Libardo Valdés Dorado
Nació en Mercaderes, Cauca, Colombia, en 1978. Vive en Putumayo hace más de 35 años. Comunicador, artista, médico tradicional y luchador por la libertad, es licenciado en Etnoeducación por la Universidad Pontificia Bolivariana. Publicó de forma independiente su primer poemario: Cruces y caminos. Con el apoyo de la Asociación de Educadores del Putumayo (ASEP), publicó su segundo libro, Alto poesía!!! Y de manera artesanal editó su tercer libro: Poesía en las alturas; el arte de la libertad. En la actualidad acompaña el proceso de comunicación comunitaria de la Red Cantoyaco, compuesta de emisoras comunitarias del Putumayo.
Esta es una muestra de sus poemas:
Tejer...
El hilo y la aguja la ideal pareja,
Bailando al ritmo de pacientes manos
Un nudo, un embrollo, un enredo
Llaman a la calma y mejorar la trama.
Pensamiento y tiempo se vuelven un solo,
Hasta parir colores que emanan amores.
Tejer palabras,
Tejer memoria,
Tejer caminos,
Tejer y tejer.
Bonita manera de guardar la vida.
*
Entre día y día los dioses crean la vida
Entre gota y gota las nubes se vuelven mar
Entre vuelo y vuelo las mariposas pintan de ternura el cosmos
Entre canto y canto las aves trinan los latidos del corazón
Entre soplo y soplo los árboles respiran nuestro aliento
Entre grano y grano las semillas paren la memoria
Entre beso y beso los amantes acrecientan el amor
Entre paso y paso el caminante muestra la senda
Entre hilo e hilo la tejedora guarda el tiempo
Entre juego y juego los infantes labran su vivir
Entre consejo y consejo los abuelos narran el pasado
Entre letra y letra los poetas siembran la palabra.
Estudiante…
Mientras salgo a recreo escribiré un poema
Con los dolores del alma de los niños y niñas del Arauca
Con las lágrimas de Nicolás llorando a su padre asesinado
Con un tintero a rebosar de sangre
Con una pluma de hueso humano
Con los restos y las fosas sin abrir
Con los caballos desbocados huyendo al ver morir su jinete
Sintiendo mil balazos en el pecho y muriendo con cada uno
Yendo al colegio a esconder mi dolor
Recibiendo una cátedra de matemáticas para sumar mis días tristes
Cargando mi lonchera repleta de hambre
Odiando al canalla de mi padre
Con mi cartuchera llena de colores que escriben en negro
Con mis libros de historia donde no está la mía
Sentado en un pupitre como una silla eléctrica
Electrocutado con cada grito del profesor
Aturdido por los himnos y las izadas de bandera
La rezandería y el castigo de Dios
Con miedo en todo mi uniforme
Amenazado por notas
Perseguido por no limpiar los zapatos
Sin ganas de jugar a vivir
Sin ganas de nada
El aula me ata a sus paredes de tumba
Mientras suena el timbre y regreso a la celda de dónde salí.
Soy…
Soy rio.
Soy rio y lloro
Soy agua.
Soy agua y tengo sed
Soy tierra.
Soy tierra y tiemblo de soledad
Soy mujer.
Soy mujer y paro tumbas
Soy niño.
Soy niño y juego a matar
Soy selva.
Soy selva y tengo miedo
Soy flor.
Soy flor y temo a la primavera
Soy campesino.
Soy campesino y abono huesos
Soy semilla.
Soy semilla y me desconozco
Soy poesía.
Soy poesía y escribo la desesperanza.
Semilla...
El verdor se hace vida.
Están hechos de cantos y plumas los árboles,
Por eso sus hojas son pájaros un instante,
Tenue vuelo mientras mueren para renacer.
El viento, brahama en su vientre soplando espíritus,
Pariendo almas, amasando voces y arcilla que se echa a andar una vez son fecundadas de palabra.
El fuego, cocina y pule esta obra,
La llama habita el corazón del ser y arde hasta volverse sangre, roja porque ha venido del sol.
El agua calma las sequias y nos empapa de su incoloro sabor, la esencia, el misterio, lo desconocido. Lo sagrado.
Somos tierra, sus latidos, su vibrar.
Nunca cesamos de habitar y volvemos a ella cundidos de sueños, siendo semilla que se vuelve a sembrar.