Editorial
La globalización de la poesía y la paz de Colombia
Colombia ha sobrevivido a una historia cruenta y punzante, erizada de odios y conflagraciones, de usurpaciones de tierras, masacres y desplazamientos, que ha evidenciado una fuerte resistencia cultural de su pueblo. Un millón de muertos es el resultado arrasador del conflicto desde 1948. Nuestro pueblo ha enfrentado cara a cara la esfinge del horror y no ha cedido. La guerra y la muerte se han desgastado. Viene la paz. El Gobierno y las FARC han avanzado en la construcción de un acuerdo que concluya la matanza y abra el camino a un país viable.
Llega la paz, acuden la poesía y la vida, si persistimos en ser fuertes. Si confluimos, capaces de construir el sueño. La poesía es la interlocución radiante, la confianza cimentada en la percepción de la coexistencia, generosa y digna, plural, reconciliada con la Tierra.
El Festival Internacional de Poesía de Medellín, el más antiguo encuentro poético anual de Latinoamérica, ha sido pionero de la globalización de la poesía, contribuyendo a la instauración del Movimiento Poético Mundial, que celebró 220 lecturas de poemas en 118 ciudades de 63 países, el pasado mayo, por el cese de la guerra en nuestro país.
Nuestro Festival ha tendido puentes de oro para que bardos desplieguen las leyendas y símbolos poéticos del orbe en este
torturado país. Ha alimentado las visiones de cientos de miles de personas sobre el presente y su porvenir. Y ha probado que la poesía renueva la vida de quienes pueden transformar el mundo.
La poesía llama a la movilización de la vida de todos en su más profundo núcleo. Pues es el pueblo el que puede forjar desde adentro otra historia, creando un nuevo lugar y un nuevo tiempo, para una revolución de la existencia, en el abrazo del mito y la utopía.
Publicado en agosto de 2013
