Koumanthio Zeinab Diallo (Guinea Ecuatorial)
Por:
Koumanthio Zeinab Diallo
Traductor:
Francesca Randazzo
PROMETEO
Revista Latinoamericana de Poesía
Número 86-87. Julio de 2010.
Las Risas del Silencio
Amigo,
Yo
construí mi casa
en una esquina del cielo.
El techo está hecho de estrellas engastadas en
Una corona de luna prisionera,
En la que se enlazan nuestras miradas apagadas.
Yo
construí mi casa,
colgada del flanco
de un sueño rebelde en la resaca
de los deseos plurales,
unión que celebro
en todas mis noches de poesía.
***
Si
tú quieres, amigo,
encontrarme
en esta ciudad de evasiones poéticas,
Toma prestado el sendero del amor
Que hemos ya practicado,
Y que sólo nosotros conocemos.
Pero
si a lo largo de tu camino,
Si al borde de tus alas desplegadas,
O entre tu risa que se desgrana y cae,
yo no encontrara el color de tu voz,
Entonces
examina el aire, interroga las caracolas,
la estrella polar, los elfos,
y déjate guiar hacia el templo
de predilección.
***
Yo
quiero hablar de mi casa,
una morada con color de esperanza,
construida en el vientre del alba,
apoyada en la esperanza infinita del vacío y
profundamente oculta en un pasado rebelde.
***
Sí
¡claro!
¡Siento que quieres venir ahora!
Pero escoge bien el camino
Empedrado de soledad y extravíos,
cuya longitud sólo nosotros conocemos.
Yo
te veo besando el alba radiante
que se sumerge en la tierra
como un águila sobre la madre gallina.
Yo veo el ballet de los saurios
entre las profundidades marinas.
***
Escucho
la risa de los pájaros azules
que descubren el refugio secreto de mis pasiones
Y sorprendo al sol resentido,
tomando por asalto mi casa azul.
Sus rayos palpables como
La ausencia del amado,
separan las sombras de mis locos pensamientos.
Huérfano
de mi carne caliente
Te oigo llorar esa ausencia
Y mi canto que, cada mañana
Te ofrecía en la tibieza de mis sábanas.
***
Tú
piensas en tus jadeos
Durante nuestras largas noches de invierno.
Tú piensas en tu cabeza sobre el terciopelo de la dulce playa
De mi cuerpo color de tierra cocida.
Piensas en mi boca
que recogía tus ojos,
los embriagaba y desembriagaba con mi presencia
Tú
piensas,
O ciego marginal,
en todas nuestras lágrimas plurales
que caían al ritmo regular
de nuestros cuerpos en trance.
***
Tú
piensas en todos nuestros momentos sublimes
cuando para saciar tu sed,
me hacía un gran libro
que tú leías con pasión.
Entonces
mándame pronto tu canto y tu sonrisa.
Ten cuidado de bañarles en las orinas
de las leonas parturientas,
Antes de confundirles con los finos suspiros
De los Camaleones apareándose.
***
Tú
puedes imitar el sonido divino de la flauta
del pastor peul, la levedad de la Kora mandinga
la fuerza del tam-tam salvaje.
Esperemos
que me llegue
la voz de tu segunda voz
y la voz de tus profundidades
para los más ardientes.
***
Yo
tengo la garganta atorada
por los deseos insatisfechos
Dame la oportunidad de despertar
el demonio del placer del cual sólo nosotros
conocemos el tiempo de hibernación.
Ven
a ver mi casa
construida en una esquina del cielo.
relámpago furioso que parte el cielo mayor,
mi casa reposa en una espuma de nubes
que mis ojos, acarician cada mañana
que mis pensamientos, cada instante, atraviesan
***
Para
mi placer
llena tu morral de palabras sencillas
y para que sepas, aquí el tiempo no es bueno ni malo
Encuentra diez, veinte, treinta, cien, mil palabras
y entre ellas escógeme unas muy dulces.
Dulces como los murmullos
de las abejas enamoradas,
en las delicadas orejas de las flores.
Estas
palabras tan dulces que sacralizan
la marca del macho en calor
sobre el dorso de la hembra
las palabras dulces cuya composición
sólo nosotros conocemos.
