Balance del 19º Festival de Poesía de Medellín
Video clip sobre la clausura del XIX Festival de Poesía de Medellín
Edición Producciones El Retorno
Comité Organizador
XIX Festival Internacional de Poesía de Medellín
En el balance realizado por el Comité Organizador alrededor de la exitosa celebración del XIX Festival Internacional de Poesía de Medellín, entre el 4 y el 11 de julio de 2009, se ha reflexionado en primera instancia sobre la necesidad de visibilizar más la naturaleza del Festival a través de su desarrollo histórico, que no constituye la prolongación de un proyecto político, sino el afianzamiento de una propuesta estética para el país, con vastas conexiones y correspondencias respecto a otros importantes proyectos poéticos del mundo, en un tiempo de desolación y barbarie universal.
La evaluación destacó la significativa extensión del Festival Internacional de Poesía de Medellín a 16 municipios antioqueños y a una decena de ciudades colombianas, la realización de más de 130 actividades entre lecturas individuales y colectivas de poemas, talleres y cursos de poesía, conferencias y conversaciones entre los poetas y el público.
Frente a la extrema dureza de la guerra que agrede a la sociedad colombiana hace varias décadas, ante la impotencia o la indiferencia del mundo, el Festival Internacional de Poesía de Medellín comparte estas palabras de Saint-John Perse al recibir el Premio Nobel de Literatura en 1960:
“No temas, ni dudes, pues la duda es estéril y el temor servil… No es verdad que la vida pueda renegar de sí misma. Nada viviente procede de la nada, ni de la nada se enamora”.
El proceso pacífico que promueve el Festival simboliza una instancia de reflexión y construcción vivencial colectiva que afirma la fuerza interior de los colombianos en su búsqueda de una forma alta, justa y bella de la existencia, en contraste con la ausencia de derechos elementales como el empleo, la salud, la educación, la vivienda y la paz, para millones de ciudadanos.
El Festival es amplio y abierto, y genera un dialogo poético pluralista y constructivo. Su público está constituido por personas de todas las procedencias ideológicas y religiosas, de todas las capas y clases sociales, de todos los estratos económicos de una ciudad a cuyos barrios se han llevado cerca de 1.300 lecturas de poemas desde 1991. Los asistentes a los actos del Festival tienen en común su unidad en el respeto por el patrimonio poético mundial.
Preparación del XIX Festival
Internacional de Poesía de Medellín
Es necesario tener en cuenta algunas apreciaciones sobre el tiempo de preparación de la décima novena edición de este evento, que fue particularmente complejo, en primer lugar, por el déficit y deudas bancarias que afectaban a la Corporación Prometeo a fines de 2008, que se espera queden saldados a fines de 2009, por el acopio de recursos propios. En segunda instancia, por el persistente hostigamiento político a través de un proceso de calumnias, provocaciones y amenazas contra el Festival –que actualmente se investigan-, suscitados por intelectuales de la ultraderecha colombiana.
Preguntamos al Gobierno Nacional si teme a la poesía y si los ataques e intimidaciones que se le prodigan al Festival y a otros importantes poetas colombianos actualmente no lo son contra la libertad de expresión y de creación.
En tal sentido el Festival permanece atento contra los intentos de silenciamiento y censura, y contra todo chantaje que busque obtener vanamente su mutismo frente a los graves crímenes y matanzas que afectan a los colombianos en medio de la intolerancia generalizada.
Cabe recordar que el Festival recibió de manos de parlamentarios suecos el Premio Nobel Alternativo en 2006, “por afirmar y expresar los valores humanos de la belleza, la creatividad, la libertad de expresión y por su trabajo con la comunidad, en oposición al miedo y a la violencia que prevalecen en Colombia y en el mundo todavía hoy”.
