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Oscar Saavedra Villarroel

-1977-

Nació en Santiago de Chile, Chile, en 1977. Es poeta y videopoemista. Licenciado en Educación. Becado por la Fundación Pablo Neruda en el 2005.  Ha participado en encuentros nacionales e internacionales de poesía. Un adelanto de su proyecto poético dOPING hISTÓRICO fue publicado en "Anomalías, 5 poetas chilenos" (Editorial Zignos, 2007). Tecnopacha (Editorial Zignos, 2008) y Tecnopacha intervenido (La One Hit Wonder, Guayaquil, Ecuador, 2012). Ha obtenido varias menciones en diversos concursos (Juegos Florales Gabriela Mistral 2008). Coordinador del encuentro latinoamericano de poesía Descentralización Poética, director de la editorial Andesgraund y de las Escuelas de la Poesía. Dirige cursos de poesía en distintos lugares de Chile. Pertenece al Comité Coordinador del Movimiento Poético Mundial (WPM).

Esta es una muestra de sus poemas:

[babean costras cuando observan a la Mujora seducir los páramos existenciales y políticos]

Por algo los Pachas sudan por los ojos los ríos de sus rezos
queriendo Bergerac enamorar los cuerpos de la Mujora.
Ella es diva. Ella es la Venus prístina del mar, gritan
a todos los pueblos que nadan por la ciudad
o naufragan a través de puertos Cartagena y ahí
las Espunkas observan el sol al revés del rezo estival,
que Pacha Hombre con un cigarrillo machista-pétalo de cobre,
se los quiere echar a todos esos Pachas a sus bolsillos,
basurear su historia medioevo, casi oscura de tanta mano ajena.
Por algo los bazofia a esos Pachas. Por algo los gangrena elíptico
/a esos Pachas
que cantan hipnopédicos el himno de una raza herida,
de una raza ahuecada de tanto Pacha Hombre,
de tanta anatema simbólica partidista – libertaria-,
ellos saben apostrofitos bellar el camino que esa Mujora desata.
Somos masa. Se saben masa. Se saben cálculo vidriera
o estandarte enunciativo Televisa.
Tienen miedo a vivir por siempre con sus sombras,
a ser aplastados por el mágico aliento de los Andes
y codearse codo a codo con el gesto tercer mundo del hambre.
Ahí están:
Versalles fosilizados, apoiésicos hipnotizados por las vidrieras,
entrecubiertos, casi delirantes, de tanto escupo enunciativo,
perdidos al compás de las miserias, al compás que joya Mujora
desata tan Venus, tan sirena,
que su carne se hace espiga, que su carne se hace barro bizco de mar,
arena arrumada hecha frontera.

 [Las Neuronas occidente se incrustan como seducción o viento que recorre la piel del pensar que declaman]

Las neuronas occidente cantan el canto acústico
de la tribu
y escupen perlas diamantinas bañadas de usaísmo escarlata,
bañadas y preñadas por un cielo amurallado
convertido           al cristiajipismo, a la sistémica vidriera
como iceberg fatuo y delirante,
junto al estresado Capital que les habla onírico, que les habla
y las mastica fosilisado, disfrazado de plástico
y bañado de arenas casi piedras,
con una piel de oro-planetario,
en donde guarda un pensamiento Franco-liberal,
poblado de luces, de un concierto de luciérnagas,
y es un foco París, un Entel, un BMW color tierra
a la hora en que las nubes lloran su barro,
lloran neuronas occidente como televisores portátiles hipnopédicos,
lloran por las costillas de Pacha Hombre
quien las incrusta, las brega,
parecen gotas sobre el vidrio de  ese Capital,
que se tatúa en la Mujora, a quien le dice:
dile a tu pueblo que he llegado.
Grítales si es necesario.

[A veces las historias saltan de un siglo a un milenio que la lluvia resbala]

Los Milenios le entierran la historia
         en la punta de la lengua a la Hombra,
                   le meten tijeras en su origen,
                            le cortan las llamadas geográficas;
ellos quieren encender la hoguera,
         quieren un cuerpo que sangre décadas,
                   siglos sobre el ojo imperial de los cielos.
Es la tecnocracia del averno, dice la
Mama, la versátil maniobra wall street, manos guerrilleras.
         Y la Hombra abre sus ojos recogidos del río de sus suelos,
y la Hombra se hace el Escrivá con cojones de oro,
         escribiendo con su hermético lenguaje citadino,
                   los desastres que el milenio le realza;
qué figura, qué siglos aquellos, qué instituciones
         rasgando el aire que tus pulmones expulsan, Ma,
                            ni tu cuerpo sangrará, te grita Costa Infante,
                            ni tus costillas de barro helénico codiciarán el campo estrellado
                            del poder que babea Pacha Hombre, sentando en su sillón,
                            dentro de su loft de ruca espacial, con cara Rockefeller
                            lo mira la Hombra, vestido de Isabel, bailando
                            sombreado sobre los milenios
                   que le dicen: ánima, que le gritan ánima
                   en el valle sideral de su Varsovia.
Es que Pacha Hombre le tira el cadalso.
Es que Pacha Hombre lo tiene hiroshima a papa Hombra
que insiste en verlo a él un Minotauro político
que acaricia el sol con sus pestañas,
y crea a la intemperie liberal que sus lápices demandantes le sacian:
         la ansiedad de saberse Zeus del país que fundaron
         los cuerpos que Visnú transmuta,
         los cuerpos que lava de sus labios lo siguen.
El milenio
                   un tal Zeus:
un poema arrugado del mundi global.

: de tanto ir al gimnasio Ámsterdam:

decidí trotar en las pasarelas originarias
del primer mundo.    
          Sacar musculatura teórica. 
          A ver si encuentro un corazón 
          descansado y lo invito a tomar 
          un café, hablar sobre la problemática 
          de la luz en nuestros ojos, para ver 
          otro tipo de piel, otro color, otra especie 
          de humanes, escribí aquella tarde
          en que el poema capitalista dormido 
          sobre el pasto se fumaba los sueños, 
          y cerraba, de un portazo, su empresa. 

La primera calle

Sensibilízate, mijito, me dijo Montparnasse La Victoria 
                                                                  tan realismo sucio,
entre una película de Vittorio, un buen cuento de Carver, 
Hollywood, Cyberpunk, literatura fantástica,
"L=A=N=G=U=A=G=E poets- 
a estas alturas del siglo 
y un río que fluye como traveling por su mierda: 
algunos espejos, 
espejismos     -obvios- 
                               en la tachadura de estos lares.