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Christine Peiying Chen

-1967-

Nació en Lushan, China, en 1968, pero es nacionalizada neozelandesa. Es una poeta bilingüe, traductora, columnista del periódico 'Mandarin Page' (Nueva Zelanda); y jefe de redacción del periódico neoyorquino ‘Compact news’. Algunos reconocimientos obtenidos son: Premio al mejor autor extranjero 2023; Premio de Literatura Italiana del 30º 'Ossi Di Seppia'; ganadora del Concurso Internacional de Poesía 'Asia Literaria' (en idioma chino). Dos veces ganadora del 'Premio de Literatura de Nueva Zelanda' (literatura china) en 2018 y 2019. La obra de Chen ha sido traducida y publicada en diferentes idiomas, entre ellos hindi, árabe, italiano, español, griego, rumano, albanés, ruso, kazajo, coreano, bengalí, etc.

En 2022, Chen participó en la organización y edición del Festival Internacional de Poesía de Sydney en Australia y recibió un "Premio a la Contribución Especial".  En 2023, fue designada coordinadora continental del Movimiento Poético Mundial en Oceanía. Pertenece igualmente al comité de la Asociación de Escritores Chinos de Nueva Zelanda desde 2021 hasta la actualidad.

 

Esta es una muestra de sus poemas:

Trilogía del renacer (Poema en serie)

I

Vidriados

Abejas fluyen con colores, tejiendo a través de flores
Flores fluyen con colores, bañadas en nubes, lluvia y rocío
Gatos fluyen con colores, persiguiendo lunas arcoíris

La luz gira en torno a ella,
Gatos, perros, conejos, pájaros, todos giran en torno a ella.
Arando, regando flores, lavando ropa, cocinando, llamando perros y gatos
Ella es girada, girando y girando, hasta convertirse en el centro de todo

Él estaba hipnotizado, olvidando el tiempo... hasta que
Sus propios ojos brillaron con siete colores, envueltos en telas iridiscentes, sólo entonces, advirtió
Que él también se había vuelto parte de ella:
Juntos, fluían con colores vidriados

II

Nacimiento

Alcanzando al fin la última capa del reino de los colores: el azul
Que cubre el cielo, rozando el suelo; nubes se clavan en lagos y mares
Flores de loto y hortensias brotan hasta la extravagancia
¡El azul celeste dificulta la respiración!

Retumbando, los cascos jamás se detienen.
Dentro del sonido de los cascos, ella atraviesa, capa a capa, reinos coloridos.
El amarillo tierno de la primavera, el rosa del verano, el dorado claro del otoño...
Rebosante de luz colorida, vagando por una miríada de colores,
La mochila se aligera, como
El amante que se desvanece y el pueblo natal, gradualmente distantes, y, desvaneciéndose,
Ingresan al rollo de tinta blanca y negra

Montañas nevadas, llegaron
Rodeadas de montañas como recuerdos.
Mil montañas cubiertas de nieve al atardecer, sólo dos pupilas negras titilantes.
Silencio. Ecos resuenan: llaman, ¡tan claro! ...
Despiertan los diversos colores de ella, unificados como un Avalokitesvara* de mil brazos.
Una mujer en estado de superposición, renacida.
Su cuerpo alto, piel clara y mejillas sonrosadas, su pecho subiendo y bajando suavemente.

El cielo está en llamas; la tierra se cobija de blanco,
Cayendo sobre sus hombros y su cuerpo
*Buda de la Compasión.

III

Petrificados

Rugiendo como un tigre o resonando como un dragón
Llega el trueno aullante y las estrellas fugaces se van
Ya sea en vitalidad exuberante o en dolor desgarrador
Todos caen en la inmovilidad al marchitarse las plantas, transformándose en maravillas tras la descomposición.
Finalmente, surge la técnica secreta para resistir intemperie y erosión.

Poseyendo claridad cristalina y dureza
Cada centímetro de piel es besado suavemente por el tiempo, que consuela y preserva.
Con huesos claros, la dinámica interacción de luz y sombra, absorbe la esencia del sol y la luna.
El cuerpo rebosa de luz radiante y fluida

Ah cariño, no temas,
En este mundo, siempre hay maravillas imprevistas.
De lo orgánico a lo inorgánico, hasta trascender lo mundano, qué hermoso es: 
Las hojas cayendo al agua que fluye, la luz de la luna y los pájaros que vuelan, rozando el cuerpo como seda.
Un par de manos invisibles te renuevan por completo,
Amor o dolor, olvido o memoria, todo se torna materia prima.
Recuerda, estás destinado a ser piedra preciosa.

Luz 

Eres luz,
Mientras los girasoles miran el sol
Pájaros en bandadas circundan el bosque.

Salpicaduras de luz y sombras, olas blancas surgen.
Todas las cosas están adornadas,

Ondulando, balanceándose y titilando.
Hay fogatas de pesca y un temblor entre ramas florecidas.

Esa es la flor del Maestro Yangming: mientras abras tus ojos, brilla.
Todo superpuesto, series geométricas crecientes.
Amor, odio, alegría y tristeza, se derrumban con la máxima densidad.
Miles de montículos de nieve, infinidad de árboles en flor.

... Se acerca un nuevo siglo.
Luz del Cámbrico se dirige directo a la gran era, se salta la nieve, la luna, el viento y las flores.
Me asombran líneas rectas y cortes transversales, prolijos y limpios.
El suelo cubierto de sangre brillante.
Con ojos bien abiertos, observo cómo esta corta las cosas con el camino más corto.

Amé una vez, luego odié una vez.
Finalmente comprendí que el tiempo y la luz viajan en línea recta.

La mano se alza; el cuchillo cae veloz

Modos de existencia              -La belleza de la decadencia 

Una sensación de fragmentación permanece a tu alcance.
La última hoja del otoño, frágil y fácil de romper,
Recogida, frotada, rasgada, exprimida,
Quebrada en pedazos, pulverizada, se desvanece como una fragancia.
Venas expuestas tiemblan delicadamente en tu mano, jadeando.
Una absoluta devastación 

Quizá, esto es lo que ella ha esperado largo tiempo.
Destinada a caer, debe brillar orgullosa como el ocaso, en magnífico despliegue.
Completando el máximo brillo, llevando un río de escamas destrozadas
Se hunde en un sueño profundo y nutritivo,
Una nueva belleza en potencia

Déjalo ser

Amo lo visible,
Aún más lo invisible:
El águila en la cumbre desciende a la llanura, en busca de carne o pescado.
El agua al fondo del valle se hace difusa, se torna vapor,
Se transforma en nubes, flota hacia el cielo, bendiciendo la vegetación

Qué divertido observar a los altos volverse bajos, y a los bajos volverse altos
Ser testigo de cómo los humildes se convierten en nobles, y los nobles se convierten en humildes...
En la cima de la cadena alimentaria, tigres y leopardos descomponen, analizan y permean,
Transformándose en los elementos básicos de la vida.
Brotando del suelo con las flores
Un musgo, una hierba, un hongo, sin esfuerzo logran que lo que una vez se consideró invencible
Termine en el fondo.

Permito el orgullo, permito la humildad, así como permito el día y la noche, 
La luz y la oscuridad, el blanco y el negro
El bien y el mal, el amor y el odio
Permito que lo visible termine como lo invisible.
Todo lo que necesitas sólo para alargar el eje del tiempo y abrir tus ojos.
La transformación sucede entre
Los extremos Yin y Yang

                   Traducciones de Arturo Fuentes