***
Ven
a visitar mi casa
construida en una esquina del cielo.
y escondida en un pasado presente.
Y
yo, inquilina del templo de lo imposible
Avanzo sobre mi terraza hecha
de fragmentos de rayos solares
trenzados y desplegados sobre la alfombra
de la nada infinita.
***
Desde
allí, créeme te veo bien amigo.
veo también la larga bufanda blanca,
templo bendito de los alientos de nuestros ancestros
que vigilan sobre la serenidad de mi casa.
Yo
lo veo cerrar lentamente un ojo
luego el segundo, después el otro, el centésimo.
Y entre la penumbra que sigue al día
o más bien los restos del día, el horizonte
ya no se asemeja sino a una nada
de vacío que permanece.
***
Yo
veo al sol debatirse,
consumirse vencido.
Atravieso
el umbral de mi casa verde,
el muro está hecho de medio siglo
de frustraciones e incomprensiones.
***
Ahora
canto en voz alta
Y canto alto para ti.
yo
canto también por las almas ultrajadas.
Aquellas que están locas con la locura de los otros
aquellas que creen en la perennidad de la rosa
y la virginidad de nuestras promesas.
***
Y
he aquí que mi promontorio
Bordado de pedazos de pequeños soles,
Veo miles de escamas del cielo azul
caer y esparcirse
Hasta las orillas lejanas de nuestras risas vírgenes
Pero
Respóndeme pronto amigo.
Responde a mi canto cómplice
Responde antes de que vuelvan los pájaros migrantes
o que suban de mis tibias profundidades
las algas que tú sembraste
***
No obstante
tú eres miel
entre mis labios golosos
y pimienta en la garganta de los otros
No obstante
tu corazón lleva las marcas
De los suspiros de nuestros cuerpos
Al siguiente día de las albas felices.
***
Pero
si tú quieres venir
a mi casa construida entre
la tierra y el cielo del cielo,
toma entonces nuestro camino,
el camino del amor
cuya longitud
sólo nosotros conocemos.
Tú
sabes,
nuestro camino se estira hasta
la orilla del alba
y no ha sido más que una
larga serpiente cuyo veneno,
en cada recodo, nos neutralizaba
***
Y
ahora que termino de instalarme
sobre mi silenciosa terraza
con mi corazón lleno de tu corazón
y mi cuerpo herido en la búsqueda
de no sé qué demonio del placer.
Yo
no te veo venir
tampoco quieres quedarte
ya lo sé.
***
Tú
quieres que mi mirada
en el fondo de tus verdes párpados
se refugie como un recién nacido.
Y por lo tanto en cada mirada que lanzo
me hiero contra las espinas de tu mirada.
Cierra
las fronteras del tiempo
Y ven a mi casa de mil colores
***
Mi
casa es rojo bermellón
cuando te enojas
azul índigo
cuando deseas esperar
blanca cuando deseas la paz
negra carbón, morada,
cuando quiere ayudar a la noche a resistir
el asalto del día.
Ahora
regreso a mi terraza
y no te veo venir
adivino que tú no has podido purificar tu cuerpo
tú no has obtenido el perdón de los tuyos
***
Yo
veo el suelo cubierto de corazones
que tú mataste
escucho el llanto de los sexos
que tú desposeíste
que confunden su miseria
en un coro de saurios testarudos
Pero
espero
que abandones las espinas
a favor de las rosas
Espero que elijas el día en lugar del crepúsculo
***
Espero
que renuncies
a las locuras terrestres
Por el sólo placer
de reconfortar nuestros sueños
Espero
que consientas en apagar
el fuego que consume la médula y los huesos
***
Yo
estaré allí cuando quieras venir
con mil palabras tejidas al revés
entre mis manos, para ti
Pero
si debes venir
no tomarás el camino
ni de noche ni de día.
Y el camino es tan estrecho y tan corto
que no podrás atravesarlo
sin tropezarte con las caricias de la noche
***
Sigue
la estrella coronada
en lo alto de tu cabeza, ella pasará
portadora de un mensaje azul.
Tú
Sabes, la estrella nunca se extravía
Es la referencia de las almas solitarias
y deseosas de evasión
Ella
pasa por aquí todos los años
para cambiar la corona de la princesa Luna.
