Gustavo Pereira (Venezuela)
Por: Gustavo Pereira
PROMETEO
Revista Latinoamericana de Poesía
Número 86-87. Julio de 2010.
NOCTURNO
Cuando las tabernas quedan vacías
el viento de las calles agita el polvo
y juega con los envoltorios
Es el tiempo en que los solitarios recorren la noche
El tiempo en que los borrachos recobran sus delirios
y los vidrios sus dobles
Es el tiempo en que despojadas de humanos
son más humanas las calles
y terribles los sueños.
ENUMERACIÓN DE LOS ENCANTOS DE LA CIENCIA
El cuadrivio de la hipotenusa
La energía de las ondas magnéticas
apuntadas al mero lado izquierdo
La aceleración de las partículas atómicas
bajo la rótula de un impulso inútil
El aprovechamiento de la energía solar para soslayar
cuanto se tiene por ridículo
El movimiento de los planetas como acumulaciones
de epiciclos
y escombros semejantes
La nube de materia y radiación que se expande
infinitamente al infinito
sin que ningún hado alcance a rozarla
y finalmente
el destello
de tus ojos
cuando
a su furtivo
disparo
capitulo.
PARA DESNUDAR A UNA MUJER
Para desnudar a una mujer no hace falta penumbra
ni pericia ni astucia
De nada valen erudición destreza brusquedad
Ni siquiera sabiduría
Para amanecer a su lado
poco importa el arrojo el valor
la treta o la artimaña
De nada sirven apostura o tenacidad
No hay método ni sapiencia ni sistema que puedan vencer su resolución
o su mesura
Para desnudar a una mujer toda presunción es inútil
toda voracidad resulta amarga
todo discernimiento se vuelve melancólica penuria
Para desnudar a una mujer basta el instante
en que el ciego misterio la envuelva y la estremezca
y restaure en su pecho la incordura
y sepulte su cuerpo en nuestros brazos.
SOMARI DE LA REINA O EL GOLPE DEBELADO
En el turbio Café de mi barrio donde empezaba un poema para ti
pasó a mi lado la más perfecta de las diosas
Dio unos pasos de sílfide me miró de soslayo sonrió y se sentó
(con otro por supuesto)
Seguí con el poema
Tú seguías reinando.
ESTO QUE NOS PASA
Esto que entre los dos pasa es el precio
del sobresalto de desparramarnos uno
en el otro
Pasó mil veces pero siempre pasa
Ningún lugar común será capaz de erigir a su sombra nada
Ningún desaliento podrá impedir que termine como debe concluir todo
Transgredido
Recurrente
Desquiciado
Esto que entre los dos pasa no es demonio suelto
sino deslumbramiento del infierno
inseparable de la brasa que hila
Cuando hayamos suprimido de nuestras vidas el tiempo y los vecinos
y la calle y los necios
y las escaleras por donde regresar a la cordura
y al aburrimiento
la fascinación de estrecharnos volverá a lamernos y a perdernos
y así sabremos que esto que nos pasa es simplemente
cursimente
neciamente
perramente amor.
SOBRE SALVAJES
Los pemones de la Gran Sabana llaman al rocío Chirïké-yeetakuú,
que significa Saliva de las Estrellas; a las lágrimas Enú-parüpué,
que quiere decir Guarapo de los Ojos, y al corazón Yëwán-enapué:
Semilla del Vientre. Los waraos del delta del Orinoco dicen Mejo-
koji (El Sol del Pecho) para nombrar al alma. Para decir amigo di-
cen Ma-jokaraisa: Mi Otro Corazón. Y para decir olvidar dicen
Emonikitane, que quiere decir Perdonar.
Los muy tontos no saben lo que dicen
Para decir tierra dicen madre
Para decir madre dicen ternura
Para decir ternura dicen entrega
Tienen tal confusión de sentimientos
que con toda razón
las buenas gentes que somos
les llamamos salvajes.
SOMARI CON PEZ Y PÁJARO
En mi cabaña conservo un pez de arcilla
y un pájaro de sombra
A ellos acudo para librarme del hastío
El pez habla por los cuatro costados el pájaro me alumbra
Sobre nosotros sólo el loco firmamento es perfecto
Cuando todo duerme
el pez despierta a los lagartos amordaza las arañas y conforta a
los náufragos
Y mientras el cielo nocturno se desliza
el pájaro de sombra sube hasta el costado del cosmos impasible
y regresa convertido en punzada.
