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Rita Mestokosho (Canadá, Nación Innu)

Rita Mestokosho en el 22º Festival Internacional de Poesía de Medellín

Por: Rita Mestokosho
Traductor: Rafael Patiño Goez

PROMETEO
Revista Latinoamericana de Poesía
Número 91-92. Junio de 2012.

 

La línea de la memoria

 

Mi pueblo escribía marchando
Mi pueblo escribía sobre la línea de la memoria
De esta manera su equipaje era menos pesado
Porque tenía una inmensa biblioteca con él
Millones de libros;
Esparcidos sobre el territorio Inú
Enciclopedias de ríos
Diccionarios de montañas
Geografías de bosques
Cada línea que escribía
Era para mantener despierta su memoria
Su espíritu vivo y su corazón ligero.

 

Mi escuela de pensamiento


Es el bosque que empuja
Es la calma del espíritu
Es la libertad del corazón
Es el caribú que espera
Es Papakassik, el amo del caribú.

Mi escuela de pensamiento

Es el río que corre
Es la montaña del norte
Es la nieve que cae
Es el viento que me llama.

Es el paraje donde el viento viaja libremente a través de las montañas y
desciende siguiendo los grandes ríos.
Es allí donde estoy tranquila, allí donde vuelvo a encontrar
la libertad de mis ancestros.

Mi escuela de pensamiento

Es el territorio tradicional
La inmensa floresta boreal.
Es allí donde las palabras cobran vida
Es allí donde las palabras cobran verdaderamente un sentido.
Mi poesía brota de una lengua de tierra
Que regresa de un largo viaje.

Mi escuela de pensamiento
Es la planta que cura
Esta riqueza que cautiva mi espíritu
Que nutre mi cuerpo
Que mejora mi suerte
Porque yo lo creo

Es cada instante que existe para la dicha de pensar
Que yo soy una innu hasta el fondo del alma
Un alma tan profunda como la tierra misma.

 

Tierra-madre


La tierra no es solamente un planeta
Que da vueltas sobre él mismo.
La tierra no es solamente un bajel
Que navega en el universo.
Es una madre maravillosa
Que nos hace viajar sobre su espalda.
Y un día ella nos enseña a caminar
Para amansarla mejor.

La tierra no es solamente una estrella
Que brilla en el cielo.
La tierra no es solamente un barco
Que viaja sobre mares desconocidos.
Es una madre luminosa
Que ilumina el espíritu del hijo.
Y un día nos deja partir
Para amarla mejor.

 

La garra del águila


Ella entra en mi vida como un relámpago
Una flecha lanzada desde el arco del azar.
Y sólo la música puede apaciguar el hambre
Que tengo de sol, de tempestad, de cielo azul noche.

Ella ha dibujado con colores una tela magnífica
Un tatuaje color de nuestra sangre entre mi nuca y su boca.
Por ella me he vuelto un instante robado al misterio
La tierra que nutre el cuerpo, el espíritu y el alma.

Y en un sueño en el que el destino no tiene su sitio
La flecha se ha clavado al reverso en dirección de los astros.
Como un cactus sin espina en medio del desierto
Bebo en la fuente misma de nuestra existencia.


*


Voy a contarles un sueño que tuve, no hace mucho tiempo. Estaba yo en el interior de una inmensa gruta donde se encontraban osos medio despiertos de sus largos sueños. Yo marchaba tranquilamente observándolos. Yo no veía mi cuerpo pero tenía la impresión de que él era pesado. Además, yo conocía ciertos osos de aquellos, unos jóvenes, unas hembras, unos viejos. Los había por todas partes, entre la gruta, y ellos calentaban esta inmensa gruta luminosa con sus respiraciones tan calientes. Intenté encontrar esta luz que aclaraba el pequeño río que pasaba por el centro de la gruta. Él venía del interior de cada uno de estos osos. Después de haber visitado esta casa sosegadamente, de marchar entre el silencio, admirando estos osos yo miré mi cuerpo, me había vuelto un oso yo también. Este fue un sueño a todas lucesúnico.

 

La sabiduría de un oso


Después de haber soñado con la casa del oso
Allí donde él duerme para soñar mejor
He sentido la sabiduría del viejo oso
Aquel que renace en la primavera

La sabiduría de un oso es comparable al levantarse del sol
Tú puedes verlo
Tú puedes sentirlo
Tú puedes amarlo
Tú puedes tocarlo con tu mirada.

 

EN EL CAMINO DE NUEVO 3

Yo bien creo  
sobre la ruta, sobre el mar
sobre mis pies
yo escruto mis pasos
que avanzan y se devuelven
por el agua salada
por los ríos desnudos
por la grava de la esquina
por los senderos de mi corazón
pero sobre todo
es mi alma

que sonríe desde esta mañana.

  Yo bien creo
que el poema es la sobrevivencia
de nuestras almas nómadas.
Esta tarde yo iré a bañarme
entre el sudor de la gente,
y limpiaré mis llagas
en el propio calor de las piedras.
Yo cantaré en silencio

con la sola fuerza de mi pensamiento.

  Yo creo
que la plegaria es fuente de paz
ella viaja como una amiga
porque ella habla en silencio
la lengua del corazón.
Ella no pide
ella comparte la profundidad 

del instante.


Fotografía Nidia NaranjoRita Mestokosho Esta poeta Innu, Innuit, o Esquimal para los blancos, nació en la comunidad Ekuanitshit “Cuida el lugar de donde eres”, en 1966. Poeta oral y educadora. “...Mi nombre
espiritual es Mujer Relámpago Azul. Estoy abierta a los mundos de los sueños allí donde los espíritus de la Tierra vienen a hablarnos. El nombre de familia que llevo significa canoa de madera y designa a los viajeros que llegan a nuestro continente.
Crecí sobre el borde del mar, el gran río, el océano, el infinito, el camino azul. La tierra atrás de mí es el Norte, el nutshimit, la casa de mis ancestros. Allí donde todos los animales viven aún en libertad. Ha habido muchas confusiones, y hoy en día la tierra detrás de mi hogar está invadida por la explotación de las minas, de las barricadas, eso que el mundo occidental llama el desarrollo. Llevo en mí mi cultura, mi lengua y mi identidad. Mis primeras palabras son en mi lengua que es el innu aiamun. Soy una mujer innue que habla una lengua de bosque y de ríos. Las palabras nacen a través de las marchas de los cazadores de caribú, y las expectativas sobre los bordes de los ríos pescando el salmón. Durante esta marcha, hemos recogido los frutos de nuestra tierra madre y en cada hijo nuestra lengua se ha vuelto más fuerte. Mis abuelos son ante todo nómadas que ven las estaciones como casas habitadas por buenos espíritus. Nuestra identidad está fundada sobre la fuerza que desplegamos para hacer vivir el Innu Aiamun, la lengua de la tierra, todos los pequeños momentos que pasamos con los árboles, los ríos, los lagos...

Última actualización: 04/11/2021