Al Festival le fue otorgado en 2009 el apoyo financiero de los Gobiernos de Alemania y de Suiza, de las agencias de cooperación holandesas Instituto Humanista para el Desarrollo Hivos, Oxfam-Novib, Fundación Döen y Prince Claus Fund; de la fundación alemana Henrich Böll en su oficina del Cono sur; de la fundación norteamericana Caipirinha, y de la Organización Internacional de la Francofonía (OIF), de Francia.
Como fruto de un Acuerdo del Concejo de Medellín que data de 1993, el Festival cuenta con el respaldo financiero del Municipio de Medellín. Por ser un proyecto de impacto nacional recibe por ley asimismo un aporte del Ministerio de Cultura, sin que todo ello implique la hipoteca de nuestro pensamiento ético y estético.
A todas las entidades nombradas, como en todos los años anteriores, el Festival rinde un riguroso informe anual, que permite mantener los convenios y acuerdos.
La Ministra de Cultura Paula Marcela Moreno en el acto de clausura del evento, al que fue invitada para intercambiar opiniones sobre el cumplimiento en 2010 por parte del Gobierno Nacional, de la Ley 1291 (marzo 6/2009) que declara Patrimonio Cultural y Artístico de la Nación al Festival Internacional de Poesía de Medellín.
Naturalmente hay temores entre los intelectuales retardatarios y los sectores más recalcitrantes del Gobierno Nacional por la comprobación de la influencia del Festival Internacional de Poesía de Medellín sobre la juventud de la ciudad, y por el presunto uso político que sus organizadores puedan hacer del evento. La poesía como vigorosa manifestación de la belleza y de su acción transformadora sobre la realidad, contrasta limpiamente con una cultura de intransigencia, promovida por el odio surgido de la guerra y de las posiciones antagónicas que emanan de ella, alimentadas incluso por algunos poetas colombianos.
La organización del Festival, pese a las presiones, nunca escribirá ni promoverá himnos de guerra ni tomará partido por ninguna organización política, ni por ninguna forma de guerra o de violencia. Su aspiración corresponde a la profunda vocación de paz de la sociedad civil colombiana, que reclama ser excluida de la guerra, pero también incluida en un más generoso concepto de justicia social.
Hemos informado e informaremos -si se hace necesario- a la comunidad mundial de poetas y artistas y al mundo, como lo hemos hecho a través de la Campaña de Solidaridad con el Festival Internacional de Poesía de Medellín respaldada por más de 950 poetas, artistas e intelectuales de 126 naciones, de todos los continentes, acerca del proceso de agresiones contra uno de los procesos culturales de mayor signo progresista en Colombia, como es el Festival, y contra sus organizadores, que a toda costa deben ser respetados por las fuerzas en conflicto.
Sobre el público del XIX Festival
“Colombia tiene en el Festival Internacional de Poesía de Medellín el más importante Festival de poesía del mundo, por la masiva participación del público”, reiteró el poeta colombiano William Ospina en su columna del pasado domingo 19 de julio en el diario El Espectador.
El Festival es una expresión del arte poético como experiencia colectiva de retroalimentación entre los poetas y el protagonista público asistente, participando así de una experiencia intelectual y vivencial compartida, el público está buscando que los versos transformen sus vidas. El público del Festival es un público actuante, no un simple espectador.
El público del Festival se mantuvo y creció gradualmente en calidad y cantidad en 2009. Las encuestas realizadas durante el XIX Festival, demuestran que los asistentes leen regularmente libros de poemas. El impacto social y cultural del evento aumentó también por el acceso a la información sobre el Festival, ahora con mayor cubrimiento de TV (transmisiones en directo y varias notas en diferido), a través de un amplio registro de prensa, radio e Internet, con numerosos despachos internacionales. La página Web del Festival Internacional de Poesía de Medellín ha alcanzado una cifra superior a los 40.000 visitantes calificados en el último mes y se lee actualmente en 135 países, en dos idiomas.
