Ophir Alviárez (República Bolivariana de Venezuela)
Por: Ophir Alviárez
PROMETEO
Revista Latinoamericana de Poesía
Número 86-87. Julio de 2010.
TÓTUM REVOLUTUM
Por siempre cargados llueven parapetos
no es leve el goteo escurriendo equipajes
Frenesí de gorgojos que se ahogan
perpetuum mobile
Demérito del canto a lo profano
cuerpo de sombras alimentado en la sal
Fachadas de camuflaje ríspido
estolas de swarovski vendada soledad
Palabras que se las goza el viento
pretextos que amplían
tributo a lo social
Suicidio de la identidad ante los enseres
correspondencia unívoca dudas
capacidad
Audacias postergadas al péndulo
esperanza del lobo
bufido que ha de llegar
no hay cochinitos adentro
tempestad
MALLEUS MALLEFICARUM
Resurreptas y tal vez resucitas
las pápulas sombrean al cascabel
apóstata recorres tus dominios
hay convivio de hembras
chicharrones es la orden
sal de tu concha y empieza a correr
Resurreptas y ya no resucitas
ALTER IDEM: ANÓNIMA
Se escapa mi alcancía de sueños
no tiene piernas
no es de silicona su liquidez de tránsfuga
Yo rumio los despojos recojo los embriones
me repito en zozobras
Foránea me observo ajena al charco
como si el caos no viniera de mi entraña
como si el grillo no devorara la ropa
como si redundar fuera pecado
y una garúa consiguiera
enjugarme el llanto
aquí
las escaleras no suben caen
no se pierden las monedas no hay precio que valga
lluevo sobre el pantano sangro orgasmos
Mi alforja de sueños se disuelve
no tiene piernas
no queda nada
¿SELF SERVICES?
Llueve
Quizá los ángeles hacen el amor como dice Benedetti
Chorreo desbordado seno
pirañas y sierpes acurruco
Hipo manando hiel savia
Gotea la granada —falaz—
pepitas sin lengua
(¿Self services?
MODUS OPERANDI
Crónica
folios de un diario
piel de cebolla
uno
dos
cien
Intacto te afincas en mí
arrastrándome
y camina el cangrejo pa´lante
la costumbre lo impele hacia atrás
Primaria la reacción
te avienes a la norma
(página doce)
el gato persigue su rabo
falaz
(retorno a la diez)
Combustible
comburente Tú
¿yo?
cansada de causar
SUSTINE ET ASTINE (Resiliencia)
Dicotomía que resiente
tajo urdido
tropel de muecas que agostan la risa
Compulsivo envite entre dimes y dirás
lastre o tendencia excusas
Filo que se recorre sin miedo
abismo que tienta porque la candela emplaza
Ablación de vísceras
y no duele
Qué va a sentir la piedra
la piedra
¿la piedra?
si ya mil veces fue pateada
De “ Ordalía (o La pasión abreviada) ”
BLACKOUT
Angels of the love affair, do you know that other,
the dark one, that other me?
