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Freddy Ñáñez

-1976-

Nació en Petare, Estado Miranda, República Bolivariana de Venezuela, el 15 de abril de 1976. Poeta, cantante y político. Licenciado en Filosofía y Comunicación Social. Es el ministro del Poder Popular para la Comunicación e Información y vicepresidente Sectorial de Comunicación, Cultura y Turismo de Venezuela. También es presidente de VTV, canal de televisión estatal de Venezuela.

Obra publicada: Todos los instantes, 2000; Un millón de pájaros muertos, 2003; Los hombres que vienen de morir, 2004; Fuego donde dice paraíso, 2004; Postal de sequía, 2009; Sombra bajo tierra, 2010; Del diario hastío, 2015; Viraje, 2017; Pequeña Tierra, 2019; En otra tierra, 2022. Reconocimientos: Premio Nacional Certamen Mayor de las Artes y las Letras, 2004; Bienal Juan Beroes, 2005; Premio Nacional de Teatro de Muñecos, con su grupo de Títeres Kinimarí, 2005; Bienal Ramos Sucre, 2009.​

Esta es una muestra de sus poemas:

A tal extremo un hombre

Para una fosa común 

EN VANO LO ESCONDEN en la tierra
Volverá
en piedras iguales

Teñido de raíz el hueso
Retrocede

A tal extremo es un hombre
y se deja ver
A  tal punto su yo profundo
y se conduele

(No hay secreto)


Teñido de espina el infinito
se porta intransitable
Es un hombre a tal punto
y no encaja 

A tal extremo 
en su luto
y pega un grito 

(se le devuelve la bala )

En vano lo pican,  lo esconden 
Volverá
Para hacer la guerra
en piedras iguales.

(Postal de sequía, 2010)

I

TANTO ME ALUDE ese grito. Grito que me apellida y que me urge. Grito que es polvo taimado en la garganta. Que no pudo enterrarse con su dueño y ahora es la estatua del hueso nunca ajeno. Queja de nadie. Y me grita desde adentro. Tanto que estoy sordo en mi difunto ruido. Grito que me fosa la mirada y que es humano aún en su rugir mosaico. Tiene derecho a ser eterno y agudo, a pasearse en los solares y estar desafinado. Aunque se pudra la cosecha entera y el consuelo: suyo es el tiempo de sonar. Es la forma del que Nadie Nombra, este chillido. Mi paisano, el desaparecido, se busca y nada acierta entre sus pares. Me grita y no me suelta. Se nombra y quién voltea su costado hacia afuera, quién lo reclama, quién lo encuentra. 
Tanto suena su verdad que ritma en la garganta de los ríos. Y es un decir perpetuo porque como grito nos gana en verbo y nos sigue el paso y nos espera.

(Solo de tierra, inédito)

XI

(1)
¿ PARA ESTE VÉRTIGO
nacimos, Madre?

Se nos premió con la caída
y el desmayo

Reinar en estos barros,
enmendar la estatua del ancestro

y cavar hondo el relicario


¿A esto hemos venido?

Al fin que estos derrumbes
heredamos

Se nos dio en custodia
el precipicio, 
Bajar por la sangre
a reescribir la línea recta 
de mi aullido
Al fin que es sombra de su otero
esta hendidura

De la materia de su vértigo, 
Madre,
tenemos hecho el espinazo 

(2)
DIJE TIERRA,
te llamé tierra:
perfil de todos los abismos
imagen del prístino vacío

porque era tierra lo que arropaba
tu desnudez
y desde allí me mirabas
con tus ojos de monte crecido 

Dije tierra, tierra
porque temía descubrir tu nombre
entre las momias

Vi tus restos, mijo 
eras la reliquia de un ángel
recién parido

Otra vez me traicionaba 
el pánico
y te grité
Tierra de mi sangre negra

Y en ti bendije al país
que es la ausencia donde vives 

Perdón, que no supe
distinguir tus huesos de otros huesos

Perdón, que mi carne
se acomoda, ofrece espacio a lo difunto

Mi vientre negro inmenso
como el acre de esta fosa
podría devolverles el latido

Sí, 
te llamé y te bendije de raíz
al no encontrarte
y me conformé con este suelo
Porque había polvo en mi garganta
Hijo, 

porque te veo acoplado a la tierra,
temblando
como antes
en mi cuerpo.

(Solo de tierra, inédito)

Como un animal cualquiera

LA TIERRA SE PORTÓ ARISCA como un animal cualquiera
Otra vez.
Toda la noche estuvo rondando
nuestro peso

Desde una distancia enemiga
otra vez

Ah la tierra recién parida que mordió mi fósil
nada más por nada más
y tachó de círculos mi línea recta
la bestia 
que estranguló con sus uñas 
la raíz de abundancia entera

Ella  que fue más bien
la compasión encarecida
(espejo de lo solo)

como todo
lo que no tiene sombra
muerde la mano
que le da semilla
y ciega el alma de quien contempla

Entiende, es un animal cualquiera

no conviene desafiar su inocente crueldad.

(Postal de sequía, 2010)