Ella me llevará seguro tu mensaje
***
Pero
si prefieres anunciármelo
con tu voz conmovedora
ten por seguro que, con mi voz,
te responderé.
Pero
¡esperaré!
¡Sí! Esperaré que los griots
digan las grandes historias de mis ancestros
esperaré a que canten los grandes nombres
y que presenten su collar de palabras
a las princesas
***
Esperaré
a que ellos canten para los gigantes
aquellos que el malvado tiempo enterró
tras los muros de sus ciudadelas
aquellos que blandieron la espada
contra el león para salvar a su ciudad.
Esperaré
Si, esperaré
el tiempo de componer las melodías de la grandeza,
a los recorridos imperecederos para magnificar a los irreductibles.
***
Pero
en mi errancia tutelar
exigiré que me acompañen
la flauta pastoral y el arco musical
de los peuls del Fouta Djallon.
Yo
simple inquilina
de la casa irreal,
colgada del flanco de un sueño
escondida en un pasado
cumplido que se despierta.
***
Mi
casa de muros incoloros
y con una terraza que se despliega
como una alfombra sobre la nada.
Pero
Esperaré, ¡créeme!
esperaré que el fuego de tu mirada
queme mi corazón.
***
Esperaré
Esperaré que crezca nuestro poema azul
y que se superponga a nuestro gusto
hierbas de palabras suspendidas en la frontera de nuestros labios.
Esperaré
Esperaré que mis brazos,
de princesas Lianes, embriagadas del vino del amor,
se deslicen a lo largo de tu corazón de cristal
***
Esperaré
Esperaré que mis dedos,
como pequeñas serpientes vagabundas,
descubran sobre la playa voraz
de tu cuerpo estupefacto
el templo de tu suave candor
Esperaré
Esperaré que mis ojos
como pequeñas luciérnagas frívolas,
reclamen los alientos de los ancestros
en las penumbras del más allá.
***
Esperaré
Esperaré el despertar
de los nenúfares en el ritmo
de las confidencias
contemplando el furor de los saurios
en sus cópulas nocturnas
Esperaré
Esperaré que tú enciendas la llama
que partirá al asalto de mis sentidos
para que, hasta la raíz de mis cabellos
conjugue yo tu verbo en pluscuamperfecto.
***
Esperaré
Esperaré el tiempo cuando se repueblan los estanques
y la pesca recomienza
Esperaré
Esperaré la eclosión del huevo
entre el agujero de nuestros silencios.
***
Esperaré
Esperaré que la luna pierda su virginidad
en un rincón del cielo azul.
Me gusta
cuando mis profundidades
te aclaman y se estiran
a lo largo de la fiesta
***
Me gusta
cuando desde la cima de las montañas
la flauta emite melodías,
imperceptible ternura, que semeja
numerosos primeros besos.
Me gustan
las antiguas pastorales
Cuando con cinturón de fuerza
nos retienen la noche entera
***
Me gusta
cuando tu voz melodiosa acaricia
las paredes de mis orejas desprovistas de defensa.
Incluso
si las flautas de nuestros pastores
no tienen ya sus sonidos divinos.
Incluso si bailol ha hecho crecer muchas cuerdas
entre los dedos del artista.
Incluso si la melodía ha envejecido entre las gargantas de los nyamakalas.
***
Tú
debes esforzarte por dejar este espacio
de mentiras y de engaños.
Tú debes venir a mi casa de la verdad
aquí el viento es tan tolerante y el aire tan puro
Conviértete
pronto en el amigo ya que
estoy vestida de tu ausencia
cubierta por el manto de tu aliento
y nuestros corazones, lo siento,
se reencontrarán, más allá de nosotros,
para jugar al juego del amor.
***
Nuestros
corazones jugarán el juego del amor
entre las arenas movedizas
entre las brasas ardientes
entre las profundidades oceánicas.
entre el vientre del diablo
Yo
bendeciré el recorrido enmarañado
de los murciélagos
la danza sagrada de los escarabajos
y el baño nupcial de la reina Sol
al día siguiente de las nupcias extenuantes.
***
El
camino del amor no está
sólo decorado de rosas
de perfume embriagador.
El
camino del amor está sembrado
de corazones sangrantes.
