alféizar del séptimo piso
sin peocuparse de lo que el joven matrimonio
ni otros de su especie animal estaban haciendo
Sentía una creciente simpatía
por las palomas
Se sorprendía de que lo evitasen a él
la paloma amistosa y sociable
del alféizar
Luego un día antes de la cena
se le fue el santo al cielo
y saltó
Cuando le dieron su eterno descanso
en el patio
había palomas en todos los alféizares
Mi casa
No le falta casi nada
a mi casa
casi nada
Le falta la chimenea
A eso te acostumbras
Le faltan las paredes
y los cuadros de las paredes
¡Qué le vamos a hacer!
No le falta mucho
a mi casa
Le falta la chimenea
Así no echa humo mientras tanto
Le faltan las paredes
y las ventanas
y las puertas
Pero es cómoda mi casa
Por favor
Sentaos
No tengáis miedo
Tomaremos algo
partiremos el pan probaremos el vino
encenderemos la chimenea
Miraremos
no, admiraremos los cuadros
de las paredes
Por favor
entrad por la puerta
o por las ventanas
o si no por las paredes
Las montañas de mi infancia
Las montañas que en semicírculo
ocupaban la mitad del horizonte
No escalé ni una sola
de esas cuatro montañas
El montañismo no me hace comprender
las montañas
La vista desde una montaña
no da perspicacia
Me enseñaron a meditar
sobre esas montañas de mi infancia
Solo necesito cerrar los ojos
para sentir esos espaldares
Sus siluetas juntan mi pensamiento
expanden mi pensamiento
El día que me vaya
entraré por una puerta clara
en esas montañas
Contrachapado
La primera tarea que elegí como trabajo manual aquel otoño fue recortar el contorno de Islandia en contrachapado.
Fue fácil hacer una copia del mapa con papel carbón en una plancha de contrachapado.
La sierra tenía una hoja fina de color azul acero y no sé por qué empecé por Reikiavik y no por el otro extremo donde yo estaba; tal vez pensase que me sería fácil vérmelas con la bahía de Faxaflói. Y así fue, en efecto, con la excepción de Mýrar, cosa que perdoné porque mamá había nacido allí.
La península de Snaefellsnes me resultó extrañamente fácil, pero las dificultades empezaron de verdad con los Fiordos del Oeste. Rompí la primera hoja de sierra nada más llegar al fiordo de Gilsfjördur. Y aún se rompieron algunas más. Al comienzo de las vacaciones de Navidad estaba en Hornbjarg. Ya no quedaban más que unas pocas hojas de sierra así que el profesor encargó más.
Sinceramente, creí que nunca llegaría hasta el final. Ni siquiera hasta mi casa. Fue haciéndose evidente que ésa sería mi única manualidad aquel invierno. Cuando empezaron a alargarse los días y ya estaban sin duda celebrando por todos los Fiordos del Oeste que el sol se volvía a ver juré que nunca me rendiría aunque tardase muchos inviernos con este trabajo. Por fin cuando entré en Húnaflói empezaron a ir mejor las cosas y no rompí ni una sola hoja de sierra hasta que llegué a Axarfjördur y eso por mi absoluta torpeza cuando levanté la vista del trabajo y miré por la ventana pensando: estoy recortando esto de aquí fuera, inclinando al mismo tiempo descuidadamente la hoja.
Los Fiordos del Este parecían difíciles pero también fueron el último gran problema así que seguí serrando aliviado deseando llegar a Hornafjördur donde nació papá y de hecho toda mi ascendencia paterna poco menos que desde los tiempos de la colonización.
Era un día claro y los pájaros cantaban cuando pasé contento y victorioso por la costa sur sin puertos. El sol lucía ya estábamos en época de parto de las ovejas y el curso escolar tocaba a su fin cuando entré serrando en el puerto de Reikiavik.
A veces cuando veo el mapa de Islandia en la información meteorológica de la televisión percibo el olor de incandescentes hojas de sierra azul acero, olor de contrachapado y de polvo de serrín.
Escalera de hotel
Mármoles de planta baja
Afilados golpes de tacones altos
se apagan al instante
donde empieza
la alfombra granate de la escalera
De repente nosotros
las ciegas estatuas
de la planta baja
tuvimos una visión una iluminadora visión:
Sí debe de haber sido Dios
quien creó a la mujer
lo vemos claramente
cuando ella sube por la alfombra granate
de la escalera
por la alfombra de la escalera de la buena nueva
desde la planta baja hasta una existencia en las alturas
Pero nosotros seguimos pavoneándonos
con aire de congresistas
sobre los mármoles de la planta baja
Escalera empinada
Empinada escalera de sótano de mi infancia
Me caí por ella
Más de una vez
La subí corriendo muchas veces
A velocidad de pánico
Huyendo de los fantasmas
Era mi pesadilla
Con doce años
Paralizado por el miedo veía una mezcla
De fantasmas y gorilas
Subiendo por la escalera
El gato me despertó
El sol entraba por la ventana este
Desde entonces la escalera nunca era empinada
Jamás volví a caerme
Jamás volví a subir corriendo
Desde entonces siempre llevo el gato
En mi interior
Sonriendo
Escalera al cielo
Los tobillos de las mujeres
Saltando correteando sobre mí
Tobillos pantorrillas
Acostado de espaldas en el suelo de la cocina
Saltando
Cuatro mujeres
Descubro un nuevo ángulo de visión
Cinco años
Mucho después comprendí
Que el hombre es un acordeón
Bandoneón quejumbroso
Estirado por la añoranza
Entre el cielo y la tierra
Escalera al cielo
Desde los mismos tobillos
Vela
Exhausta poderosa
luz de vela
Alumbras más que un megatón
Tu poder invisible enloquece
a los que creen en la cantidad
a los adoradores de la violencia
a los prepotentes
No les cabe
en la cabeza:
tu poder es invisible
Pequeña gran vela
En la mesa en el espíritu
En la memoria en el corazón
en el altar de las montañas del este
Sigue alumbrándonos, ¿quieres?
