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Editorial

PROMETEO
Revista Latinoamericana de Poesía
Número 91-92. Junio de 2012.

EDITORIAL

Homenaje al espíritu de los Pueblos Aborígenes

 

 


Aquel humanismo que justificó los excesos de la arremetida tecno-científica e industrial, sustentado en una noción de progreso basada en el dolor infligido a lo viviente; ése humanismo que justificó la segregación, la colonización, la sobre-explotación y la devastación de los pueblos originarios, de los pueblos guiados por un pensamiento mítico y cuyos dioses fueron heridos de muerte; ese humanismo que justificó su delirio de grandeza por el abuso de su autoconciencia, ese humanismo no es viable, perdió su esplendor después de haberlo cubierto todo con nebulosas de tóxicos.

El nuevo humanismo se sustenta en la construcción de una conciencia que despierta hacia el bio-centrismo, ante lo errático del excesivo antropocentrismo. El nuevo humanismo avanzará en la construcción del contrato natural que permita liberar a la naturaleza de su condición actual, que la sitúa entre los oprimidos y vulnerados del planeta y se le reconocerá como sujeto de derecho. El nuevo humanismo se basa en una reinterpretación de lo humano, en una re-significación de nuestra presencia en el mundo.

En esta perspectiva, los pueblos aborígenes, que aún sobreviven, son una verdadera fuente de sabiduría que alimentará la nueva conciencia necesaria
a toda la especie humana. El verdadero homenaje que se les puede hacer es abrirse a sus visiones y concepciones, disponerse a escuchar sus cantos, su palabra cifrada en una sabiduría ancestral que permite devolverle a la naturaleza su dimensión arquetípica, de suprema instancia de la vida.

Lo que para nosotros es un nuevo humanismo, para los pueblos originarios es su estado natural, su condición humana desde tiempos inmemoriales.

Este re-encuentro con el espíritu de los pueblos originarios (en el que se les escucha, se les reconoce como seres fundamentales para las grandes
transformaciones de nuestra actitud ante la vida y se les manifiesta nuestro profundo respeto) es un acontecimiento que reflejará su luz, proyectada a
las multitudes que asisten de manera comprometida y le dan un verdadero sentido de renovación y transformación cultural mediante su alta capacidad de escucha, su lucidez y su sentido de lo poético como un ejercicio de coexistencia y celebración que dignifica y valora la vida.

Como expresara Henry Miller, en su ensayo El tiempo de los asesinos: “Los pueblos primitivos en general son poetas de la acción, poetas de la vida… Si fuéramos sensibles a lo poético, no permaneceríamos insensibles a su manera de vivir; habríamos incorporado su poesía a la nuestra, habríamos infundido en nuestras vidas es la belleza que impregna la suya. La poesía del hombre civilizado ha sido siempre exclusiva, esotérica. Ha causado su propia muerte”.

Última actualización: 28/06/2018