Roger McGough, Inglaterra
Por:
Roger McGough
Traductor:
Omar Pérez
Cuando haya terminado
¿Qué habremos aprendido de la inmovilidad y el silencio?
Del compartir, no tomar? ¿Esperar, no empujar?
¿Susurrar, no gritar? ¿Demorarse, no apresurarse?
Cuando la vida vuelva a la normalidad y se acaben los abrazos
¿Miraremos más allá de nosotros y ayudaremos a la tierra a recuperarse?
Esta mañana, la única nube
En el horizonte es una nube
Sin temor a entrometerse
flota por lo alto, llena de sí misma
El cielo, ¿se ha limpiado el cutis?
Su piel brilla sin dudas.
¿Es un pájaro? ¿Es un avión?
¿Superman? No, sólo un ave.
Y en una rama, hay una cantando.
¡La pureza de la nota!
Hoy no hace falta aclararse la garganta.
Si los árboles pudieran sonreír, este seguro sonreiría
Aprisionados por nuestros pecados
¿Será este el momento de preguntar por qué?
Cuando haya terminado, ¿cuáles las enseñanzas?
Pregunta al árbol, al pájaro y al cielo.
El problema con los hombres de nieve
‘El problema con los hombres de nieve’,
Dijo mi padre hace años
‘Apenas están terminados,
Ya desaparecen’.
Voy a hacerte un hombre de nieve
Y lo haré para que dure
Agregaré arena y cemento
Y luego lo fundiré.
‘Y así cada invierno’,
Continuó su explicación
‘Tendrás tu hombre de nieve
Con sol o con lluvia’.
* * *
Y ese hombre de nieve aún está en pie,
Aunque mi padre ya no está,
Afuera en el jardín
Como una lápida sin nombre.
Contemplando la casa
Tosco y deforme
Como si esperara que algo
Malo sucediera.
Pues al pasar los años
Voy envejeciendo
Cuando los veranos parecen cortos
Y los inviernos largos
Los hombres de nieve que añoro
Cuando observo a los niños jugar
Son los que apenas hechos
Empiezan a desaparecer.
El lago
Durante años no ha habido peces en el lago.
La gente que de prisa cruza el parque lo evita como la plaga.
Los pájaros vuelan a distancia prudencial y el junco, desde luego, se secó.
Los árboles se inclinan en dirección contraria, y de noche refleja,
no la luna, sino lo negro de su propia hondura.
No hay peces en el lago. Pero hay vida ahí.
Hay vida…
Cerdos submarinos se deslizan entre escollos de basura apelmazada.
Esto aquí les encanta. Crecen y se multiplican en pocilgas
que excavan en el fango, rodeadas de colchones
y bastidores de muelle. Se alimentan de ratas muertas y cosas podridas,
Mascotas ahogadas, plástico y excremento variado.
Las latas oxidadas son su predilección. Las sostienen
con sus patas palmípedas, con los dientes las rajan fácilmente
y metiendo el hocico sorben ruidosamente
la materia pútrida que hay dentro.
No hay peces en el lago. Pero hay vida ahí.
Hay vida…
Pues ciertas noches al oscurecer, un cardumen de cerdos
sale a la superficie y observan las casas cercanas al parque.
Donde, en los baños, los niños alimentan patos plásticos con pan viejo,
y en los áticos, hay yates de juguete hace tiempo encallados.
Donde, en las salas de estar, hay pescadores que lanzan sus anzuelos
sobre alfombras decoradas con peces y se lamentan
por los que se escaparon.
Abajo en el lago, brillan los ojos porcinos.
Han adquirido el gusto por la carne.
Se están relamiendo los labios. Escucha…
El esqueleto Ginsberg
Dijo el esqueleto FIFA
Escondan el silbato y preparen los bolsillos
Dijo el esqueleto traficante de armas
Vendan morteros, tanques y cohetes
Dijo el esqueleto traficante de drogas
No puedo satisfacer la demanda
Dijo el esqueleto falso profeta
Está escrito en la arena
Dijo el esqueleto tabaco
Hay millones de pulmones que llenar
Dijo el esqueleto ISIS
Eso es lo que hacemos, matamos
Dijo el esqueleto torturador
Me encanta ese labio sangrante
Dijo el esqueleto decapitador
Es como cortar leña
Dijo el esqueleto Extrema Derecha
Debemos mantenerlos en las fronteras
Dijo el esqueleto gas lacrimógeno
Sólo obedezco órdenes
Dijo el esqueleto traficante de gente
Yo pongo la libertad al alcance de todos
Dijo el esqueleto derrelicto
Me encontraron en la playa
Dijo el esqueleto Ébola
Lo siento, pero aún no he terminado
Dijo el esqueleto Banco Mundial
Puedes respirar cuando pagues la deuda
Dijo el esqueleto Federación del Rifle
Es un derecho humano básico
Dijo el esqueleto baleado
Sí, terriblemente cierto.