TRAMA DE AMANECER
Cuando en Tokio anochecía
yo festejaba la radiante aventura de amanecer en tu pecho
Había conjugado todos los verbos
y en ninguno hallé el tiempo exacto de deshacer lo irremediable
Condescendí con la penumbra
y me deparó tu resplandor
Quería simplemente restituir las coordenadas que nos constituyeron
El batir de olas que armonizó nuestra existencia
Arrebato salido de su órbita a encontrarte
Encantamiento asimilado a tu cuerpo
Cuando en Tokio amanecía tú anocheciste en mis brazos
Y esto fue más importante que todos los verbos conjugados
y más hermoso que la rotación de la tierra.
BODHIDHARMA I
Preguntó un monje a su maestro: “¿Qué sentido tiene que el
Bodhidharma venga del oeste?”, queriendo significar: “¿Qué
es la verdad?”.
El maestro contestó: “El caracol que sube a un palo”.
El día anterior, a otro, le había respondido: “La rana lame el
humo de las cigüeñas”.
POR LOS NUESTROS
Por aquellos que amaron o fueron amados sin medida
Por aquellos que escribieron cartas de amor sin esperanza
Por quienes rehicieron con ceniza cuanto les fue desarraigado o prohibido
Por los que no renegaron de sí mismos en la desolación de sus tormentas
Por quienes se negaron a pactar con la astucia
Por aquellos que optaron por un pedazo de pan duro entre el coraje y la vergüenza
Por aquellos que en el desconcierto se precipitaron en la alucinación de la audacia
y convocaron el fanal compartido
Por los que no supieron de treta despreciable
Por los que atravesaron sin herirse zarpazos y mordeduras
Por los que hechos polvo aún guardan en el pecho
pobres poderes para franquear la inclemencia
Por quienes resistieron sin quejarse ni pedir nada a cambio
Por quienes aunque sólo recibieron afrentas y desprecio hallaron en los otros
motivos para persistir
Por aquellos que nos dejaron la llave de los primeros paraísos
y descifraron por nosotros los jeroglíficos de los inescrutables
Por todos los que lucharon y nos enseñaron a luchar
Por quienes entregaron huesos y sueños como disculpándose
Por los que no ambicionaron más gloria que su pobre intemperie sin amparo
Por aquellos que se abismaron ante la maravilla
y se reconocieron en sus llamas
digo estos versos.
SOMARI DE LA INCANDESCENCIA
Diré que eras blanca como las desangradas
amapolas rosa como el carmín de la pasión
Diré que te consumías en tu poder
y que no había caracola del océano que no poseyera la
resonancia de tu cuerpo
Diré que el esmalte sobre el puerto no bastaba para romper
el hechizo que te envolvía a la deriva
Y si el amor concluye de repente diré que fuiste apenas
incandescencia recobrada en mi copa
en una habitación de hotel desvanecida en el olvido.
SOBRE SALVAJES
Los pemones de la Gran Sabana llaman al rocío Chirïké-yeetakuú,
que significa Saliva de las Estrellas; a las lágrimas Enú-parupué,
que quiere decir Guarapo de los Ojos, y al corazón Yewán-enapué:
Semilla del Vientre. Los waraos del delta del Orinoco dicen Mejo-
koji (El Sol del Pecho) para nombrar al alma. Para decir amigo di-
cen Ma-jokaraisa: Mi Otro Corazón. Y para decir olvidar dicen
Emonikitane, que quiere decir Perdonar.
Los muy tontos no saben lo que dicen
Para decir tierra dicen madre
Para decir madre dicen ternura
Para decir ternura dicen entrega
Tienen tal confusión de sentimientos
que con toda razón
las buenas gentes que somos
les llamamos salvajes.
Fin de la historia
“El capitalismo es el fin de la historia”
Tal vez sobrevivan los metales relucientes pero no las mariposas
los plásticos y los escombros pero no los pétalos bajo el rocío | |
los gremios de rufianes pero no los solitarios | |
los banquetes y los festines pero no la alegría | |
los ruidos y los estrépitos pero no la música del amanecer | |
las mesas servidas como nunca pero no los aromas | |
las estrecheces de espíritu pero no la compasión | |
los bandos del poder pero no los secretos del habla | |
las máquinas traganíqueles pero no el incrédulo azar | |
las meretrices y las zorras pero no las diosas de la noche | |
las acritudes y las ferocidades pero no las revelaciones | |
los circuitos integrados pero no el despertar de la hierba | |
los malos olores pero no la transpiración de los amantes | |
la estupidez y la vulgaridad pero no la evidencia de lo sensible | |
lo redondo y lo cuadrado pero no lo indescifrable | |
los trajes y las joyas pero no la transparencia de las aguas | |
las metáforas pero no la poesía. |
Somari
Un ridículo poema en tu nombre señora
Una taza levantada en tu nombre señora
La última cerveza en el último bar en tu nombre señora
Todos los sueños ¿adónde escaparon? Aquello que brilló ¿fueron
tus ojos alguna vez?
