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Francis Combes

-2023-

Nació en Marvejols, Francia, en 1953. Es poeta, periodista, editor, traductor, escritor de canciones y libretos de ópera. Comprometido con la vida social y política, ha sido también crítico, ensayista y conferencista. Miembro del Comité Coordinador de Movimiento Poético Mundial y presidente de Le Merle Moqueur - WPM Francia. Fue director de la Bienal Internacional de Poetas de Val-de-Marne y de la editorial Le temps des cerises.

Algunos de sus libros de poesía: Aprendices de primavera, 1980; El amor, la margarita y la computadora, 1983; Cévennes, o El cielo no se vende, 1986; Pequeñas lecciones de objetos, 1987; La Dama de la Torre Eiffel, 1989; En el Vert-Galant arrojado al Sena, 1991; La balada del corazón rebelde, 1996; La fábrica de la felicidad, 2000; Causa común, 2003; El libro azul de China, 2005; La balada de Aubervilliers, 2007, y La llave del mundo está en la entrada de la izquierda, 2008.

Fue uno de los responsables de la revista Europa, y de 1981 a 1992, director literario de las Ediciones Messidor. Ha traducido al francés a muchos poetas, entre ellos Maiakovski, Heine, Brecht, Attila József, Eliot Katz y Jack Hirschman.

Esta es una muestra de sus poemas:

No, la tierra no es redonda

No, la tierra no es redonda
Si la tierra fuera redonda
Eso se vería
Eso se sabría
Si la tierra fuera redonda
No habría, de un lado,
Unos pocos muy alto
Y los otros, la mayor parte 
Abajo
A menudo demasiado abajo…
Si la Tierra fuera redonda
Ningún país 
Podría creerse
El centro de la tierra,
Porque todos estarían en el centro.
Y todos los hombres
Alrededor de la Tierra,
Remarían en la misma barca
Pero ese no es el caso
Y la tierra anda al revés
Si la Tierra fuera redonda
Porque la tierra no es redonda.
En todo caso,
No todavía.

Traducción de Myriam Montoya

Se necesita de todo para hacer un mundo

(y aun más …)


Afortunadamente, hay personas que saben hacer otra cosa distinta en la vida a escribir poesía

Afortunadamente hay campesinos para hacer brotar el trigo, producir las legumbres, la carne, los huevos, y la leche

Afortunadamente hay marinos, pescadores y navegantes, mecánicos y aviadores

Afortunadamente hay obreros para fabricar los autos, los aviones, las cafeteras y las lavadoras

Afortunadamente existen obreros para fabricarlos y mecánicos para repararlos

Afortunadamente hay albañiles y arquitectos para construir las casas, las vías, los túneles y los puentes

Afortunadamente hay parteras, médicos, profesores, dentistas hasta para ocuparse de lo que vive y de lo que hace daño

Afortunadamente hay cocineras, peluqueros, choferes de carretera, azafatas, empleados de banco, psicólogos, así como periodistas y hasta algunos policías (al menos por el momento)

Afortunadamente hay recicladores, muchachas del servicio y jardineros

Afortunadamente hay pintores, ingenieros y matemáticos

Afortunadamente hay gente que sabe hacer otra cosa distinta a escribir poesía

Y afortunadamente todos aquellos tienen también derecho a amar la poesía, a escribirla y a leerla.

Traducción de Myriam Montoya

Lágrimas para la venta

Cada día,
se venden lágrimas en las esquinas de las calles;
(y es un comercio floreciente)
en cada esquina de calle
en nuestras ciudades se venden
lágrimas de humor vítreo
lágrimas de cristal
lágrimas de cocodrilo
lágrimas escogidas con mucho cuidado 
lágrimas televisivas
lágrimas humanitarias
lágrimas higiénicas
lágrimas en frascos
completamente recomendadas 
para purgarse
de la desgracia ajena.
A cada uno su lágrima
su pequeña lágrima
eso no compromete en nada
no cuesta caro
y hace bien.
Esto limpia
los conductos obstruidos del corazón.
En ciertas vitrinas
Las puede usted adquirir
engastadas en medallones
Ámbar salado
reflejo de perla
y un interior
con mancha bermellón
una gota de sangre.
Es muy chic
muy elegante
puede llevarlas como pendientes
o bien en broche sobre su vestido de seda.
(es particularmente apropiado
si usted sale
para una cena en la ciudad).
Ya, el Zuavo de Pont de l’Alma
Tiene agua hasta la cintura.
y no sabemos dónde va a detenerse esto
¿Cuántos pueblos
que no tienen más que sus ojos para llorar
corren el riesgo de perecer ahogados
en la creciente de los buenos sentimientos?

Traducción de Myriam Montoya

Los progresos de la guerra

En tiempos del oscuro Medioevo
ocurría a veces
que un rey
moría sobre el campo de batalla.

Más tarde, Napoleón
vigilaba el movimiento de sus tropas
desde lo alto de una colina…

Hoy los generales
siguen desde sus oficinas
la trayectoria teledirigida de sus misiles
que van –muy lejos de allí- a golpear ciudades
y civiles.

(Para evitar los peligros de la guerra
más vale en nuestros tiempos
hacerse
militar de carrera).

Traducción de Myriam Montoya