Detrás de cada ramo de rosas,
a cada instante, dos corazones se atraen y se desgarran.
***
Pero
tú me dirás que el amor no tiene ni nombre
ni sexo, ni religión.
El amor
es simplemente divino
son los enamorados los que tienen nombres
Diferentes nombres
Numerosos caminos
***
Como
una estrella desposada,
te acogeré teniendo
en mano, una calabaza donde yacen
escamas del cielo.
Escucho
Cantar desde ya los pájaros
De mi corazón
El himno de los amores imposibles
Canciones de nuestros sueños abreviados
Canciones de nuestra primavera falsificada
Canciones de nuestros dos cuerpos fusionados.
***
Ahora
Dile al Dios del amor
que tus caderas vibraron demasiado tiempo
al ritmo de nuestros cuerpos sobresaltados.
Dile que mis senos obedecieron durante demasiado tiempo
a la ley de tus cálidas caricias.
que tus dedos como mechas frías
se desenrollan bajo mis dedos irascibles
Dile
Al Dios del amor
que el espesor de la noche
no impide que mi lengua vuelva a encontrar el camino de
tu boca
ni tus manos, mis bosques interiores
rodeados por un muro de perlas que tú sabes
escalar con soltura.
***
¡Ven!
debes venir para desgranar
el pesado rosario de placeres acumulados
en donde todos los jugos suspendidos
espían el aire fugitivo y se secan bajo nuestros ojos
impotentes.
Tú
¡debes venir amigo!
porque sola no sabría arrullar la luna
apostada a las paredes de mi límpida casa
Sola, no sabría parar la agonía del sol
No sabría domar la longitud de las noches
y guardar el secreto del sueño.
***
Y
Sin embargo, me gusta la noche
me gustan nuestras noches de Labéens*
noches azules salpicadas de notas pastorales
noches blancas cuando las hirdés* contienen a las muchachas
de tez húmeda y largas trenzas
Y
Sin embargo, me gusta la docilidad del rey sol
cuando se deja engullir por la sérima*
que entierra su último rayo en el viento salvaje.
***
Detrás
del sueño
tú me tiendes la trampa habitual que
despierta mi cuerpo inflado de promesas
Me gustan
nuestras noches
cuando me hago prisionera
de tus brazos vigorosos
y que tu presencia rompe la soledad,
llena mi universo
***
Es
la hora lo sabes
en que tú no te pareces
ni a la bestia
ni al ángel.
Es
el momento sublime
en que buscas alcanzar
mis orillas después de un largo nado.
***
Es
el momento crítico
en que buscas traducir
el mensaje de los ancestros coléricos
Es
el momento elocuente
en que el que buscas reafirmar la dulzura
de tu mirada azul
***
Entonces
¡Ven!
Ven para defenderte de los sueños pueriles
Llorar,
Gemir,
pero venir,
pero vivir
Apasionadamente,
Obstinadamente las cosas de la vida.
***
Cuando se Abre el Poema
Esta
tarde, mira tú hermano mío
Yo mido la amplitud de la noche
noche vestida del silencio de mi noche
noche de mi sueño inseguro y triste
noche de mis labios
cuando cesan de oír
noche de mis oídos
cuando cesan de ver
noche de mis ojos
cuando cesan de escuchar
noche de mi noche
noche de mis labios
noche de mis oídos
noche de mis ojos
***
Yo
no sé si tú me escuchas
ni tampoco si tú me ves
Pero para ti
Oh hermano mío,
Para ti, dejaría desbordar
Esta tarde
Los pétalos calientes de mi corazón
solitario
***
Para
ti, amigo mío
se juntan las lágrimas plurales
De las madres de espaldas cansadas
Irrigando las fraternidades completas
Esta
tarde, como ves hermano mío
Comprendo la elocuencia
De mi sueño alarmado
Las lágrimas de los ángeles
De los niños condenados
Por la fuerza de tu imperio
***
Yo
Comprendo
El llanto de los corazones abandonados
Bajo la protección exagerada
Del cielo de cabeza resentida
Yo
Comprendo
Los gritos de dolor
Devueltos por el eco ulcerado
De las montañas de hierbas extenuadas
***
Gritos
de dolor de las mujeres dóciles
cuya piel se descarnaba bajo el látigo
impío de los machos en calor
pero
para ti
O hermano mío,
Para ti
En la noche de mi noche
En el silencio elocuente
de mis sueños sublimes
***
Interrogo
la voz suave del poema
a través de la flauta pastoral
la blancura de la leche
en la calabaza de la Bhiroowo
La
sabiduría del techo conyugal
en el coro de los votos nupciales
***
Pero
he aquí que ningún ruido me llega
Ni siquiera el de los gemidos repetidos de la
noche que se alista para morir de pié
Entre los brazos del alba radiante
Ni siquiera la romanza piadosa de las estrellas,
El ruido felino de tus pasos
que caminan hacia mi noche.