No nos abandones
Sigue alumbrándonos
Tres por cuatro
Incansables apóstoles
estos doce meses
Número finito
en un camino infinito
Imprimen a la existencia
el producto de multiplicar espacio por tiempo
Cuatro puntos cardinales
Triplicidad del tiempo poético
La esperanza es sabia
y tiene claro de que todo
queda abierto
Meses días segundos
vienen bamboleándose por el camino
con los brazos llenos de dones
Ojos que obedecen a la llamada
del tiempo poético
Aprenden a dar y a aceptar
cara a cara
Hora de llegada
SER – LLEGAR A SER
Es difícil lograr un profundo conocimiento del tiempo. Resulta mucho más fácil percibirlo. Incluso la comprensión de la teoría de la relatividad se convierte rápidamente en percepción.
El rabí Nachman de Breslau dijo una vez a sus oyentes: “Prohibido ser viejo”.
No hemos oído mal ni visto mal, no dijo prohibido hacerse viejo, sino ser viejo.
La diferencia en islandés parece pequeña, una sola letra *.
Meditando con más detenimiento esta frase podría ocurrir que uno percibiese el tiempo como un relámpago, percepción que se aproximaría a una comprensión brevísima, instantánea.
El hacerse está abierto, no importa hacerse viejo, eso es vivir.
Pero el ser, la existencia misma, está consagrada al espíritu de vida, que es eternamente joven.
Lo dicho: prohibido ser viejo…
* Ser : vera y Hacerse : verda
Sigurður Pálsson nació en la zona rural de Skinnastaðir, norte de Islandia, el 30 de julio de 1948, falleció el 19 de septiembre de 2017. Poeta y traductor, estudió Literatura y Teatro en la Universidad de la Sorbona y Francés en Toulousse y en París. Completó estudios como director de cine en el “Conservatoire Libre du Cinéma Français”. Fue conferencista en la Escuela de Teatro de Islandia, los primeros tres años desde su fundación en 1975. También trabajó como corresponsal extranjero y consejero, profesor en la Universidad de Islandia y ha incursionado en el cine y en la televisión. Fue presidente de la Alianza Francesa de 1976 a 1978 y Presidente de la Unión de Escritores de Islandia de 1984 a 1988. Obra poética: Ljóð vega salt (Poemas en equilibrio), 1975; Ljóð námu völd (Poemas poder de mina), 1993; Ljóðlínuskip (Barco de poemas), 1995; Ljóðtímaleit (Busca el Tiempopoesía), 2001. Novelas: Parísarhjól (Rueda de París), 1998; Blái þríhyrningurinn (El triángulo azul), 2000; y Næturstaður (Lugar de una noche), 2002.
“Para empezar, es bueno recordar que la poesía está hecha de lenguaje. Más que cualquier otro texto literario, la poesía usa la habilidad del lenguaje, llamada connotación, la habilidad del lenguaje para decir más que una cosa al mismo tiempo, en el mismo verso, en pocas palabras, de una forma condensada. Hay más que uno y sólo un significado en un poema, la poesía está siempre buscando, siempre dudando (una “prolongada duda entre sonido y sentido, decía Paul Valéry) – siempre usando las características connotativas del lenguaje. Este es el uso poético del lenguaje; podríamos llamarlo la dimensión poética del lenguaje. Y no concierne sólo a la escritura de un poema sino también (y esto es muy importante) a la lectura de un poema (o a la escucha de un poema). La dimensión poética del lenguaje debe ser mantenida viva y defendida. ¿Por qué es importante? Porque combate todos los tipos de parcialidad, todos los tipos de pensamiento unilateral. El lenguaje y su uso es un campo de batalla. Todos los poderes, financieros, ideológicos y políticos están tratando todos al tiempo de imponer su unidimensional significado a las palabras, escogiendo una vez y por todos. Un texto poético, un poema, descubren este unilateral uso del lenguaje, como un importante acto de resistencia a aquellos poderes que tratan de abusar del lenguaje, de imponer su visión, su significado de las palabras y del lenguaje. Y un poema es también muy importante porque ayuda al lector (o al oyente) a convertirse en un usuario creador del lenguaje. Y esta es la última consecuencia de la dimensión poética del lenguaje: ayuda a construir una comunidad democrática, ayuda a construir una sociedad multidimensional.”