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Moya Cannon, Irlanda

23º Festival Internacional de Poesía de Medellín
Fotografía de Sara Marín

Por: Moya Cannon
Traductor: Jorge Fondebrider

PROMETEO
Revista Latinoamericana de Poesía
Número 94-95. Julio de 2013.

 

Remo

Avanza cada vez más tierra adentro
con tu remo,
hasta que alguien te pregunte
qué es eso.

Construye entonces tu casa.

Porque sólo entonces necesitarás decir y saber
que el mar es inmenso e insondable,
que el remo que empuja
contra la ola
y con la ola
es todo.
Conduciendo a través de la luz en West Limerick

La Poesía, que supera a la música,
debe tomar el lugar
del cielo vacío y de sus himnos.

Wallace Stevens

¿Qué es la luz que cae sobre nada?
Nada.
Pero esta luz convierte a los árboles mojados en lámparas verdes
y al pasto del borde del camino en un fuego verde
y deja que las colinas de azafrán corran por nuestro corazón
como si el mundo no tuviera fronteras
y como si los arbustos de aulaga húmeda fueran más profundos que el sol.

¿Qué es la luz,
y quién puede sostenerla?
Esta mañana, del otro lado del mar, en una galería
vi una luz sostenida por quinientos años
en el rostro de un ángel:
un momento de sorpresa,
y los siglos se desprendieron
silenciosos como hojas.

Pero los rasgos del ángel
no han sido otra cosa que unos rasgos perfectos
hasta que atraparon la luz
o tal vez hasta que la luz cayó sobre ellos.

Y tratando de imaginarme
qué había sucedido,
bajé del Subterráneo en King’s Cross
y la canción de un acordeón llenó
el profundo hueco metálico de la escalera.
Fue algún descenso del poderoso sol,
buena música
descendida adonde se la necesitaba,
música que supera a la poesía
vuelta a bajar,
el músico callejero con un acordeón rojo
volviendo a contar
sobre Orfeo en Connacht.

Las escaleras mecánicas suben y bajan
llevando a toda la gente
arriba y debajo de una colina
de luz azafranada.

 

 

Noche

Volviendo desde Cloghane
en la repentina helada
de una noche de noviembre,
fui emboscada
por el río de estrellas.

Desarmada por cielos iluminados
me había olvidado completamente
de este arco de oscuridad,
de esta noche negra
donde las estrellas cinceladas por la helada
eran notas arrojadas desde la caña de un gaitero,
florituras de la luz.

Así que yo no estaba lista
para el atroz glamour de Orión
cuando él emprendió el camino hacia Barr d’Trí gCom
en su cinturón de estrellas.
En Gleann na nGealt
su arco de estrellas
fue dirigido contra mi corazón.

¿Qué podía hacer yo?

Antes que terminar metiéndome en una zanja negra como boca de lobo
bajé dos veces,
me recosté contra el auto
y me quedé mirando nuestro ventoso y desordenado ático
donde los antiguos amontonaron trastos viejos
que pensaron podrían venir bien:
arados, cucharones, osos, leones, un repiqueteo de héroes,
algunas heroínas, un sendero para la vaca blanca, un cisne
y, bien abajo, casi fuera del alcance,
Venus, completamente inmutable con la helada.

 

Conduciendo a través de la luz en West Limerick

                La Poesía, que supera  a la  música, debe tomar el lugar
                        del cielo vacío y de sus himnos.

                                    Wallace Stevens

¿Qué es la luz que cae sobre nada?
Nada.
Pero esta luz convierte a los árboles mojados en lámparas verdes
y al pasto del borde del camino en un fuego verde
y deja que las colinas de azafrán corran por nuestros corazón
como si el mundo no tuviera fronteras
y como si los arbustos de aulaga húmeda fueran más profundos que el sol. 

¿Qué es la luz,
y quién puede sostenerla?
Esta mañana, del otro lado del mar, en una galería
vi una luz sostenida por quinientos años
en el rostro de un ángel: 
un momento de sorpresa,
y los siglos se desprendieron
silenciosos como hojas.