Ni
siquiera el ritmo desenfrenado
del ‘’tunniiru’’ nostálgico
cuyo sonido sutil detiene el entusiasmo
de las almas unidas
a quienes la furia del trueno no molestaba
Pero espero el canto macabro
De la tristeza indigesta.
E imagino nuestra embriaguez momentánea,
semejante a aquella de los jóvenes
En vísperas de sus nupcias.
***
Esta
tarde,
observa hermano mío,
Mis ojos levantados hacia el cielo constelado
no perciben nada
Las
estrellas han desaparecido
En las tinieblas de mi noche
La luna apresada entre el refugio
De mis recuerdos de miradas funestas
***
Ya
Nada cuenta en adelante, hermano
Porque Grande es mi noche
Negra es mi noche
Noche vestida de silencio de mi noche
Noche de mi sueño inseguro y triste
Noche de mis senos
cuando cesan de desvanecerse
bajo tus locas caricias
Noche de mis caderas
cuando cesan de temblar
y se abren en la desnudez completa de tu cuerpo.
***
Noche
de mis cabellos
cuando cesan de llorar
Noche de mi noche
Noche de mi sueño
Noche de mis senos
Noche de mis caderas
Noche de mis cabellos
Nada
Para mi corazón arrancado
En la tibieza afectiva
De las sábanas abandonadas
por los amores degollados
Nada
Para esta diosa de la soledad
Privada de ternura y de amor
En la flor de la edad.
***
Nada
cuenta para esta combatiente
De ojos de cabrita
Sin cesar inundados de lágrimas.
Esta
Tarde, hermano mío
no cuenta más que el color
De tu poema con sabor de miel
Liberado de las redes de una tarde de Mayo.
Y mi poema incubado amorosamente
Por las oraciones fecundas de una madre
Afligida y tiernamente fuerte.
***
Nada
puede domar el odio tutelar
de esta valiente huérfana
De lo dulce y lo justo
Esta
noche, hermano mío,
nada cuenta de no ser
el llamado repetido de tu voz
De timbre seductor.
***
Nada
hermano mío
excepto el color de leche
De tu corazón de ternura indecisa.
La generosidad de tus gestos múltiples
de bordes espinosos.
El color límpido de tu cielo excitado
Y las tinieblas que surgen
De mi noche afligida.
***
Noche
del silencio de mi noche
Noche de mi sueño inseguro y triste
Noche de mi vientre
luego que cesó de comprender
Noche de tu gloria tambaleante
desde que se aferra a la cola
del sol vencido
Noche de mi alegría
desde que tu sonrisa
muere en el alba de mi noche
Noche de mi noche
Noche de mi sueño
Noche de mi vientre
Noche de tu gloria
Noche de mi alegría
***
Esta
noche, hermano mío
La luna y las estrellas conmigo
lloran todas las lágrimas del mundo
Pero
¿qué hacen
Estas princesas de pupilas de oro
Y caderas adornadas de locas bayas
Bailando la ronda de las dyumbas?
***
¿No escuchan ellas
El eco rabioso
de mi poema que se abre?
¿No imaginan
Mi noche que se calcina
en la luz de sus sueños sombríos?
***
Pero
¿qué hacen
estas diablesas incrédulas?
¿Quieren anunciarme
El alba de mi noche fiel?
Noche
de mi noche
noche de mi sueño inseguro y triste
Noche de nuestras noches
Que muere enterrada bajo
las cenizas de los amores imposibles.
Noche de mi noche
noche de mi sueño
noche de nuestras noches
***
¡Oh!