Anne Sexton
No hay nada intacto
me he hurgado buscando la cura
inconclusa
traigo un sabor a vida destazada
a suela de zapato que otra caminó
a plegaria y a poros con sus vicios
olvidé cómo se oraba
mientras un ángel cupo
en la hoja del cuaderno
De Antología de Poesía Joven Venezolana
BIFRONTE
Cómo se carga el peso de dos mundos
cómo se conjuran ambos en una sola piel
la dualidad es evidente
el desgarro demasiado lento
gime la panza y viven las ganas
nada ahoga el olor Yo
excesiva y real evasiva y sensible perdida
El cuerpo sobre la mente —eso dijo el chamán—
no me defiendo
mucho cuerpo desde que recuerdo Y recuerdo
Aunque no haya querido hacer la tarea que sugirió el sicoanalista
afíncate en lo que duela sácale punta
pero no me duele el cuerpo
duele quizás lo que reprimo de él
lo que no me toco lo que no me siento
lo que no entretengo por esperar
por posponer
La noche me descubre débil
ávida de unos labios de una palabra
de una sonrisa que deje ver más que una fila de huesos
pero cómo se carga el peso de dos frentes no se puede
no se puede poner un pie en el verde y otro en el azul
como en el Twister ni en juego
Veo fotos donde no me encuentro
intento lograr un espacio
mover los personajes
borrar algunos hurgar resquicios
Veo fotos por encima del hombro
como si profanara lugares que no me pertenecen
no soy actriz ni siquiera reparto —¿me reparto?—
la sensación arrincona
mientras intento evitar que la cabeza golpee la pared
rebote en la librera
Quizás sea fetiche el apego que tengo por los libros
pero no sólo los libros gozan de mi afán
lo material me tuerce las muñecas
las rodillas no resisten el peso
soy un cuerpo cundido por la mala crianza
la vanidad se burla en el brillo de una pantalla plana
el closet me domina las hornillas se ensucian una y otra vez
yo restriego y restriego hasta que los dedos gritan
entonces ordeno las cestas las sedas y cuento
treinta y cinco cuarenta pantaletas
diez o doce nuevas para él
Dónde él quién él cómo él
que promete y promete como yo
ahora sí ahora sí
ahora ah umhh sí así
pero tengo que depilarme
la distancia hace que lo olvide
mi Monte de Venus llega al ombligo y me abochorna
procuro argumentos a la idea de qué sucedía cuando la cera
no esquilaba mis labios mayores
debo haber sido esclava de la hojilla
quitarse la ropa no dependía del estado del (b)vello impúdico
Es enero es 21
hace siglos las almendras sudaban en el bolsillo de un traje
quizás es una patología esto de —(no)— vivir enamorada
cuestión de genes diría Kay
de abuelas que se cargan en arterias
del circo la leche la raza el zodíaco
los apetitos escorpio y bienvenido el aguijón
Guapeo
me diluyo en silencio
sola
TREPANACIÓN
El orden de los factores sí altera el producto
Meter las manos y arrancar el cerebro
no es lo mismo que hacer de tripas corazón
—o sí—
Tengo mi lugar común
el bocado que quieres y condena
porque las costras no se ven están
y la escisión no me hace inánime a pesar de
Aplaudo
Si logras endosarte mi materia gris
ya no importa que la panza se ocupe del pecho
Nada me posee nada
nada poseeré podré ser libre
me uniré a la disidencia
no tendré que pasear al perro que no tengo
el diagnóstico dejará de ser mi ociosidad
el orden de los factores se hará cargo de la renta
la chica virtuosa será desvirgada
el coño se llenará más que de eclipses
empezaré a entender —no habrá intelecto—
y recordarás que entre tú y yo
hubo más que ibuprofeno
Harás anticuchos
beberás chicha espumosa que no sale de mí
mientras yo aprendo a cambiar el ángulo de mi ocaso
y juego a corresponsal de guerra —salario mínimo por delante— porque por detrás sólo la cuenta
y los nueve meses a los que pusiste espera
El orden de los factores sí altera el escarnio
El pan será el asombro
no habrá preguntas de aquéllas sin enjundia
ni gajes ni oficios
los oídos revertirán silencios y gazapos en el tono de alguna voz
fisgona
mientras las ganas se transmutan en la rabia que se queda en ese perro
el que no tengo o sí ya nada importa no hay cerebro
son las tripas las que hacen el reparto cuando se habla de comedias
y las escenas van en fila —indias— como hormigas o zánganos
de robo en rapto y al contrario
Se burla la sonrisa de la curva espacio tiempo No hay dientes
sólo alvéolos que escurren la mitomanía las mitocondrias
el CO2 alojado en protoplasmas la espera
y la fe de la que asumen encandila
montañas rutinas querencias
Hundir las manos y extirpar cerebros es casi lo mismo
que hacer pinchos de un corazón cejado
SOLILOQUIO EXANGÜE
Pienso en un reboso como esos que usan las mujeres de la sierra oaxaqueña para cargar a sus hijos aunque debería diseñarme una armadura, una pechera dorada y fuerte, tal vez un escudo pero yo no necesito protegerme, el sable está adentro, la puya sale entre las piernas por eso tejo mi reboso, ya no debo protegerme, debo tan sólo arrullar a mis entrañas.
