Larry Mejía (Colombia)

Por: Larry Mejía

PROMETEO
Revista Latinoamericana de Poesía
Número 91-92. Junio de 2012.

Entre la nada y lo mismo

ah los ascensores
pequeño hogar
de los hombres por instantes

ah los ascensores
abriendo sus puertas
por breves momentos
cual mujeres sus piernas
al recibir o entregar la vida

ah los ascensores
conversando en el fugaz encuentro
de su cruce entre pisos
ah los ascensores
tan llenos de hombres
tan llenos de ensueño

ah los ascensores
que se abren a los ojos que se abren
y bajan a los cuerpos que bajan
o
suben a los cuerpos que suben
suspendidos cuerpos ascensores y tiempo

ah los ascensores
como un imán entre dos apariencias

cuál es el lugar de los ascensores

gloria a quien no tiene pasado ni presente

ah los ascensores como los hombres
subiendo y bajando
por siempre
entre la nada y lo mismo

Contestación a Juan Calzadilla a propósito
de lo injusto e injustificable que es justificar
una obra de arte

más seguro que volar
es caminar sobre las aguas
el mundo es un lugar
perfec…

Larry Mejía  Nació en Bogotá en 1983. Estudió actuación e historia del arte, ha desarrollado una carrera como actor de cine y televisión obteniendo entre otros el Premio India Catalina, del Festival de Cine y Televisión de Cartagena en 1990. Ha publicado la novela El demoledor de Babel (Fondo Editorial el Perro y la Rana, Caracas, 2011) al igual que la antología Una llama al viento (Fondo Editorial El Perro y la Rana, Caracas, 2011), de Porfirio Barba Jacob. Ganó en 2010 el Premio La Poesía es la Libertad, de la Casa de Poesía Silva y en 2011 el Premio Platero del Club del Libro de las Naciones Unidas, en Suiza. Actualmente cursa estudios de Lingüística en la Universidad Nacional de Colombia.
“…La poesía y la libertad son solo palabras -refiere Larry Mejía- y las palabras son las que más nos distancian de los hechos, la literatura está en el viaje, en la carretera, lo dijo Kerouac y lo repito yo, alguien más en un futuro, si es que hay futuro, lo dirá, la literatura es correrle a la muerte con un par de piernas, con un par de palabras…
Cada palabra es una eslabón de la cadena que me amarra al mundo, cada palabra es un sueño que al ser dicho se despierta, cada palabra es un signo equivoco del silencio, cada palabra es una huella que no se debe seguir, cada palabra es un sol que no alumbra y una luna que no enamora, cada palabra es música que le robo al silencio y el silencio es a la vez palabra, pues solamente hago mutis frente a la locura, lugar de claridad donde todo es entendido…”