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Hanan Awwad

-1949-

Nació en Palestina en 1951. Es una poeta, académica, narradora, investigadora y profesora pacifista, nacida en Jerusalén, Palestina. Fue Asesora Cultural Su Excelencia Yasser Arafat ante las Naciones Unidas, Ginebra. Es Presidente-Centro Palestino de Int. Pen, Miembro del Consejo Nacional Palestino, Consejera Cultural del gobierno de Jerusalén. Es miembro de la Comisión del Medio Oriente, cuya meta es lograr establecer la paz en dicha región.

Algunos de sus libros de poesía publicados: Escribo con mi sangre, 1983; El regreso prometido, 1988, y Elijo el peligro, 1988. Otros de sus libros: Causas árabes en la ficción de Ghādah al-Sammān (1961-1975), 1983, y Episodios del asedio, 2014. Ha recibido varios premios como el Premio al Mérito, Medalla de honor, invitado de honor y presidente del Congreso Internacional de la Paz, Pakistán, diciembre de 2013.

Recibió Doctorado en Estudios Islámicos y Literatura Moderna, Universidad Mcgill, Montreal Canadá, 1983.

Esta es una muestra de sus poemas:

La melodía del calor del mediodía 

La melodía calcinaba,
El alma inflamada,
Las heridas se montaban sobre el alma herida
Encima de la flor de la ramita,
El primer experimento.

La rama se rompió al abrirse,
El arbusto se pegó a los restos de sus componentes,
La fisura escindida creció
Colgaba una rama de tez endurecida,
Un arbusto, tratando de abrazar lo que yo podría salvar suavemente.

El recuerdo supuraba desde tus ojos,
Encaramado sobre la joroba de la memoria sentimental,
El lugar estaba desierto,
O, tú, el Invisible, el Tangible.

Tu presencia reúne el calor del universo,
Sobre aquella llanura sumida en el silencio del momento
Te he extrañado a ti, he extrañado
Esa melodía apasionada cuyo ritmo se torna discordante
Porque aquel lugar carecía de tu presencia

Te veo ir y venir
Como las ruedas puntudas del destino.
Tus miradas vacilantes intimidan y perturban,
La generosidad de tu espíritu alzándose nutre al mío,
Juega de acuerdo al ritmo de la primera nota.

¿Robarás, o sancionarás la primera palabra secreta?
¿O, le brindarás respeto al fruto del olivo,
O, tendrás cautela ante la alucinación,
O estarás mudo del susto por diez días, diez años,
O, nos abandonarás
Pasando frío, permaneciendo en esquinas desalmadas?

El grito del destino explota
Sobre cercanas y distantes regiones,
Más altas que la lluvia, más veloces que el tornado,
Más delgadas que el esqueleto del país.
La patria entera explota,
Todas las revoluciones,
Las protuberancias enteras de la tierra explotan.

La melodía usurpada se remonta,
Tu ritmo me obsesiona en plácido tono lila,
En el silencio de la noche
La recurrencia del sueño nublado
Cubre la caravana de papel que vuela.

Traducción de Arturo Fuentes

Abrazo de amor

TÚ reclinas tu cabeza sobre los corazones de los amantes
Abrazándolos,
Mientras te acuestas
Bajo el retoño del anhelo
Dormitando
Bajo los susurros del sol,
Tus pestañas aletean con anhelo,
Besos parten sobre la brisa,
Lavas tu rostro cansado.

Desde tesoros de calor
El amor se cumple.
Sostén las flores de primavera
Cargadas con dignidad ceremonial,
Esparciendo su perfume sobre sueños dispersos.

Recuéstate con amor,
Cuando el amor se aproxime
Inundará,
Cuando los ojos de Jerusalén se encuentren con los tuyos
La victoria será tuya.

Oh tú, héroe de héroes,
¿Ha regresado el tiempo
A ser cumplido
Por la luz de tu luna llena?
Una luz a ti reservada,
Y en los ríos
Tu luz se realza,
Desde tu luz
Los anhelos se propagan.

Reclinas tu cabeza sobre los corazones de los amantes,
con tus pestañas cubres los sueños en mis ojos
mientras las lágrimas fluyen desde mi corazón,
Abrazan la fragancia de la gloria,
Como melodías y renacimientos
Luego el dolor cesará.

Hoy es tu día
Mi felicidad es inminente,
Desde los colores de tu compasión
El verde toca la rojez de las mejillas
Y la negrura de tus pupilas
La blanca la pureza de tus ojos,
Amanecer palpitante dibujado por el destino,

Como tu rostro ilumina
Cuando la revelación
Del día te reconoce
Días para ti
Orgullosos de ti.

Traducción de Arturo Fuentes

La patria lila

En la conversación entre amigos
Se hablaba siempre de la patria como un amanecer
Cargado por el trino de los pájaros;
El cuchicheo del niño entra por las ventanas de una cabaña silenciosa
cerca del mar.
El espíritu de la infancia primero gatea luego vuela
Como las balas disparadas del arma siguen al pájaro que monologa 
                                                                                         el mar azul.
Muchos carruajes adornados con campanas en desfiles a pleno sol, 
                                                                      en orgullosa determinación,
Su encuentro se tornó divino en el barrer de las nubes y el ondear 
de colores cansados ante el horizonte de Gaza.
En reuniones intelectuales, la patria ingresa entre versos de grandes y pequeñas filosofías,
En la ley de Newton, y la ley del amor y la elegancia.
La Patria aparece en los ojos de los pájaros,
En el ritmo de las palabras
Y en el espíritu de la Dignidad.
Cuando la discusión se apasiona, la Patria parece ser victoriosa,
Llena del aroma de la historia.
La perspectiva de los ojos atentos es atraída a filas efímeras, por la luz de la más alta linterna
Donde polillas se reúnen.
De su espíritu esparcen consejos.
Plantean la pregunta que forma la esencia del espíritu.
Explota en suspiros, gemidos y sonrisas, optimismo y pesimismo 
se entrechocan.
La primera imagen se forma.
La Patria es el Amor,
Es la seguridad; la patria es el acuerdo.
Otra persona, otra definición.
La Patria es Jesús crucificado,
La Patria es dolor y viaje nocturno.
La Patria es memoria y sueño,
La Patria es padre, madre e identidad.
Estos pensamientos cuelgan del toldillo del cielo.
Cuando la gente compite muestra cada uno parte de su creencia 
                                                               al responder una pregunta,
Como si hubiera una corte literaria y los textos surgieran 
ante la sentencia                                                                                                   
de la libertad.
Los corazones se detienen con anticipación, con curiosidad y astucia me miran.
Y tú, ¿qué significa la Patria para ti?
Olas de timidez enrojecen mis mejillas, me ahogo en el silencio, contengo mis lágrimas, como un relámpago, sonrío.

Traducción de Arturo Fuentes