Dijo el esqueleto colegiala
Ojalá nunca nos hubiéramos encontrado
Dijo el esqueleto novio
Lo que ves no es lo que te toca
Dijo el esqueleto autodestructivo
La cuchilla me extirpa el dolor
Dijo el esqueleto Jesús
¿Por qué me habéis abandonado?
Dijo el esqueleto Wonga
Sigue tomando préstamos
Dijo el esqueleto de colores
¿Soy huesos fraccionarios?
Dijo el esqueleto Harley Street
Nunca podrás pagar mis honorarios
Dijo el esqueleto en capilla ardiente
Lo que ves es lo que serás.
Dijo el esqueleto en el armario
¿Quién me encerró aquí dentro?
Dijo el esqueleto Brexit
Parecía buena idea.
Dijo el esqueleto plagiado
Llamaré a la policía poética
Dijo el esqueleto Ginsberg
Ahora déjenme descansar en paz
Dijo el esqueleto Ginsberg
Ahora déjenme descansar en paz.
Tiempo de revancha
Oh Señor, déjame ser una carga para mis hijos
Pues por largo tiempo han sido una carga sobre mí.
Que busquen y carguen, limpien y restrieguen
Y que lo hagan con alegría.
Que se turnen en prepararme
Lindas habitaciones soleadas en el primer piso
Con baño intercalado y un elevador
A un alto costo...para ellos.
Un seguro contra los devastadores golpes del tiempo
¿No es ese el sentido de tener hijos?
Criarlos sabiendo que así se adeudan
¿Y no pueden rescindir el contrato?
¿Para qué es el dinero sino para gastarlo en su educación?
Ropas de moda, hobbies insensatos, lo de siempre.
Entonces tan pronto tienen un salario, se van
Bueno, basta con eso.
Ha sido una bendición verlos desarrollarse
El orgullo paternal que se siente cuando crecen.
Pero Señor, déjame ser una carga para mis hijos
Y también para los hijos de mis hijos.
Un aplauso para la poesía
Un aplauso para la poesía
Su aprendizaje y su escritura
El leerla y el decirla
Para aquellos que nos llevaron hasta ahí
Padres, amigos, amantes, profesores
El libro en la mano, el pensamiento en la cabeza
Un saludo al paisaje
La primera escarcha invernal, luna llena y arcoíris
El corazón que salta, los ojos que contemplan
A los suburbios. Al césped recién cortado
Y las flores, rosadas y bien abiertas
Celebremos el deseo de escapar
Vítores a la ciudad. Su bullicio
Y excesos. Su nocturnidad constante
Y la historia bajo sus pies
Tres vivas a la vida que vivimos
Toma a tu amigo de la mano
Canta la letra y baila con el ritmo
Celebremos el nacimiento del poema
La necesidad de cuestionar, de inspirar y crear
Contemos las maneras. Celebremos.
En caso de fuego
En caso de fuego, rompa el vidrio
En vaso de vidrio, llénelo de agua
En caso de agua, lleve botas pesadas
En caso de botas pesadas, asuma la posición fetal
En caso de posición fetal, afloje la ropa
En caso de ropa, evite la playa nudista
En caso de playa nudista, evite la arena en los ojos
En caso de ojos, cierre las cortinas
En caso de cortinas, encienda la luz
En caso de luz, acepte la verdad
En caso de verdad, difunda la palabra
En caso de palabra, conserve mamá
En caso de mamá, abra los brazos
En brazo armado, deponga el fusil
En caso de fusil, ¡Fuego!
En caso de fuego, rompa el vidrio
Eternidad, la misma de siempre
Inevitablemente, algunos dioses se aburrieron de la eternidad.
Lo misma de siempre, día tras día, año tras año, centuria
tras centuria, eón tras eón, etcétera tras etcétera.
Desde luego, hubo tiempos divertidos. Cuando no en travesuras
y jaranas, inventando nuevos modos para tener a los humanos
ansiosos y temerosos. Tal como desencadenar tormentas y truenos,
tornados que giran, volcanes que vomitan, tsunamis que escupen,
cocinando nuevas recetas para plagas. Y los viejos favoritos,
las confiables y probadas hambrunas y guerras. Días felices.
Pero los días parecían interminables. ¿Ahora qué hacemos?
¿Derretir más témpanos de hielo? Bostezo. Darle otra limpieza
a alguna que otra etnia? Bostezo y más bostezo. Hasta el cansancio.