Cada celebración del Festival Internacional de Poesía de Medellín es un ejercicio ritual de renovación de la energía de la ciudad. Aunque en apariencia la poesía no ha cambiado la historia humana, sí ha transformado la visión espiritual y la sensibilidad humana sobre la historia. Sin la poesía el mundo no existiría. Formas racionales e irracionales del conocimiento poético atraviesan cada conmemoración de este encuentro internacional, y el pueblo bien sabe que el terror y la muerte no son la salida a la profunda crisis del ser humano, y que el Festival es una gran energía viviente que contrasta fuertemente a la muerte, como lo expresara el poeta vietnamita Nguyen Quang Thieu.
El Festival genera una atmósfera y un movimiento en la conciencia colectiva del público que percibe que la realidad puede ser modificada desde el interior de las personas, que se expresan como la manifestación y acción de una intimidad personal y colectiva. Se gesta una realidad distinta a la dolorosa historia colombiana.
Una asistente a la Escuela de Poesía se manifestó sobre las reiteradas críticas que hacen al Festival acerca de que la gente no entiende los poemas en otras lenguas (como si no se leyesen las traducciones al castellano las versiones en las lenguas originales, poema tras poema). Ella expresó que esa circunstancia era la más bella y la que más disfrutaba, al escuchar el canto de las diversas voces del mundo, la otredad de la música y de las tradiciones y leyendas poéticas de la tierra en la escritura y en la propia voz de los autores.
Constatamos también la reiterada y profunda solidaridad de la comunidad mundial de poetas con el Festival Internacional de Poesía de Medellín, su fuerte relación con la organización del evento y su alta participación en los 19 años de la historia del mismo, que alcanzó la cifra de 915 poetas de 144 naciones de todos los continentes, lo que lo convierte en el Festival poético con la mayor cobertura geográfica del planeta.
Los poetas que participaron en esta celebración de la poesía mundial fueron: Rashidah Ismaili AbuBakr (Benin), Fatma Quandil (Egipto), Daniel Kunene (Suráfrica), Tahar Bekri (Túnez), Mercedes Roffé, Ignacio Irigoyen (Argentina), Matilde Casazola (Bolivia), Nicole Brossard (Canadá), Jotamario Arbeláez, Carlos Vásquez, Eugenia Sánchez Nieto, Tallulah Flores, Nicolás Suescún, Álvaro Miranda, Liana Mejía, Carlos Enrique Sierra, Omar Castillo, Gilma de los Ríos, Víctor Raúl Jaramillo, Luisa Aguilar, Jesús Gómez, Angye Gaona, Luis Galar (Colombia), María Montero (Costa Rica), Graciela Huinao (Chile, Nación Mapuche), Rodrigo Verdugo (Chile); Luis Yuseff (Cuba), Yvon Gordon Vailakis (Ecuador), Mario Noel Rodríguez (El Salvador); Arthur Sze, Jayne Cortez, Jack Hirschman (Estados Unidos), Rosa Chávez (Guatemala, Nación Maya); Armando Alanis (México), Francisco de Asis Fernández, Gloria Gabuardi (Nicaragua), José Luis Ayala (Perú, Nación Aymara), Antonio Trujillo, William Osuna (República Bolivariana de Venezuela), Luis Bravo (Uruguay); Alice Sun-Cua (Filipinas), Fadhil Al-Azzawi (Irak), Usha Akella (India), Fathieh Saudi (Jordania), Fuad Rifka (Líbano), Ghassan Zaqtan (Palestina), Hussein Habasch (Siria), Aazam Abidov (Uzbekistan), Nguyen Quang Thieu (Vietnam), Jan Wagner (Alemania), Peter Holvoet-Hanssen (Bélgica), Jorge Riechmann (España), Ersi Sotiropoulos (Grecia), Sigurður Pálsson (Islandia), Guido Oldani (Italia), Henk van der Waal (Países Bajos), Agneta Falk (Suecia), Klaus Merz (Suiza), Ron Riddell (Nueva Zelanda).
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Memoria -Revista Prometeo Nº 84-85
Mensajes recibidos de los poetas invitados
al retornar a sus países de origen
Palabras de Fernando Rendón en la inauguración