Andreas Neeser, Suiza
Por:
Andreas Neeser
Traductor:
Monserrat Armas y José Anibal Campos
PROMETEO
Revista Latinoamericana de Poesía
Número 91-92. Junio de 2012.
A Marée Basse
A las tres la luna tiende una mano
sobre la cabeza de nuestro mundo
el oleaje trae narices bretonas
y lenguas y barbas.
Creamos centenas de rostros
y pisamos rescoldos de estrellas
en el suelo húmedo.
Las palabras son peces que vuelan
caminamos como dedos
labrándonos manojos de frases en la arena.
Miradouro de Sao Pedro Da Alcantara
Con la izquierda recorto imágenes
en el rojo del hibisco:
fría luz sobre las callejuelas de la Baixa
turistas en manada
perros ebrios
un carguero en el puerto y tanques herrumbrosos.
A mi lado los amantes se besan con los dedos
en la cuesta de enfrente la iglesia se defiende del cielo
también hoy me florece, ciclópeo, su ojo.
Luna llena
Cabalgamos sobre el reflejo de luz
a campo abierto
como si en secreto hubiésemos
derruido el espacio de la palabra.
Los niños construyen frases como castillos
en el aire.
Noviembre
Por la noche baja la niebla hasta el fondo
me sumerjo y al amanecer cuelgo
la estrella de mar en el lienzo.
Crepúsculo
Las cornejas bajan hacia el árbol del sueño,
se han recogido las mieses, el sol
se oculta a las seis.
Las carroñeras
dan noticia del cielo
gritan y dividen las almas
en la penumbra
se aguza su mirada
la clara visión recorre el campo pedregoso.
Y si graznaran palabras
no las oiríamos.
La baie des trépassés
La brisa al oído se vuelve
embriaguez
arroja olas de verde espumoso.
Junto al faro tres gaviotas
anhelo
palabra alada.
El sol poniente tiende sus dedos…
Una mirada a lo que deslumbra
un resto de espuma en la boca
de la isla tu aroma.
Despertar de pronto y echar a nadar
el corazón.
Pulsar en vacío
En la pantalla
dos ojos, la palabra prometida
hoy no te será dada.
Al principio
nada había
salvo la mirada.
Composición en plomo
En el taller de las palabras
medimos línea a línea
el paisaje.
Alcántara
las hojas meridionales
no pierden su color.
Envuelve la frase
y yo, con miradas listas para ser impresas,
te iré rodeando con
el hilo.
Expedición
Pasando la servidumbre del camino
subimos por la tierra de nuestras madres.
Desnuda se halla la veta de la piedra, la hierba
crece hacia dentro
cruzamos el pedregal
el roce en la rocalla sorda.
Lentamente se asienta el polvo agitado
mido la altura de la pared
cuando cae la tarde
clavo el gancho en la roca estéril.
Andreas Neeser Nació en Schlossrued en 1964. Estudió Literatura Inglesa y Alemana en la Universidad de Zurich. Obra poética: Treibholz, 1997 y 2004; Gras wächstnachinnen, 2004; Die Sonneisteinnasser Hund, Miniaturas poéticas, 2006; No allesgliichwiemorn (poemas y relatos, 2009). Recibió, entre otros, los premios: Lyrikpreis Meran, 2006; Medienpreis RAI Bozen, 2006 y Feldkircher Lyrikpreis; 2008.
Escribe: “A veces se asombra uno cuando escribe sobre lo que hace. Lo hice hace unos años, sin que ello hubiera aportado considerablemente en algo para explicar mi trabajo. Era un texto sobre la esencia y la comprensión de los poemas. Únicamente puedo traer a la memoria la última frase: En el poema nunca aparece, cuándo es bueno. A esto no tengo nada que agregar.” “Vivimos en un mundo que se vuelve cada vez más rápido y superficial; en la mayoría de las actividades deportivas del tiempo libre, por solo dar un ejemplo, se trata del movimiento relativamente sin esfuerzo en la superficie. Tranquilidad, serenidad, profundidad no son una tendencia. Pero esta no es una razón para no reaccionar frente a ello. Me interesa –también por mi propio trabajo literario- la confrontación genuina, sustancial con la literatura y la lengua. Y estoy seguro de que no soy el único que está convencido de ello, de que es también la necesidad de hoy en día. Tal vez más que antes”.