Princesas de corazones color de
la esperanza.
Princesas de miradas que murmuran a los corazones,
Enfádense si encuentran algo mejor.
Pero no esperen nunca quitármelo
Es
tuyo este poema
Sabor a miel del Foutah
Es mío este lenguaje que hace
nacer y morir los retoños de confianza
nació de las entrañas célebres
del sol en marcha.
***
En
sus brazos una tarde,
Mi aflicción ahogada.
En mis sueños esta tarde,
Mi ceguera rota.
Esta
noche, hermano mío,
En el viento que silba,
Escucho la risa de los muertos serenos.
Escucho el grito de la tempestad
Que asciende.
Y la cólera del trueno
que gruñe.
***
Yo
veo el desprecio de los deseos
insatisfechos.
Las lágrimas de los ángeles
separados de sus amores,
Y las compasiones calcinadas
que se juntan antes de morir.
El recuerdo melancólico
de los amores asesinados
escucho la risa de esta noche calma
de esta noche negra
Los alientos místicos del alba radiante
los gemidos locos
de la hembra que da a luz el día
El ritmo de las confesiones últimas
que se desgranan y caen
en la nada.
***
Pero
nada,
ya nada esta noche
detendrá mi furia.
Quiero amar
Para no amar.
Quiero ser,
Esta noche,
La amante maquillada de placer,
porque en el fondo de mi corazón,
residen pedazos de tu corazón
***
Esta
noche hermano mío,
vuelve a mí la silueta felina
de la princesa Peuhl
Yo vuelvo a ver sus dorados pies de suave ámbar
que se aferran sin fatiga
al cuello saboreado
de la hierba amorosa.
Espero las quejas
De las ramas que se aplastan
bajo el peso de los murmullos repetidos.
***
Esta
noche hermano mío,
no espero
los gritos de alarma
de las voces sedientas.
Ni el loco placer asesinado
agonizante ante tu lecho testigo.
Y
estos muros
Todos estos muros
que han hablado duro
a mi cuerpo tenaz.
***
Esta
noche como ves hermano mío,
Mido la amplitud de mi noche
Noche vestida con el silencio de mi noche
Noche de mi sueño inseguro y triste
Noche de mi vientre en las tinieblas de tu noche
Noche de mi noche
noche de mi sueño
Noche de mi sexo
Noche de mi vientre
***
Heme
aquí esta noche nuevamente,
asida a los retoños dorados de mi sueño.
El aliento desenfrenado de tu mirada,
Perforando las redes de mi corazón
moribundo
Entre las cavidades inconmensurables
de mis sueños vagabundos.
***
Heme
aquí esta noche de nuevo,
sorprendida por el águila negra
con las garras hendidas,
devorando la carne caliente
de mi libertad violada
A salvo de las confianzas veladas.
***
Esta
noche, hermano mío,
veo a través de los pliegues sedosos
de tu firme corazón,
la sombra fecunda
de mi soledad tutelar
Los ojos vaciados
de mi esperanza juvenil;
Y las hembras en calor
encorvadas bajo el peso
de los machos en furia.
***
Esta
noche, hermano mío,
mi lecho está hecho de hojas secas
mi abrigo de estrellas vírgenes
y la luna, mi lámpara de cabecera
para soñar y escuchar
el resonar lejano
de tus pasos imposibles
***
Esta
noche otra vez
mi vestido doble
ataviado con el color de la esperanza
caminará guiado por el rey
de los amores reencontrados
Entonces hermano mío,
ya no cuentan sino
tus pérfidos besos
abatiéndose sobre mi corazón
En un tornado furioso
Que gime y se desgarra
***
Pero
mañana, hermano mío,
Mi noche dispersará su rosario de
recuerdos.
Y saldrán desenmascaradas de sus límites
Todas tus promesas engañosas
Entonces, estrecharé fuertemente
la imagen loca
De mi amor asesinado.
***
Y
las águilas volarán
vencidas
Y las hembras dormirán
satisfechas
Y la soledad asesinada
morirá vencida
Y las tinieblas perseguidas
darán paso a la luz
Y será de día
Y yo estaré despierta
para no soñar más.
***
Un Regalo Para Ti
Extraño pajarito
¿Qué buscas
En los cielos cobrizos?