Déjame extraer la última |
moneda de mi manga
por ti señora |
La última monea del sol |
Un pájaro a lo lejos Tal vez el mar
Parroquianos fumando
y este ridículo poema en tu nombre
amor mío amor mío. |
Somari de la piedra del fondo
Salí a luchar pero me vencieron las furias.
Hurgué en lo hondo pero a la luz escaseaba
Subí a respirar
mas por todo aire aspiré arena |
Bajé de nuevo y fui piedra del fondo
y acampé allí
y combatí
pero esta vez contra mí mismo. |
La incertidumbre de hacer un poema
La incertidumbre de hacer un poema no es porque no haya lectores
o amantes de la poesía |
ni porque no queden almas sensibles sobre el mundo
Tampoco porque a veces se derrumbe en nosotros con el escenario
parte de la iluminación |
Ni porque en el fondo hacer un poema sea el acto menos afortunado
entre los muchos que la técnica tiene por estúpidos |
La incertidumbre de hacer un poema parte del mismo poema
que finalmente ignora su papel como poema |
y desea con fervor parecerse a una piedra
a la arena |
o al agua |
O mejor Ser la piedra
la arena |
y el agua |
que todo poeta desdice. |
Gustavo Pereira Poeta venezolano nacido en la isla de Margarita en 1940. Se doctoró en Estudios Hispanoamericanos en la Universidad de París y ejerció durante veintiocho años la docencia. Fundador de la revista Trópico Uno, dirigió también la Revista Nacional de Cultura durante cuatro años. Fue miembro del directorio de la Casa de la Poesía, de la Biblioteca Ayacucho y de la revista A plena voz. Su obra poética abarca más de veinte títulos, algunos de los cuales han merecido reconocimientos como el Premio Joven Poesía de las Universidades Nacionales (1965), Premio Universidad del Zulia (1966 y 1967), Premio Latinoamericano de Poesía de la Revista Imagen (1970), Premio Alarico Gómez (1973), Premio Municipal de Poesía de Caracas (1987), Accésit al Premio Internacional Pérez Bonalde de la Casa de la Poesía (Caracas, 1992), Premio Fundarte de Poesía (1993) y Premio de la Bienal Ramos Sucre (1997). En el año 2000 le fue concedido el Premio Nacional de Literatura. Entre sus libros de poesía destacan Preparativos de viaje, 1964; En plena estación, 1965; El interior de las sombras, 1968; Los cuatro horizontes del cielo, 1973; Sumario de somaris, 1980; Vivir contra morir, 1988; Escrito de salvaje, 1993; Oficio de partir, 1999; Sentimentario, 2004 y Equinoccial, El Perro y la Rana, 2008. En 1994 Monte Avila Editores editó su Antología poética con prólogo de Juan Liscano y en el 2004, en la Biblioteca Básica de Autores Venezolanos, Poesía Selecta (selección y prólogo de José Balza). En el 2007 la Casa de las Américas de Cuba publicó una antología de su obra poética, Sobre salvajes, seleccionada y prologada por Norberto Codina. Entre sus libros en prosa figuran El peor de los oficios, Academia Nacional de la Historia, 1991 (2da edición: La Habana, Editorial Arte y Literatura, Instituto Cubano del Libro, 2004), Historias del Paraíso, vasta obra en tres volúmenes sobre la presencia colonialista en el Caribe, Fondo Editorial del Estado Nueva Esparta, 1997 (2da edición: Caracas, El perro y la rana, Biblioteca Popular para los Consejos Comunales, 2007), Costado indio, estudios sobre literaturas indígenas venezolanas, Biblioteca Ayacucho, 2001, Simón Bolívar, Escritos Anticolonialistas, Caracas, Conac-Ministerio de la Cultura, 2005; El joven Bolívar, Caracas, Fundación Defensoría del Pueblo, 2007; Cuentas, Monte Avila Editores, 2007.