Melisa Machado
Durazno, Uruguay, 1966. Poeta, periodista cultural, docente literatura creativa, terapeuta. Premio Nacional MEC 2019, Primer Premio Poesía inédito 2019. Segundo Premio poesía édita, 1994, entre otras distinciones o menciones de honor desde 1994 a la fecha. Beca FEFCA, Justino Zavala Muniz, 2012, por diez años de trayectoria. Beca CUNY/MEC, N.Y. Universidad Estatal, Docente en Seminario Literatura Creativa, Premio Fondo Editorial Amanda Berenguer, 2021. Libros: Ritual de las Primicias, 1994; El lodo de la estirpe, 2004; Rituales, 2011; El canto rojo, México, 2013, Suecia 2015, EEUU 2018; El canto blanco, Uruguay, 2022. Jurado Premio Nacional 2024, (en curso). Participación en Festivales Internacionales en Uruguay, Nicaragua, México, Reino Unido, EEUU.
Esta es una muestra de sus poemas:
I
I.
Porto las joyas orgánicas de la edad sin número.
Soy lengua mutante.
Tengo en mí los dos sexos:
en la izquierda el frío,
en la derecha el luminoso ardiente.
Hermafrodita,
asumo uno de ellos.
Sólo cuando estoy en celo.
II.
Fui violada,
endurecida sin piedad.
Y aquí estoy:
toda blancura hasta el final
encantadoramente presa
esperando la liberación del cuerpo.
De El canto blanco, MM, 2022
I
A Paul Celan
I.
Te he visto hermano peinando mi pelo como se acaricia un perro.
Las flores de la noche haciendo gestos.
El cuerpo como tallo.
Las manos extendidas hasta la lengua.
Y la cabellera escandida:
pan de bienaventuranza.
II.
Duermo ahora con las alas plegadas
tendida en un surco sin palabras.
Mastico la fruta oscura
su amargo dulzor de pan.
Miel helada
máscara sin dios.
Todos los animales negros apareados.
III.
La perfección es este hielo
sorpresa de agua en los pies.
Ojos lamidos por la fiebre
sabor del nombre diluido en la boca.
IV.
En el extremo de las manos
la oscuridad es tan suave
como tu lengua atravesando mi cerebro.
V.
Cuaja el vértigo en tus ojos.
Un suplicio de peces traga la piedra de tu lengua:
pájaros lúcidos al borde de las clavículas.
VI.
Los huesos de tus orejas cortan las flores ocultas de la lluvia.
"Tu silencio es perfecto, como un odre que no gotea".
De mí no queda nada, sólo esta luz que me atraviesa.
VII.
La jauría desmenuza las caricias,
despedaza la zozobra de tu aliento.
Los cabellos pulpos enredados en los dedos.
Piernas puras como esclusas.
No hay más poder que éstas:
mis clavículas.
De El canto negro, MM, 2013.