Pero los rasgos del ángel
no han sido otra cosa que unos rasgos perfectos
hasta que atraparon la luz
o tal vez hasta que la luz cayó sobre ellos.

Y tratando de imaginarme 
que había sucedido,
bajé del Subterráneo en King’s Cross
y la canción de un acordeón llenó
el profundo hueco metálico de la escalera.

Fue algún descenso del poderoso sol,
buena música
descendida adonde se la necesitaba,
música que supera a la poesía
vuelta a bajar,
el músico callejero con un acordeón rojo
volviendo a contar
sobre Orfeo en Connacht.

Las escaleras mecánicas suben y bajan
llevando a toda la gente
arriba y debajo de una colina
de luz azafranada.

 

Pozo sagrado

El agua vuelve, dura y con fuerza,
de las colinas quebradas.

La lluvia bajó
por los poros de la piedra caliza
hasta que los oscuros arroyos alcanzaron el lecho
y ahora se abre paso,
más allá de las raíces del fresno,
hacia un cerco en la ladera
de piedras y estatuas.

Las imágenes de antiguas fertilidades
tal vez apenas son el testimonio
del milagro necesario
del agua retenida y acumulada
en un valle donde el agua es fugitiva. 

Una María desconchada y torcida
se pone verde entre trapos y palos.
Su negocio mengua:
pechos enfermos, dolores reumáticos
mayormente, las súplicas y las confidencias de la ancianidad.

Con todo, a veces
nadando en las aguas
que fueron bendecidas en el corazón laberíntico de la colina
la anguila fulgura al pasar.

 

Sed en el Burren*

No hay tierra o suelo
tan propicia al paso de los humanos
como las losas cortadas por la lluvia
de estas colinas blancas.

Porosa como la piel,
la piedra caliza retumba profunda como el mar, el tiempo,
aunque, hay partes en que la lluvia la ha vuelto delgada
como la aleta de un pez.

En los surcos y las grietas
los helechos arquean sus puntas suaves.

Un sitio lleno de agua, seco como hueso,
sólo con sed como un rabdomante,
sed del inescrutable helecho
y la sed humana
que golpea contra la piedra.  

*N. del T.: El Burren (An Bhoireann, en irlandés; The Burren, en inglés) significa literalmente “lugar pedregoso” y es la denominación que recibe una zona de unos 300 km cuadrados al noroeste del condado de Clare, formada por colinas de piedra caliza, en cuyas grietas crecen ricos pastos que los lugareños emplean para alimentar a su ganado. 
 


Moya Cannon (Irlanda)
. Fotografía: Festival de Poesía de Medellin Moya Cannon  Nació en Dunfanaghy, Country Donegal, en 1956 y habita en Galway. Estudió Historia y Política en el University College de Dublín. Algunos de sus poemas han sido musicalizados por Jane O Leary, Philip Martin y Cranitch Ellen. Moya ha trabajado con músicos irlandeses tradicionales, entre ellos Kathleen Loughnane y Maighread y Tríona Ní Dhomhnaill, tanto en la actividad artística, como en la traducción de las canciones desde el gaélico. Publicó Carrying the Songs (2007); Winter Birds (2005); The Parchment Boat (1997); Oar (libro del que seleccionamos los poemas de esta muestra), 1990; The Parchment Boat, 1997 y Carrying the Songs, 2007, Hands (2011). Fue editora de Poetry Ireland Review. Sus poemas han sido incluidos en varias antologías internacionales. Oar recibió el Brendan Behan Memorial Prize y The Lawrence O’Shaughnessy Award. Es integrante de Aosdána, asociación de poetas y escritores irlandeses. Moya Cannon piensa que “El poder de la poesía no reside en lo que se dice explícitamente, sino en lo que se evoca”.

Publicado en agosto de 2013

Última actualización: 19/01/2022