Los dioses estaban hastiados. Hasta que una soñolienta mañana
de bostezos, uno de ellos tuvo una idea brillante.
‘Sólo para cambiar’, dijo, ‘Sólo para reírnos un rato.
hagamos felices a esos pobres diablos. Solo por un día.
Lo llamaremos el Día de los Humanos Felices’. Los otros dioses
interrumpieron sus travesuras y jaranas.
‘Por ejemplo, los volcanes podrían escupir sabiduría’.
‘Las plagas podrían devorarse a sí mismas’, sugirió otro,
‘Tsunamis delicados podrían repartir oro’, dijo otro.
‘No más asesinatos o crueldad, hambruna o enfermedad’
Entusiasmados, los dioses compitieron en idear hábiles modos
para traer felicidad instantánea a 7.7 billones de gente.
Algunas ideas eran ingeniosas, como podría esperarse,
mientras que otras eran sencillamente tontas, pero las sesiones
de generación de ideas fueron muy divertidas.
Desde luego, nunca llegaron realmente a hacer
algo, sólo pensar en ello pero eso distrajo
sus mentes por algún que otro siglo.
Para entonces los dioses se habían vuelto a aburrir
y olvidaron por completo el sentido del ejercicio.
Uno soltó una avalancha, otro hizo chocar un tren.
Uno tumbó el Internet, el otro tumbó un avión.
Uno carraspeó y escupió un virus mortal. Uno bostezó,
y lo mismo hizo otro. Y así y así por el estilo. Etcétera, etcétera, etcétera.
‘Todos a tiempo, todos a tiempo, todos a tiempo con la música
Todos a tiempo, todos a tiempo, todos a tiempo con la música’…
El mar es violento, ruge y ruge
Siempre a tiempo con la música
Atado a la luna por eras y eras
Siempre a tiempo con la música
El mar es reservado, su alma inescrutable
Siempre a tiempo con la música
Con montañas de agua, negra e inexpugnable
Siempre a tiempo con la música
El mar está afligido, terriblemente enfermo, y
Siempre a tiempo con la música
Sus arterias se ensanchan, ácido y mugre, y
Siempre a tiempo con la música
El mar está en pánico, inestable y maniático
Siempre a tiempo con la música
La tierra está en sus garras, todo lo toca
Siempre a tiempo con la música
Cuando tiembla la tierra, el diablo despierta
Siempre a tiempo con la música
Manda un ejército de tsunami Satánico
Siempre a tiempo con la música
Lo que empieza con la ola se vuelve fosa común
Siempre a tiempo con la música
El agua se retira, un continente sangra
Siempre a tiempo con la música
‘Todos a tiempo, todos a tiempo, todos a tiempo con la música
Todos a tiempo, todos a tiempo, todos a tiempo con la música’….
Roger McGough nació en Liverpool, Inglaterra, el 9 de noviembre de 1937. Es un reconocido poeta, autor de más de 30 libros de poesía, y de una veintena de libros para niños. También es performer y dramaturgo. Ha sido presentador del programa Poetry Please en BBC Radio. Ha recibido diversos reconocimientos por su obra, entre ellos el Premio OBE, 1997; el Premio Cholmondeley, 1998, y en 2004, fue nombrado comendador de la Orden del Imperio Británico.
Ha publicado, entre muchos otros, los libros de poemas: Vacaciones en el corredor de la muerte, 1979; Cielo en el pastel, 1983; El arca de Noé, 1986; Clavando la sombra, 1987; Tú dime, 1989; Charla de almohada, 1990; La fuente mágica, 1995; Eclipses cotidianos, 2002; Poemas recogidos, 2003 y Por lo que sé, 2012.
En consonancia con el mundialmente conocido cuarteto de Liverpool, “McGough es conocido por su accesibilidad: su poesía llega a una amplia audiencia y siempre ha estado dispuesto a mantenerse fuera de la torre de marfil de la academia y la poesía de "alto nivel" que es inaccesible para el lector en general”. “Para McGough, por tanto, la poesía es una forma de subversión, y ésta puede ser seria o humorística, o ambas a la vez. En su poesía para adultos, su uso del humor ha evolucionado a lo largo de su carrera, y su estilo engañosamente simple, peculiar e ingenioso incorpora todo tipo de problemas serios y percepciones perceptivas”.
Links a Roger McGough:
-Afternoon Tea with... Roger McGough
-Roger McGough - Tomorrow Has Your Name on It
-Roger McGough - How do you go about writing your poetry CLPE Channel -Vídeo-
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-Poetry | Roger McGough interview | Liverpool Poet | Fusion | 1971 ThamesTv -Vídeo-
Publicado el 23.03.2021