REFLEXIÓN EN SUPERFICIE NO INVENTADA
Tengo velas en cada rincón
después de todo soy humana
y como dice Castaneda
debo mirar pero ver
la ventana se abre
Del lado del paladar
cuatro burritos pacen
prefiero pensarlos como burros
—tienen luces en los cachos—
y oscilan
oscilo yo de afuera adentro
apenas si me atrevo a salir
adentro es tibio hay poco aire
afuera en cambio todo es weird
dicen
por eso será que me tiento
y resuello
escojo el desatino de dejar de esconderme
de mover la cabeza como los burros con cachos
que no son burros
que sí que son como yo
propaganda mal filmada
colmillos de tiburón que no ha probado carne
estrellas y cactus porque todo puya y hay espinas
y los dedos ven la hora en un reloj con tapa
los ojos siguen cerrados para evitar el mareo
el vaivén de la cabeza la quebrada del derecho
que dicen
me vuelve nostálgica
y volver es la palabra con más acepciones en mi diccionario
pero sólo una conjugación
yo vuelvo
y desde el fondo del frasco donde me dejé meter
cual bella genio sin deseos
deseo el absurdo de alas en los pezones
que no me hagan culpable
que no me dicten ligera y equilibren el peso
la espa(l)da la simetría de los cuerpos
los cabellos churcos el pálpito nada hospitalario
pues a mayor dolor mayor nudo sin resolver
y hay que
las mascotas casi siempre son cuadrúpedas
yo soy bípeda pero me exhibo con argolla
con cinturón de procacidad con nombres apellidos
hoy el (h)uso nos cortó
media hora de distancia
para que yo mire pero vea
que no sólo los bambis tienen cachos
ni luces
y lo que hay en la ventana
del otro lado del paladar
no es la navidad en la casa de los chinos
no sino el reflejo
de lo que llego a ser
lo que quiero
a donde voy
LA DEFLAGRACIÓN DE LA ALEGRÍA
Soliloquio el de ella que con la lluvia
se viste de verde y se sienta en el suelo
no emula el contagio la sonrisa
la boca es pintada con creyón de cera
Asume el designio la tocada
llamarada de churco es esa mueca
ONÍRICA
Mi cotidianidad se vuelve onírica. Abro los ojos y sueño, los cierro y el desparpajo de una voz se afinca en la escisión entre las piernas como cuando era otra y me llovía en procura de un pacto que trascendiera el lugar común y succionara los peces. Hay un itinerario que no confunde y pedacitos de vidrio que se nutren de luz; no sé usar zapatos y arrodillada hace mucho que no sé de solaz pero tengo las babas viscosas y la moral de turno se burla del resabio de dos dedos que no toman posesión de altar pagano.
Y digo turno y el vicio del círculo me vuelve gato, hembra con ganas, con la cola por la situa clausurada porque el ábrete sésamo no forma parte de la repartición de bienes ¾y vienes¾ y entra la sombra, el rumor mortecino, el contrato sin firmas, el verso largo, el juicio corto, la fuga, la sílaba tónica, la pretendida confianza en el símbolo de Î al que el ingenuo insiste en apoyarse porque yo no pertenezco, hay un orificio por el que me escapo y ululo, me torno poza, soborno, arrechera y boca abajo un eco se duerme en la nuca, rebota en lunares y cuando el demonio brinca, yo entelequia capeo el temporal
Ophir Alviárez nació en Venezuela en 1970. Escritora venezolana corresponsal de páginas literarias y suplementos culturales. Ha publicado Escaleno el triángulo (Editorial La Escarcha Azul, Asociación de Escritores de Mérida, 2004) y Ordalía o (La pasión abreviada) (Fondo Editorial del Caribe, 2009).
Sus textos han sido incluidos en la I Antología de Poesía de la Asociación Casildense de Escritores (Argentina, 2004); en las I y II Antología de Poesía de la Asociación de Escritores de Mérida, (Venezuela, 2004, 2005). en la I Antología de Narrativa de dicha asociación, (Mérida, 2006); en la V Antología y en la Edición Oro del grupo español Sensibilidades (Madrid 2004, 2005); en Conjuro de Luces (México, 2006) y en la Antología de Poesía Joven Venezolana, edición bilingüe traducida al árabe (Casa de las Letras Andrés Bello, Biblioteca Ayacucho, Universidad Libanesa Internacional, 2009). Muestra de su obra ha sido reseñada en diversas revistas literarias. Vive en Houston Texas.