¿Habitas tú
las nubes que huyen
O las tinieblas moribundas
Que danzan?
¿Te escondes bajo las alas
Del sol que se muere
O en las lágrimas de los crepúsculos
Que nacen?
Extraño pajarito
Como regalo de este día
Toma todo el rocío de la mañana.
Los Ojos de Mamá
Mira el sol Mamá
Está a punto de acostarse
¡Como todas las tardes
Desde que nació!
¿Dónde se encuentra su cama?
Un Segundo de Esperanza
Ante las escuálidas granjas
Los niños se reúnen escuálidos
Los árboles inquietos
De sus cuerpos que se funden
Detienen sólo con una coma
Al diablo que ronda y mordisquea
Los pilones apartados están resentidos con los morteros
Que las lágrimas de las mujeres llenan
Bajo la sonrisa elocuente de los sabios.
Cascadas Mudas
El extraño pájaro
Me incuba con su mirada asesina
Sus alas de fuego
Descendidas del cielo inmaculado
Envuelven la furia de mi corazón azul
Y mis lágrimas en cascadas mudas
Se evaporan entre el mar azul
Ebria con su miel que me mata
Me refugio en la somnolencia
De mis sueños reventados.
Mis Derechos
Reclamo
Suficiente sol para demoler
Los templos de las tinieblas.
Reclamo
Suficientes flores para embellecer
Las tumbas de los adolescentes del medio día
Suficiente pan para satisfacer
Mi hambre tutelar
Suficientes libros para saciar
Mi sed de saber
Suficiente leche para alimentar
A los pequeños huérfanos de los países en guerra
Suficientes besos para suavizar
Los pequeños corazones privados de ternura
Reclamo
Unos ojos nuevos para romper
La ceguera que envuelve al mundo
Quiero vivir de aire puro
En un mundo puro
Un mundo sin bomba
Sin misiles.
Maravillas del Alba
Si no te levantas
bien temprano en la mañana
Mi niño
No escucharás
Las risas de la mañana
Mi niño
No presenciarás
El nacimiento del sol al alba
Ni tampoco el duelo inaudito
De las tinieblas de la noche
Que se aferran vencidas
A los pies del sol traicionado
Si no te levantas temprano
Mi niño
No sorprenderás la hierba
Besando temprano a la mañana
Las últimas gotas de rocío
Perseguidas por los fuegos del alba
No respirarás temprano
Mi niño
El aire fresco de los grandes montes
Que refrescan los pulmones
Si tú no te levantas temprano
En la mañana mi niño
El sol sacará sus garras de niño
Y te agarrará en tu cuna
Pero si quieres ver
Las mil maravillas del alba
Mi niño
Debes levantarte temprano
En la mañana mi niño.
Mi Flor
Esta flor de mi jardín
Que mañana verás
Es tan agradable y tan deliciosa
Entre los seres sin voz
Cada vez que la vemos
Esta flor de mi jardín
Que verás mañana
Es tan dulce y tan maravillosa
Alrededor de ella las abejas
Encantadas de la maravilla
Se embriagan del polen puro
Que canta el viento puro
Pero si yo me levanto un día
Sin mi flor de sexo de un día
No haré como esas abejas
No intentaré deshojar
Los pétalos de cuellos delicados
Ni siquiera atravesar el tallo
De caderas ondulantes
Posaré simplemente
Sobre la corola de terciopelo
Un gran beso salvador.
Koumanthio Zeinab Diallo nació en Guinea en 1954. Poeta, novelista, cuentista, dramaturga, traductora y socióloga. Libros de poesía: Yo, mujer; Pellun Gondhi; Para los pájaros del cielo y de la tierra; Como una paloma furiosa; Como los pétalos del crepúsculo; La risa del silencio; y, Cuando se abre el poema. Publicó la novela Las Espinas del amor y los libro de cuentos: Daado el huérfano y otros cuentos del Fouta Djallon de Guinea y Los hijos del rey Guémé y otros cuentos del Fouta Djallon de Guinea. En teatro publicó La muerte de la guerra y, Los humillados. Recientemente declarada Inspectora de Arte y Cultura en su país, le fue otorgada la Palma al Mérito Cultural.