Roberto Aedo
Nació en Chile en 1979. Poeta y ensayista. Licenciado en Lengua y Literatura Hispánica, y Magíster en Estudios Latinoamericanos, de la Universidad de Chile. Ha publicado Réplica (poemas, Eloy Ediciones, 2010), además de poemas y artículos en libros y revistas especializados. Es profesor en la Universidad de Chile y de la Universidad del Desarrollo.
Expresa Juan Espinoza Ale, en la presentación de lu libro: "Réplica es un libro breve pero intenso, que Aedo entrega para nuestro disfrute y agonía, es decir, para nuestro goce estético al tiempo que para estimular y fustigar nuestra conciencia crítica, que no puede sino ser autocrítica en primera instancia".
Esta es una muestra de sus poemas:
Una nueva primavera
Como las mariposas amarillas
que liban en el corazón de las flores
esta noche visito tu departamento
solo.
De Réplica (2002-2007; Eloy Ediciones, 2010)
Lo perdido
Esperé que llegara por mucho tiempo
el día de la vuelta, del retorno a mi país.
Llegué con alegría, los ojos borrosos y una
vívida emoción a cuestas; con un obsequio
para cada uno de los que podrían estar.
Pero nadie estuvo.
Se habían ido y no hablo del exilio
la tortura o la muerte.
No vivían por entonces aquéllos
a los que quise obsequiar;
y mi alegría, mi alegría es lo de menos.
Yo no pude, nadie me supo explicar, nunca.
Tanto tiempo. Tanta espera. No es justo.
Ni siquiera recuerdo qué se hicieron los regalos.
De Réplica (2002-2007; Eloy Ediciones, 2010)
Bicentenario / Los nobles y sus gordos caballos / Que los poderosos entierren a sus
Su aire altanero llena los caminos
público-privados, balnearios de lujo oficinas
algo de ellos resplandece, oscureciendo lo gris
del mediodía.
—¿Quiénes son estas gentes?— se pregunta.
—Son los nobles de la Corte, los que dan trabajo tus representantes, intelectuales a sueldo policías.
Las ostentosas barrigas de los ministros, el entrecejo adusto de los generales. Van a continuar el festín del ejército
funcionarios, segundo piso de palacio, cámara alta cámara baja.
Cordero magallánico caldillo de congrio, que quitas el pecado delicados frutos del mar
de este mar que intranquilo nos baña.
Hartos, se les puede ver ahí contentos —contentos Señor, contentos y ebrios
crece su orgullo.
Este año, la crisis nos golpea como a todo el mundo.
Que se lo coman, que se lo coman todo y acabemos: en Santiago de Chile
los hombres se devoran los unos a los otros.
De Gotario (2007-2012; inédito)
Alma Mater / Voluntad de ser / Radical
Puedo verla: carga nueve años y es un lunes,
que podría ser martes o viernes, pero que es para siempre un lunes
de viento y lluvia, en Concepción.
Hija de un taxista dulce y ausente, con la voluntad quebrada
y de una dependienta gozadora, sin estudios, empleada por
una familia tradicional de la industria farmacéutica, camina amorosamente
muchas cuadras, temprano de madrugada, para llegar
a la escuela.
Su parka está hecha con una bolsa de basura
y, sin que ella lo note, su infancia se parece mucho
a esas lentas, a esas húmedas calles.
Con los años, en un día martes, esa niña llegará a ser mi madre.
Y yo el hijo de esa lluvia, de esa soledad, ese camino.
De Gotario (2007-2012; inédito)
Hijo de hombre y de mujer
Mi madre no lo sabe, pero yo sé que ella solía llorar
a solas, calladamente, a puerta cerrada.
Dios mismo dijo una vez a un peregrino
que iba a La Meca, envanecido por
sus sacrificios: “No creas que tus acciones
piadosas tengan algún valor ante mis ojos; el menor
infortunio que sufras en secreto vale
más que mil rezos que hagas por el camino”.
Mi madre no lo sabe, pero yo me alegro.
De Gotario (2007-2012; inédito)
Terrorismo
No conocimos
las bombas de gas en estaciones del metro
atentados suicidas agua potable envenenada quemaduras de napalm
ni coches bomba pero sí el asesinato, la desaparición el exilio
la intervención extranjera, el gas sarín
la tortura.
Nunca supimos
del rapto sistemático de personas
sólo para extorsiones pago de rescate, del pánico tan real como cinematográfico
que pueden causar aviones, estrellándose en directo contra emblemáticos edificios
camiones contra peatones a toda velocidad el paso a cuchillo de transeúntes desconocidos pero sí bombardeos el miedo a las deudas
el temor a la cesantía precarización del empleo
la pena y la rabia de vivir a crédito, de morirse a crédito sin lo suficiente para llegar a fin de mes, servicios básicos abrigo educación de los hijos
el pánico a envejecer
en soledad
sin seguridad salud ahorros, capitalización individual estafa piramidal, dirección obligada sin derecho a enfermarnos tomando atajos hacia la muerte
con sólo una miserable pensión
del Estado.
En mi país
el verdadero fundamentalismo
es de mercado.
De Páginas Sociales (2012-; work in progress)