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Mpesse Geraldin

-1991-

Nació en Evodoula, Camerún, el 31 de mayo de 1991. Es poeta, escritor, fotógrafo, traductor, docente de español y fundador y director de la revista del patrimonio cultural africano Lepan África. Obtuvo una licenciatura en Lengua y Lingüística Española y un Máster en Lenguas Africanas y Lingüística por la Universidad de Yaundé. Actualmente, cursa estudios doctorales en la misma universidad. Escribe en eton, francés y en español. Muchos de sus textos están traducidos al inglés y árabe. Autor de dos libros de poemas El grito de dolor, 2016 y El silencio de tus olas, Sanaga, 2021, sus poemas y relatos han sido incluidos en numerosas revistas y antologías literarias entre ellas: Revista Prometeo, Jalada Africa, Bakwa Magazine, Family Polytricks, The Magic of Footbal, Le crépuscule des âmes soeurs, Miradas y voces de África, Bearing witness, etc. Ha compilado los poemas de El nombre del sol. Antología de poetas africanos, 2021. Ha dado talleres de poesía en escuelas y universidades de Camerún.

Participó en muchos festivales internacionales de poesía (virtuales): Festival Internacional del Norte Poesía en Tránsito, Festival de poesía de Guayaquil Ileana Espinel Cedeño, Festival Internacional de Poesía Amada Libertad, Festival Internacional de poesía de Medellín, entre otros. Miembro de la asociación literaria CLIJEC, desde 2015, es uno de los coordinadores del African Festival of Emerging Writers (FESTAE). Desde 2021, coordina las actividades del Movimiento Poético Mundial en Camerún.

Esta es una muestra de sus poemas:

nuestros dioses 

nuestros dioses son soplo,
sonrisa de la selva
y el murmullo del universo

cada nube que transcurre 
sobre nuestras cabezas
es un mundo que nace y muere en sus manos

los ancestros son ingenieros desconocidos
que construyen el alma del pueblo
con sus bellas manos escondidas

el mundo, lo perdimos en el amanecer 
de la globalización
desde que cayó el silencio 
en la voz de África
hoy contamos con los dioses
perdidos en la tempestad de la historia
 
todo es olvido, ruina 
bajo la lluvia que canta
y el sol que intenta coser 
las memorias rotas por las guerras

esperamos que llegue la noche 
con su cara misteriosa
y que truene el silencio de los ancestros
desde el latido de la selva mística

la luna ajena

bajo la luna ajena
andamos por la calle, nuestras ideas desnudas
el aire cantando, brutal canción del calabozo
y el infierno nos tiende sus manos, 

una canción sin melodía, sin ritmo
y el lenguaje secreto de la naturaleza 
está abrazando las calles
sonríe la selva porque la humanidad 
se pierde en la nada
en el lenguaje salvaje de la guerra

íbamos esperando que renaciera el tiempo,
pero era un sueño roto que no se puede coser
entonces tenemos que aceptar 
la entrada del duelo con su cara lúgubre 
y la fiesta con sus laderas de diciembre

el manto de luz

hacia el manto de luz me guían
tus versos sagrados
allí donde las tinieblas desplegaban
las absurdas palabras del silencio
era para escribir la historia torpe del pueblo,
la historia violada por las sucias manos escondidas

hacia tus ojos me acerco
donde gime la tierra y la cara
del misterio se dibuja bajo tu sonrisa 

no te olvides los brazos del camino
que nos espera
para celebrar el vacío, la canción de la nada
y cantar el amor y el odio
un canto que despierta la aurora

me dijiste que vendrías

me dijiste que vendrías aquella tarde
y me alisté para acoger el sol en mi cama
tu mirada reluciente como hielos de oro
tu sonrisa, un infierno que rescata los recuerdos

ya tengo en las manos la luz de tus ojos
y soy un rey impotente ante tu aliento caliento 
que abre los caminos donde se quebró la esperanza

me dijiste que vendrías con flores
cantando, una canción contagiosa
una rapsodia que cantaban los niños del viento
para domar el lenguaje de los cañones 

me dijiste que vendrías leve como un ave
dibujando luz con sus alas 
pero llegaste con tinieblas que pintaron
las paredes del pueblo del espanto